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Enrique Suender Rodríguez

Biografía

Suender Rodríguez, Enrique. Madrid, 17.I.1829 – 20.IV.1897. Médico militar, urólogo.

Realiza sus primeros estudios en el Colegio de Humanidades de Puerta de Moros para ingresar posteriormente en el Colegio Nacional de Farmacia y en los Estudios de San Isidro, obteniendo el grado de Bachiller en Artes en 1842. Posteriormente realiza el Bachillerato en Medicina en la Facultad de San Carlos entre 1843 y 1848, siendo distinguido con el Certificado de mérito distinguido en Anatomía Práctica demostrando su especial dedicación a la disección y la anatomía. Obtiene el grado de licenciado en Medicina en 1850 y el grado de doctor en 1853 con el tema “¿Cuál es la estructura de la matriz?”. De forma ya temprana destacó además por su interés por la profesión médica, ya que a la edad de veinticuatro años funda, en febrero de 1853, y es el primer director de la revista El Porvenir Médico. Definido por su fundador como “defensor de los intereses materiales, morales y científicos de las clases médicas”, llegó a ser órgano oficial de las Academias Quirúrgicas Matritense y Cesaraugustana. Durante los cuatro años de duración de esta publicación mensual no tuvo un gran peso científico por la escasez de artículos divulgativos pero sirvió como medio de difusión de los valores éticos de la profesión médica así como la divulgación de numerosas noticias de la profesión. En 1857 oposita para el Cuerpo de Sanidad Militar, plazas que eran especialmente deseadas por los jóvenes médicos de la época ya que brindaban una situación económica estable y un excelente porvenir. Consigue una plaza tras una dura oposición siendo destinado al Hospital Militar de Madrid; fue promovido a Segundo Ayudante Médico en 1858 y se incorporó al ejército de ultramar, estableciéndose en las Islas Filipinas como primer ayudante médico supernumerario de Ultramar, llegó a convertirse en el director facultativo del Hospital Militar de Manila y a conseguir el grado de médico mayor supernumerario en 1864, regresando a España, tras una intensa experiencia, en 1866. Es a partir de 1867, tras su estancia en la exposición Universal de París (publicando posteriormente un resumen de los adelantos médicos allí presentados), cuando se empieza a vislumbrar un especial interés por la patología de las vías urinarias, ya que realiza excelentes descripciones de numerosos utensilios quirúrgicos, deteniéndose sobre todo en los utilizados para disolución de cálculos urinarios (litotriptores).

Hizo posteriormente numerosos viajes a París realizando su aprendizaje con el profesor Reliquet que llegaría a convertirse en profesor de Patología de las Vías Urinarias de la Facultad de Medicina de París, inventor de numerosos aparatos urológicos y en uno de los urólogos más prestigiosos en Europa. Convertido en Médico Mayor de Sanidad Militar en 1878 y tras varios destinos se reincorpora al Hospital Militar de Madrid comenzando sus primeras intervenciones urológicas. Fue el introductor en España de varias técnicas urológicas así como de la utilización de la anestesia clorofórmica en la cirugía urológica.

Entre las técnicas en las que destacó está la litolapaxia u operación de litotricia en una sola sesión para el tratamiento de la litiasis vesical, fue pionero en la utilización de ésta en España y destacó por el gran número de pacientes intervenidos y los excelentes resultados finales. Esta técnica, aún poco desarrollada, ideada por el urólogo norteamericano Bigelow, que la presentó en 1878, facilitaba el tratamiento de la litiasis vesical y mejoraba su pronóstico. Gracias a su especial dedicación en la especialidad consigue convertir al Hospital Militar de Madrid en centro de referencia de la cirugía urológica de la época. El establecimiento de la Escuela Práctica de Medicina Militar en 1876 le permite, además, la posibilidad de realizar una labor docente y crear una clínica independiente convirtiéndose en jefe de la Clínica Especial de Enfermedades de las Vías Urinarias y profesor honorario. Llegó a dirigir una sala de veinte camas para pacientes urológicos considerándose esta sala como el primer servicio de dicha especialidad creado en España. Traslada su ejercicio al Instituto Rubio en 1885, hospital pionero de las especialidades quirúrgicas, ejerciendo además en diversas consultas privadas de Madrid; logró una merecida fama como especialista en enfermedades de las vías urinarias y publicó numerosos artículos en revistas especializadas.

Poseía la Cruz de Caballero de la Legión de Honor Francesa, la Medalla de Honor de la Diputación Provincial de Madrid, la Encomienda de Isabel la Católica, la Medalla de Alfonso XII y de la Guerra Civil, y la Cruz de Emulación Científica de Sanidad Militar además de Medallas de 2.ª y 3.ª clase al Mérito Militar.

Fallece en Madrid en 1897 tras un episodio de insuficiencia cardíaca.

 

Obras de ~: De la hospitalidad (discurso leído en la Universidad Central por D. Enrique Suender Rodriguez en el acto de recibir de investidura de Doctor en Medicina y Cirugía), Madrid, Manuel A. Gil, 1853; De la intoxicación urinaria, Madrid, Imp. A. Gómez Fuentenebro, 1876; Apuntes de la Exposición Universal de París de 1878, Madrid, 1878; De la uretrotomía interna, Madrid, 1879; Cálculos vesicales enormes, Madrid, 1878; De la litotricia en general (conferencia pública dada el 23 de noviembre de 1887), Madrid, Imp. de Álvarez Hnos., 1888.

 

Bibl.: A. Pulido Fernández, “El doctor Suender”, en El Liberal, año XIX, 21 de abril de 1897; J. Álvarez Sierra, Diccionario de autoridades médicas, Madrid, Editora Nacional, 1963, pág. 515; E. Maganto Pavón, Vida y obra de Enrique Suender, 1829-1897: patriarca y alma de la urología española, Madrid, 1998.

 

Ángel Álvarez Sánchez