Tiel, Justus. ¿Flandes?, p. s. XVI – Madrid, 1595. Pintor.
Posiblemente de origen flamenco es poco lo que se sabe de este pintor antes de que empiece a trabajar para Felipe II. Su obra más celebre es el Retrato alegórico del príncipe Felipe (III) cuando éste contaba doce años, esto es, entre 1590 y 1591. Aunque hoy se encuentre en el Museo del Prado, desde que fue pintado decoró las paredes del Alcázar madrileño. A partir de este momento parece que sirvió al Rey, aunque sin gajes, como él mismo declaraba en una petición de 500 doblas que se destinaron, finalmente, a las obras del Archivo de Simancas: “Juste tilens pintor de V. M.d teniendo consideraçion a que por no haver llevado gajes y haver tenido muchas enfermedades esta muy enpeñado y con neçes[ida].d” (Archivo Histórico Nacional, Consejos, leg. 4412, fol. 3, Madrid, 4 de febrero de 1591). Se ha supuesto que Justus Tiel se encontraba activo en Roma, ya que cuatro de los retratos de pontífices, dos póstumos de Urbano VII (septiembre de 1590) y otros dos de Clemente VIII (1592-1605), que se entregaron al Monasterio de El Escorial en julio de 1593 eran de su mano, aunque posiblemente éstos se pintaron en Madrid durante los años en que trabajó para Felipe II. El pontificado de ambos era posterior a las dos series que se enviaron de Roma para la Celda Prioral en y para la Biblioteca, ésta última por Chacón en 1586, y vendrían a completarlas.
Parece que Tiel estuvo poco tiempo al servicio de Felipe II como pintor. En el Registro de billetes que por mandado de SM se escriben a diversos ministros (Archivo del Instituto del Conde de Valencia de Don Juan, envío 92, caja 133, fol. 85) hay uno fechado en San Lorenzo de El Escorial, el 23 de julio de 1593, y dirigido a Laguna, en el que se le apremia para que se libre su salario: “Dize su Mag.d que v.m. ordene que luego se libre a Justo Tielens pintor de Su M.d lo que se le deve de su salario para q con ello pueda remediar su necessidad y que no aya dilacion en ello”. Por una Cédula Real fechada el 25 de agosto de 1593 se le abonan 40.000 maravedís en concepto de gajes desde enero de 1592 hasta final de abril de 1593 [Archivo General de Palacio (AGP), Sección Administrativa, leg. 6725 (cuentas del maestro de cámara), fols. 82, 631). En AGP (Adm., leg. 6725, 1221) se comprueba que falleció en septiembre de 1595, ya que por una Cédula fechada el 10 de mayo de 1597 se libraron 70.500 maravedís a los herederos “de Juste tieles pintor que fue de la casa de su Mag.d que se le restaron deviendo de sus gajes desde mayo de 1593 hasta fin de septiembre de 1595 en que falleçio”. El 30 de septiembre de 1595 se dirigió un billete a Luis Mexía conforme al cual “Su Mag.d manda q[ue] a Catalina Garcia viuda de Juste Tirlens pintor de su Mag.d cuyo memorial va aqui no se le quite la posada hasta q Su M.d mande otra cosa” (Instituto Valencia de Don Juan, E 92, caja 133, fol. 267v.). Quizá durante este tiempo pintase los retratos de pontífices que se entregaron en julio de 1593 al Monasterio escurialense y otro lienzo con un paisaje y dos azores que se describe entre los bienes de Felipe II en el Alcázar de Madrid.
Parece que, tras la muerte de su marido, la viuda pasase a residir junto a su madre, de igual nombre, en Aranjuez. Allí estaba como estante en 1597. En este año otorgó un poder al arquero Enrique Cook, autor de la famosa relación del viaje de Felipe II en 1585, para que cobrase en Madrid los gajes que se le seguían debiendo de su marido.
Parece que estuvo vinculado a Aranjuez, ya que figura en 1594 junto al jardinero de Aranjuez Maturin Roet como testamentario de su suegro Pedro Neton, también jardinero, quien tenía ciertas tierras que heredó de sus padres en Tournai, en aquel tiempo en los Países Bajos.
Aparte de los retratos, pintó algunos cuadros de paisajes con azores que se elencan entre los bienes que quedaron cuando fallece Felipe II y cultivó el género de pintura religiosa, como atestigua una Santa Catalina en colección particular firmada “Justus Thielens”.
Obras de ~: Alegoría de la educación de Felipe III, Museo del Prado, Madrid; Santa Catalina, colección particular.
Bibl.: F. J. Sánchez Cantón, Los pintores de cámara de los Reyes de España, Madrid, Fototipia de Hauser y Menet, 1916, pág. 57; Fr. J. Zarco Cuevas, Inventario de las alhajas, relicarios, estatuas, pinturas, tapices y otros objetos de valor y curiosidad donados por el rey don Felipe II al Monasterio de El Escorial. Años de 1571 a 1598, Madrid, Real Academia de la Historia, 1930, págs. 137 y 990-993; F. J. Sánchez Cantón, Inventarios Reales. Bienes Muebles que pertenecieron a Felipe II, Archivo Documental Español, I, Madrid, Real Academia de la Historia, 1956-1959, II, pág. 373, 5.001; A. E. Pérez Sánchez, “Justus Tiel, pintor del Rey”, en Archivo Español del Arte, 35 (1962), págs. 328-329; G. de Andrés, “Relación de las pinturas enviadas a Felipe II desde Roma para El Escorial en 1587”, en Documentos para la Historia del Monasterio de San Lorenzo el Real de El Escorial, Madrid, Aedes,VIII, 1965, pág. 131; M. Agulló y Cobo, Más noticias sobre pintores madrileños de los siglos XVI al XVIII, Madrid, Ayuntamiento, 1981, pág. 191; F. Marías, “La re/presentación del heredero: la imagen del Príncipe de Asturias en la España de los Austrias”, en P. Barceló y V. Mínguez (dir.), Ceremoniales, ritos y representaciones del poder, Castellón de la Plana, 2004, págs. 109-142; A. Pérez de Tudela, “La educación artística y la configuración de la imagen del príncipe Felipe (III)”, en J. Martínez Millán, La corte de Felipe III y el gobierno de la monarquía católica, Madrid, Universidad Autónoma, Mapfre, Fundación Tavera, 2008.
Almudena Pérez de Tudela y Gabaldón
