Santos de San Pedro, Juan. San Tervás de la Vega de Saldaña (León), 1590 – ?, 19.VI.1663. Consejero de Inquisición.
Hijo de Toribio de San Pedro y María García, hermano de Hábitos Santos de San Pedro, que fue inquisidor de Mallorca.
Fue colegial mayor de Santiago de Huesca. Licenciado y doctor por la Universidad de Toledo. Fue nombrado, primero fiscal del Tribunal de la Inquisición de Barcelona y, posteriormente, pasó a ocupar el mismo cargo de fiscal del Tribunal de Zaragoza.
Después de ocupar estas dos fiscalías de tribunales de inquisición, fue elegido el 20 de octubre de 1621, inquisidor del Tribunal de Llerena, y cuatro años más tarde, el 21 de septiembre de 1625 inquisidor del Tribunal de Barcelona, este tribunal fue el que experimentó las mayores alteraciones a lo largo de su historia, especialmente en el período en el que Juan Santos de San Pedro fuese inquisidor del mismo, y sobre todo desde el período 1640-1700.
La actuación del Tribunal de Cataluña tenía, sobre todo, un carácter eminentemente político. En 1622 los inquisidores de Barcelona se lamentaban de que el Tribunal “es singular en España en razón de no hacerse los autos de fe con la grandeza y decencia que se hacen en todas las demás inquisiciones y que esta inquisición es muy pobre y así lo que se había de hacer en autos públicos será más conveniente que se haga en alguna iglesia cuando esto sea necesario”; por otra parte, fruto de la actitud reticente de las autoridades, virreyes incluidos, era la ausencia de éstas en la celebración de los autos de fe. Juan Santos de San Pedro, firmó, junto a Pedro Fernández de Cea y Diego Abad y Hurtado, el día 20 de julio de 1630 la carta que se remitió al Rey desde este tribunal con la Concordia de Cataluña.
En 1653, bajo el mandato de la Suprema, y siendo ya Santos de San Pedro, consejero de inquisición, se recupera la unidad inquisitorial en el territorio catalán, separado, hasta entonces, por lo que se ha llamado la “dualidad inquisitorial”, Barcelona y Tortosa.
Esta recuperación de la unidad territorial se volvería a romper con motivo de la guerra de secesión y la opción por el archiduque Carlos (Carlos III) por parte de Cataluña en 1705; austracistas y borbones mantienen el Tribunal, otra vez, los primeros en Barcelona, los segundos en Tortosa.
El 26 de agosto de 1631, se traslada a Valladolid, para ocupar el cargo de Inquisidor en dicho Tribunal; cinco años más tarde, el 21 de febrero de 1636, ocuparía el mismo cargo de inquisidor en el Tribunal de Toledo.
Llevaba veinte años de servicio a la inquisición cuando fue nombrado consejero del Consejo de Inquisición el 13 de enero de 1653, siendo inquisidor general Diego de Arce y Reinoso, inquisidor general que, según recientes estudios, trató de restituir el prestigio social y el protagonismo político, que dentro del contexto polisinodial de la Monarquía tuvo antaño. Fue canónigo y maestrescuela de la Catedral de Toledo y murió el 19 de junio de 1663.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Inquisición, lib. 370, fol. 191r.; lib. 371, fol. 370r.; lib. 385, fols. 65v.- 66r.; lib. 1210, fol. 109; lib. 1339, fol. 136r., leg. 1475, exp. 1. leg. 2136, exp. 6.
T. Sánchez Rivilla, “Inquisidores Generales y Consejeros de la Suprema: documentación biográfica”, en J. Pérez Villanueva y B. Escandell Bonet (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América: temas y problemas, vol. III, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos. Centro de Estudios Inquisitoriales, 1984-2000, pág. 414; J. Bada Elías, “El Tribunal de la Inquisición en Barcelona, ¿un tribunal peculiar?”, en Revista de la Inquisición, 2 (1992) págs. 109-120; I. Mendoza García, El Inquisidor General Don Diego de Arce y Reynoso, Madrid, Universidad Autónoma, 1993, pág. 332.
Isabel Mendoza García y Teresa Sánchez Rivilla
