Gosvinta. Gosvinta Regina. ?, p. m. s. vi – ¿Toledo?, 588. Reina de España.
En primeras nupcias Gosvinta contrajo matrimonio con el rey Atanagildo (549-567). Como las dos hijas logradas en ese matrimonio —Gailsvinta y Brunequilda— tenían ya una edad núbil, e incluso para quedarse de inmediato preñada en el caso de la segunda, cabe suponer que Gosvinta casase con Atanagildo hacia el 555. Una fecha ésta muy significativa en el reinado de Atanagildo, pues fue en marzo de ese año cuando los nobles que apoyaban a su rival Agila le asesinaron en Mérida, uniéndose a él y restableciendo en su persona la unidad de la Monarquía goda amenazada desde fuera por los bizantinos.
En ese caso pudiera pensarse que el matrimonio con Gosvinta facilitara la unión. Atanagildo pertenecía a un linaje nobilísimo, siendo muy probable que éste no fuera otro sino el de los Baltos, fundamento de la etnogénesis visigoda. Por lo que, si Gosvinta aportó también influencia y clientela entre la nobleza goda, resulta necesario concluir que ésta era miembro de una muy poderosa familia. Una importancia por sí sola de Gosvinta en su unión con Atanagildo que se testimoniaría en el mismo nombre dado a una de las hijas de la pareja, Gailsvinta, aliterado con el de su madre conforme a lo que sería una tradición onomástica de su linaje.
Esa influencia y poder de Gosvinta sin duda que se acrecentó con los propios de Atanagildo, a la muerte de éste sin hijos varones. Esa posición clave de la viuda Gosvinta, especialmente entre la nobleza goda asentada en la Península Ibérica, en el Mediodía y en Toledo principalmente, su segundo matrimonio con Leovigildo, cuando éste fue asociado al trono por su hermano Liuva I en 568-569. Pues Leovigildo procedía de un linaje probablemente de origen ostrogodo cuyo poder e influencia radicaban en Septimania y no en España.
Estas poderosas razones políticas del matrimonio de Gosvinta con Leovigildo explican suficientemente la singular posición de que gozó durante el reinado de éste, influyendo decisivamente en la política a pesar de no haber dado hijos al Rey. Sin duda que a su influencia se debería la alianza matrimonial con la casa real de Austrasia, donde era Reina su hija Brunequilda, haciendo que el primogénito de Leovigildo, Hermenegildo (fallecido en 585), casara con Ingunda. A su influencia se debería la adjudicación a Hermenegildo de un específico territorio donde ejercer sus funciones de asociado al trono, y no cabe la menor duda de que intrigó para el estallido de lo que sería la rebelión de éste contra su padre. Y a pesar de ello Gosvinta no sufrió represalia alguna por parte de su marido, que en todo caso trató de equilibrar su influencia entre los merovingios con la alianza con Chilperico (fallecido en 584) de Neustria, con quien tenía una faida Brunequilda y Gosvinta, en razón del asesinato de su hermana e hija Gailsvinta.
Las fuentes contemporáneas coinciden en que Gosvinta era una arriana casi fanática. Y es posible que el bautismo católico de Hermenegildo y su utilización como legitimación ideológica de su rebelión en absoluto gustasen a su madrastra. Sin embargo, ese hecho no impidió que se sintiera unida a su hija Brunequilda en su faida contra Recaredo, causante final de la muerte de su hermano Hermenegildo y, por extensión, del desgraciado final de Ingunda. Por eso cuando Recaredo sucedió a su padre Leovigildo a principios de la primavera de 586 de modo tal que al suceder a su padre Recaredo consideró prudente realizar un versippung en el linaje de Gosvinta y Brunequilda, adoptando como madre a la primera y comprometiéndose así a preservar su posición y seguridad.
Sin embargo, la decisión firme de Recaredo de realizar la unidad religiosa de su reino en el Catolicismo, expuesta ya sin tapujos en enero del 587, debió de enojar a Gosvinta. De modo que ésta no sólo pudo influir en que el pactado matrimonio de Recaredo con la princesa Clodosinda de Austrasia no se llevara a efecto, sino que pudo intrigar de nuevo a favor de las rebeliones de obispos y nobles godos que estallaron a lo largo del 588. Afortunadamente para todos Gosvinta fallecía en Toledo en la segunda mitad de ese año de muerte, a lo que parece, natural.
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Luis Agustín García Moreno