Fernández de Córdoba, Manuel. Chuquisaca (Bolivia), 1773 – Mecapaca (Bolivia), 4.III.1842. Clérigo, deán y obispo.
Hijo de Miguel Tadeo Fernández de Córdoba y de Clemencia Gómez de Melo. Se traslada con sus padres de Moquegua a Arequipa. Ingresa en el Seminario de San Jerónimo a título de lengua general y, previa dispensa por el defecto de ser tuerto del ojo izquierdo, realiza la primera tonsura (17 de agosto de 1797). Mientras, el obispo Pero José Chaves de la Rosa le confirió órdenes menores (18 de septiembre de 1797), el subdiaconado (24 de septiembre de 1797), el diaconado (28 de octubre de 1797 y las órdenes mayores (3 de marzo de 1798). Asume el curato de Candarave y hacia 1800 se traslada al de Salamanca, en la provincia de Condesuyos. “Desde su parroquia incitó al pueblo para que prestase su apoyo a los patriotas” (Tauro) acaudillados por el brigadier indígena Mateo García Pumacahua (1814), y cuando éste fue derrotado (11 de marzo de 1815), el obispo Luis Gonzaga de la Encina dispuso que el sacerdote sedicioso fuese procesado, pero después de la batalla de Ayacucho fue reconocido por Simón Bolívar que le nombró vicario general del Ejército. Influyó ante el obispo José Sebastián de Goyeneche para que le concediera la vacante deanato del cabildo diocesano de Arequipa y, asimismo, le designara provisor del obispado, pues pretendían revocar a los eclesiásticos partidarios del poder virreinal por los independentistas, como apunta Tauro. Colaboró con el prefecto, general Antonio Gutiérrez de la Fuente, como presidente de la Junta departamental en la creación del cementerio de la Apacheta, y como presidente de la Dirección de Estudios promovió la fundación del Colegio Nacional de la Independencia Americana y de la Universidad de San Agustín. Unos años más tarde, en 1826, el Consejo de Gobierno, presidido por el general Andrés de Santa Cruz, le propuso para ocupar la vacante de la diócesis de Ayacucho (noviembre de 1826), para lo cual se lo comunicó al cabildo (14 de diciembre de 1826), pero la decisión fue revocada por acuerdo del Congreso Constituyente (1 de octubre de 1827). Poco tiempo después afianzó su relación con aquel mandatario, ascendido a la presidencia de Bolivia, y secundó sus planes para la creación de una confederación (Tauro), pero el deán fue implicado en un proceso por el delito de infidencia, seguido en 1829 en Arequipa contra un grupo de militares y ciudadanos, pero como se dio a la fuga no pudieron someterlo al interrogatorio por parte de los jueces especiales, y la cuestión terminó cuando aquél nombró al deán Manuel Fernández de Córdoba obispo de Santa Cruz de la Sierra (1830). Seguidamente se despidió del obispo Goyeneche (26 de febrero de 1831) y viajó a La Paz donde fue consagrado por el obispo Francisco de Paula León de Aguirre (14 de agosto de 1831), y después de ser promovido a la diócesis de La Paz (1840), y mientras realizaba una visita pastoral murió en el pueblo de Mecapaca, de Bolivia, el 4 de marzo de 1842.
Bibl.: A. Tauro, “Manuel Fernández de Córdoba”, en VV. AA., Enciclopedia ilustrada del Perú. Síntesis del conocimiento integral del Perú, desde sus orígenes hasta la actualidad, Lima, Peisa, 1987.
Miguel Héctor Fernández-Carrión