Sobrecueva Miyar, Basilio. Corao (Asturias), 14.VI.1834 – 13.I.1890. Relojero y fabricante.
Nace en Coraín, Corao, Cangas de Onis (Asturias) hijo de Miguel de Sobrecueva y de la Barcena y de Ignacia Miyar y Con. Perteneciente a una familia rural asturiana, dedicada principalmente a la ganadería, realizó sus primeros estudios en la escuela de Corao- Castiello, fundada por su pariente Alonso Sobrecueva (año 1690) que alternó con el trabajo del pastoreo como todos los chicos de su edad. Fue despierto, buen estudiante, con grandes dotes de ingenio y muy habilidoso para las manualidades.
A la edad de trece años (1847), marchó para Madrid a casa de su tío Benito Miyar, sucesor del librero liberal Antonio Miyar, donde en el año 1851 se encontraba estudiando en las aulas de delineación en Bellas Artes y al mismo tiempo trabajaba con el relojero de palacio Garter (alemán) establecido en la calle Sevilla de la capital, donde aprendió el oficio de relojero.
En marzo de 1857, se estableció en Gijón. Por estas fechas construyó el reloj n.º 1 (Ojo de buey) con la firma de b. sobrecueva – corao.
En 1862 se estableció en Bilbao de paso para Suiza donde quiso perfeccionarse en la relojería de bolsillo.
En 1869 se encontraba trabajando en Gijón, en 1870 se trasladó a Oviedo, donde su amigo don Anselmo González del Valle le animó a montar una fabrica de todo tipo de relojes ofreciéndole la cantidad de 60.000 duros para tal empresa, dinero que no aceptó temeroso de que no resultase bien y poner en riesgo el capital de un amigo.
A la edad de treinta y siete años (1871), se trasladó a Corao donde al amparo de su familia montó un primer taller en casa de sus abuelos, cuyos relojes salieron con la firma en la esfera b. sobrecueva – corao y la numeración en la platina.
En 1875 construyó un reloj monumental para el instituto del Santo Cristo de Luanco (Asturias) y seis relojes de bolsillo. Dos años más tarde comenzó la construcción de la fábrica de relojes. Dos años más tarde, en la visita que realiza Alfonso XII a Covadonga, le regalaron un reloj ojo de buey que esta colgado actualmente en la sala de los armeros en el palacio de Oriente, figura en el catalogo de patrimonio.
En 1882, comenzó el funcionamiento de la fábrica de relojes con quince empleados, el producto sale al mercado con la marca b. sobrecueva miyar y cia – corao. En ese mismo año, el rey Alfonso XII, le nombró caballero de la orden de Carlos III y se adquirió por mediación de Posada Herrera, un reloj ojo de buey para la biblioteca del congreso de los diputados.
Falleció el 13 de enero de 1890 en Corao a la edad de cincuenta y cinco años, soltero y sin descendencia, dejando como herederos a sus padres.
La importancia de los relojes de Corao en la historia de las artes industriales de la relojería española es muy grande ya que era la única fábrica de relojes en toda la extensión de la palabra que había en España, donde se diseñaban los relojes, fabricaban todas sus piezas incluso las cajas de madera, saliendo de la fábrica un producto totalmente terminado. Los relojes se vendían, aparte de Asturias, en Madrid en la relojería Maurer de la calle Sevilla.
Los relojes de Corao se caracterizan por una línea sobria y sencilla, destacando a primer golpe de vista solamente la esfera con las horas.
Obras de ~: Reloj n.º 1 (ojo de buey), 1857; Reloj monumental para el instituto del Santo Cristo de Luanco (Asturias), 1875; Reloj ojo de buey de la sala de los armeros en el palacio de Oriente, 1879; Reloj Ojo de buey para la biblioteca del Congreso de los Diputados, 1882.
Bibl.: M. de Foronda y Aguilera, De Llanes a Covadonga..., Madrid, El Progreso Editorial, 1893.
Maximiano M. Blanco del Dago