Fortuño Almela, Pascual. Villarreal (Castellón), 3.III.1886 – Castellón de la Plana, 8.IX.1936. Hermano menor franciscano (OFM), mártir, beato.
Estudió en el colegio de los franciscanos de Villa- real, en el seminario menor de Balaguer (Lérida) y en el de Benissa (Alicante). Vistió el hábito franciscano en Gilet (Valencia) en 1905 y profesó en 1909. Fue ordenado sacerdote en Teruel en 1913. Lo destinaron al seminario de Benissa y en 1917 a Azul (Argentina), donde estuvo cinco años en ésta y en otras casas.
Reintegrado a la provincia franciscana de Valencia, vivió en Benissa y en Pego (Alicante), dedicado a la educación y formación de los niños seminaristas. Estuvo en Segorbe (Castellón) y en 1931 fue nombrado vicario del convento-noviciado de Santo Espíritu del Monte, en Gilet (Valencia). Al tener que abandonar este monasterio en 1936, se refugió con sus familiares en Villarreal (Castellón), pero fue detenido en casa de su hermana el 7 de septiembre de 1936 y encarcelado en el cuartel de la Guardia Civil. Fue asesinado en la madrugada del día 8, en la carretera entre Castellón de la Plana y Benicásim (Castellón). Contaba cincuenta años de edad. Sus restos se veneran en la iglesia de los franciscanos de Villarreal.
Otros hermanos menores franciscanos asesinados fueron: Miguel García Gilabert, beato Plácido —Benitachell (Alicante), 1.I.1895 – Denia (Alicante), 16.VIII.1936—. Hizo los estudios primarios en las escuelas nacionales de Benitachell y a los doce años ingresó en el seminario menor de Benissa (Alicante), donde cursó Humanidades. Hizo el noviciado en el monasterio de Santo Espíritu del Monte, en Gilet (Valencia), donde vistió el hábito en 1910. Profesó en Benigánim (Valencia) en 1914. Cursados brillantemente los estudios de Filosofía y Teología, fue promovido al presbiterado en 1918. Su ministerio principal fue el de la enseñanza en las casas de formación de la provincia franciscana de Valencia y en el colegio La Concepción de Onteniente (Valencia), del que fue guardián-rector. Se distinguió como predicador elocuente de la Palabra de Dios. Enseñó Humanidades en el seminario franciscano de Benissa (Alicante) y Teología, en el estudiantado franciscano de Concentaina (Alicante), donde también fue maestro de estudiantes. Por su capacidad intelectual y por sus aptitudes para la enseñanza, fue enviado a ampliar estudios en Roma, en la Facultad de Derecho y Moral del Pontificio Ateneo Antoniano, durante los años 1930-1933, donde obtuvo el grado de lector general.
De nuevo en su provincia franciscana de Valencia, enseñó Teología en el estudiantado franciscano de Onteniente. Al iniciarse la persecución religiosa, el 21 de julio de 1936 se refugió en casa de sus familiares de Benitachell (Alicante). Pero el 15 de agosto lo detuvieron y, subido a un camión, lo pasearon por todo el pueblo para que todos los vecinos se enteraran.
El día 16 fue conducido en el mismo camión a la Plana de Denia. Los milicianos le invitaron a apearse y a tomar la dirección hacia el pueblo, diciéndole que estaba libre. Apenas hubo empezado la marcha, le dispararon unos tiros dejándolo muerto en el acto.
Tenía cuarenta y un años de edad. Sus restos se veneran en el altar de San José de la parroquia de Santa María Magdalena de Benitachell (Alicante).
Jaime Pellicer Muñoz, beato Alfredo —Bellreguart (Valencia), 10.IV.1914 – Gandía (Valencia), 4.X.1936—. Recibió las primeras letras en las escuelas nacionales de su pueblo. A los once años ingresó en el seminario menor franciscano de Benissa (Alicante), donde cursó las Humanidades.
A los dieciséis, comenzó el noviciado para la Orden franciscana en el monasterio de Santo Espíritu del Monte, en Gilet (Valencia), donde vistió el hábito en 1930. Ante los alborotos callejeros producidos en abril de 1931 disolvieron el noviciado y enviaron a los novicios a casa de sus familiares, regresando a Bellreguart, con sus padres. Invitados a continuar el noviciado, estuvo en el convento franciscano de Pego (Alicante) y luego en Onteniente (Valencia), donde estudió Filosofía y un curso de Teología, y profesó el 5 de julio de 1936. El día 21, los religiosos se vieron forzados a dispersarse y él se refugió en casa de sus padres, en Bellreguart (Valencia), donde estuvo hasta el 4 de octubre, día en que fue detenido mientras en la familia se disponían a celebrar la fiesta de san Francisco. Fue conducido al Comité, donde algunos le recomendaban que renegase de Dios y se casase, a lo que él, ante la admiración de todos, respondía que prefería una y mil veces la muerte antes que abandonar su fe y su estado. Su asesinato tuvo lugar el día 4 de octubre de 1936, hacia las tres de la tarde, en el lugar llamado “La Pedrera”, a unos tres kilómetros de Gandía (Valencia), en dirección a Valencia. Contaba veintidós años de edad. Sus restos mortales se veneran en una capilla de la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel de Bellreguart (Valencia).
Juan Bautista Mollar Ventura, beato Salvador —Manises (Valencia), 27.III.1896 – Paterna (Valencia), 27.X.1936—. De joven solía retirarse en el monasterio franciscano de Santo Espíritu del Monte, en Gilet (Valencia), brotándole pronto la vocación. Vistió el hábito en dicho monasterio, en 1921 en calidad de hermano laico. En el mismo lugar hizo la profesión simple en 1922 y la solemne en 1925. Su vida religiosa se desarrolló entre los conventos de Santo Espíritu del Monte y Benissa (Alicante), menos una corta temporada que estuvo en Madrid. Desempeñó siempre el cargo de sacristán, con gran esmero y pulcritud.
Cuando en julio de 1936 tuvo que abandonar el convento, se refugió en casa de unos bienhechores.
Al arreciar la persecución religiosa, por no comprometerlos, decidió buscar asilo en casa de sus familiares, en Manises (Valencia), donde permaneció un mes haciendo vida retirada y ayudando en los trabajos domésticos.
El 13 de octubre de 1936, se presentaron unos milicianos, lo detuvieron y lo llevaron al convento de las madres carmelitas de Manises, convertido en cárcel, donde estuvo hasta el día 27 de octubre en un cuarto muy pequeño. Lo asesinaron en la noche del 26 al 27 de octubre de 1936, en Picadero de Paterna (Valencia), a los cuarenta años de edad.
Sus restos fueron trasladados a la parroquia de San Juan Bautista, donde actualmente se veneran.
Estos cuatro hermanos menores franciscanos fueron beatificados por Juan Pablo II, en Roma, el 11 de marzo de 2001.
Bibl.: F. Lloréns, Rutas de Sangre, Dolor y Amargura, La Acción Antoniana, Valencia, Semana Gráfica, 1946; V. Cárcel y R. Fita, Mártires valencianos del siglo xx, Valencia, Edicep, 1998; B. Agulló, Mártires de la Provincia Franciscana de Valencia, Aragón y Baleares, Petra (Mallorca), 2001; A. Llin, Una Florecilla de San Francisco. Salvador Mollar Ventura, Valencia, Edicep, 2001; B. Agulló, Martirologio del siglo xx. Provincia Franciscana de Valencia, Aragón y Baleares, Valencia, Imprenta Nácher, 2004; A. Ferri Chulio, “Beato Pascual Fortuño Almela”, Año cristiano IX, septiembre, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 2005, págs. 216-230; M.ª E. González Rodríguez, Los primeros 479 santos y beatos mártires del siglo xx en España. Quiénes son y de dónde vienen, Madrid, Editorial EDICE, 2008, págs. 527-534.
María Encarnación González Rodríguez
