Juana de Valois. ?, c. 1350 – Béziers, Languedoc (Francia), 16.VIII.1371. Infanta de Francia.
Hija póstuma de Felipe VI de Francia y de su segunda esposa Blanca de Navarra. Ya en 1362, ante el cariz que tomaba la guerra con Pedro I el Cruel de Castilla, Pedro IV el Ceremonioso encomendó a dos emisarios suyos, el castellano de Amposta y Francesc de Perellós, vizconde de Roda, que intentaran acordar una alianza defensiva con Francia, que habría de consolidarse con dos matrimonios: el de su heredero, el infante Juan, con Juana de Valois, y el de la infanta Juana con el duque de Borgoña. Pero, de momento, no fue posible llegar a un acuerdo. Terminada la guerra, y reinando ya en Francia Carlos V, se reanudó el proyecto.
Los embajadores de la Corte aragonesa encargados de pactarlo fueron Francesc de Perellós, Lope de Gurrea y Berenguer d’Abella. Hubieron de vencer la oposición suscitada por las intrigas de Navarra y Castilla, contrarias al enlace, y finalmente consiguieron que se firmara el compromiso de esponsales el 16 de julio de 1370. Desde aquel momento el Ceremonioso la consideró nuera y esposa de su hijo y se dirigió a ella con el título de duquesa de Gerona y condesa de Cervera. A pesar de algunos desacuerdos de última hora sobre la dote, pactada en 200.000 francos, en la Corona de Aragón se hicieron los preparativos de la boda y la recaudación del donativo acostumbrado.
El 9 de julio de 1371 Juana salió de París con una comitiva en la que también viajaba Berenguer d’Abella, mientras que el infante Juan se instalaba en el palacio de Perpiñán a fin de ultimar los detalles de la boda, que se había acordado celebrar en esta ciudad del Rosellón. Pero Juana enfermó de disentería en Béziers y, rápidamente, los vómitos y la fiebre la debilitaron. Berenguer d’Abella comunicó al infante la noticia de la enfermedad de su prometida y los médicos que la acompañaban le pidieron ayuda, a lo que Juan respondió enviando los suyos. Sintiéndose, quizá, próxima a morir, Juana pidió insistentemente a su prometido que la visitara, lo que éste hizo de incógnito el 15 de agosto. A su regreso del encuentro, el príncipe escribió a su padre transmitiéndole su impresión de que la gravedad había pasado, pero la enfermedad persistió y Juana de Valois falleció en esta ciudad pocas horas o pocos días después de haber recibido la visita de su prometido.
Bibl.: R. Tasis, Pere el Cerimoniós i els seus fills, Barcelona, Teide, 1957; Joan I el rei caçador i músic, Barcelona, Aedos, 1959.
José María Salrach Marés
