Díaz Santos Bullón, Francisco. Guardo (Palencia), 4.XII.1687 – Burgos, 17.II.1764. Gobernador del Consejo de Castilla, arzobispo.
No se poseen muchos datos sobre la vida de Francisco Díaz Santos Bullón a pesar de haber sido, durante un corto período de dos años, gobernador del Consejo de Castilla y haber sido consagrado para varios obispados.
Nació en la localidad palentina de Guardo el 4 de diciembre de 1687 aunque no se conocen los nombres de sus progenitores. La vinculación con su localidad de origen no debió de perderse con el paso de los años, pues, ya siendo obispo, edificó en Guardo un palacio, la llamada Casa Grande, que todavía se conserva como uno de los monumentos del pueblo.
Llevó a cabo sus estudios de Derecho Canónico como colegial del Colegio Mayor de Oviedo de la Universidad de Salamanca en donde se licenció y doctoró en una fecha hasta el momento desconocida. Acabados sus estudios universitarios opositó a una de las Canonjías Doctorales de su colegio, siendo, además, nombrado canónigo de la colegiata de Aguilar de Campoo y canónigo penitenciario de Salamanca. En el mundo universitario fue nombrado catedrático de Cánones de la Universidad de Salamanca. Todo ello antes de su marcha a Barcelona tras su nombramiento en 1748.
En diciembre de 1747 fue propuesto en la terna presentada por la Cámara de Castilla en segundo lugar como obispo de Astorga siendo tal nombramiento apoyado, en el informe fechado el 14 de diciembre de ese año, por el confesor real, el padre Rávago. Sin embargo, Fernando VI no le nombrará para esta vacante y tendrá que esperar a su nombramiento para el obispado de Barcelona que se producirá pocos meses más tarde, el 1 de abril de 1748.
Permaneció poco tiempo en la sede catalana, pues, de manera sorprendente, el 1 de septiembre de 1749 fue designado para desempeñar la Gobernación del Consejo de Castilla. Es difícil explicar esta decisión del Monarca, pues Díaz Santos Bullón no tenía la experiencia suficiente ni apoyos determinantes en la Corte. Lo único que jugaba a su favor era su carrera eclesiástica, pues en esa época los nombramientos de gobernadores del Consejo de Castilla se elegían entre los diferentes obispos, y su poco peso político. Quizá fue, precisamente, este perfil lo que le aupó a la más alta magistratura de la Monarquía.
En su nuevo cargo se ocupó de oficios exclusivos de la Gobernación de Castilla, como la presidencia de la Junta de la Única Contribución junto con otros en el que su carácter eclesiástico era imprescindible, como la Vicaría General de los Reales Ejércitos que se le concedió el 27 de febrero de 1749.
El informe, de marzo de 1750, elevado por el padre Rávago para cubrir la vacante del obispado de Sigüenza, recomendaba la designación de Díaz Santos para este obispado a pesar de no haber sido propuesto por la Cámara de Castilla en su terna. El Rey, con fecha de 25 de mayo de 1750, hizo caso a su confesor y le nombró obispo de Sigüenza pero no se incorporó a su nueva sede de manera inmediata.
Permaneció en Madrid hasta su destitución como gobernador del Consejo de Castilla el 13 de octubre de 1751 siendo sustituido por Diego Rojas y Contreras. Su breve labor en el consejo no trajo consigo novedades importantes al no participar de manera significativa en los grandes negocios de la Monarquía.
De su estancia en Sigüenza destaca, además de sus obras benéficas, su labor constructiva, concluyendo el seminario y el enlosado del claustro de la catedral, y su enfrentamiento con el cabildo de la catedral desde 1755, como queda de manifiesto en alguno de sus escritos.
Finalmente, tras diez años en Sigüenza, el 17 de agosto de 1761 pasó a la sede arzobispal de Burgos y como tal arzobispo murió el 17 de febrero de 1764.
Obras de ~: Memorial ajustado del pleyto de compromiso entre el Illmo. Señor Don Francisco Díaz Santos Bullón, Obispo de Sigüenza y el venerable dean y cabildo de la Santa Iglesia [...] sobre diferentes puntos tocantes a la parroquialidad, Madrid, 1759; Manifiesto de la justicia y prudente conducta del [...] Señor don Francisco Diaz Santos Bullòn, Obispo [...] de Sigüenza [...] en el compromisso, pendiente de orden del Rey [...], con su [...] Cabildo [...] sobre varios puntos tocantes à la dignidad de la Mitra y salud espiritual de su rebaño, s. f.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 6379, exp. 162; Archivo General de Simancas, Gracia y Justicia, leg. 534.
T. Minguella y Arnedo de las Mercedes, Historia de la diócesis de Sigüenza y de sus Obispos, t. III, Madrid, Imprenta de la Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1910-1913, págs. 151-157; A. Matilla Tascón, La Única Contribución y el catastro de la Ensenada, Madrid, Imprenta Sucesores de Sánchez Ocaña, 1947, págs. 88-89.
