Moragas y Gallisá, Antoni. Barcelona, 20.IX.1913 – 25.III.1985. Arquitecto y diseñador industrial.
Sobrino del arquitecto modernista Antoni María Gallisá, creció inmerso en el ambiente culto de la burguesía ilustrada catalana de la Segunda República y la Guerra Civil. Poco después, el 31 de diciembre de 1941, consiguió el título de arquitectura en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. En este tiempo entabla amistad con Josep Puig i Cadafalch, durante las vacaciones en la casa familiar de Argentona. De espíritu curioso e inquieto, humanista en toda la extensión de la palabra, imbuido del novecentismo, el pragmatismo anglosajón de William James, la idea de preeminencia de la cultura según Burkardt y el pensamiento liberal de D’Ors, Ortega y Gasset y Popper, ya en los años de estudiante formó parte del grupo autodenominado “Cofradía de Hombres de Bien” cuyo interés común era la cultura clásica. El gusto por las tertulias y las peñas fue una constante a lo largo de su vida, haciéndose acreedor a una merecida fama de hombre elegante, justo y batallador.
Asimismo, coleccionista de cerámica medieval catalana y asiduo al Liceo y al Palau de la Música, era un amante de su ciudad natal, en la que vivió siempre y donde desarrolló una intensa labor de revitalización cultural, contribuyendo al auge que vivió en la década de 1960, como miembro del Club 49, decano de Edicions 62, presidente de El Mon, Edigsa y Omnium, vocal de la Junta de Museos de Barcelona y desde los diferentes cargos que ocupó en el Colegio de Arquitectos, con el propósito firme de insertar la actividad profesional del arquitecto en una dinámica de progreso y compromiso, considerando la arquitectura y el urbanismo como un hecho social y cultural y no una mera cuestión de estilo.
Casado con María Spa, su hijo Antoni Moragas Spa ha seguido sus pasos como arquitecto y diseñador.
Durante el tiempo que ocupó la vocalía de cultura del Colegio de Arquitectos de Cataluña y Baleares (1949- 1955) trajo a parte de las más destacadas personalidades europeas de la profesión: Alberto Sartoris, Alvar Aalto, Bruno Zevi, Gaston Bardet, Nikolaus Pevsner, Gio Ponti, Alfred Roth, etc., con algunos de los cuales entabló una amistad sólida. Este mismo año ganó el concurso sobre vivienda económica convocado por el COAC junto a otros cinco: José María Sostres, Francesc Mitjans, Ramón Tort, Josep Antón Balcells y Antonio Perpiñá. El proyecto otorga un lugar de absoluta preeminencia al texto, poniendo en evidencia hasta qué punto era determinante la consideración de la coyuntura económica y social del momento, en plena posguerra cuando la arquitectura catalana languidecía, mientras que en otros ambientes despuntaban interesantes y atrevidas iniciativas, como las revistas Ariel y Cobalto, en el literario, o Algol y Dau al Set, en el plástico. En este contexto, el 21 de agosto de 1951, los ganadores del concurso, a los que se unirán después Oriol Bohigas, J. A. Coderch, M. Vals, J. Gili y Josep Martorell, constituyen el Grupo R, con la mirada puesta en el extinto GATCPAC y en la recuperación de los valores del movimiento moderno, pero con una actitud revisionista, aproximándose en sus planteamientos al organicismo de raíz nórdica y anglosajona, más flexible a la hora de conservar materiales y formas autóctonos, vehículos idóneos de una labor didáctica encaminada a cultivar el gusto de la demanda de la manera menos traumática posible. Complementariamente a su trabajo, organizaron una serie de exposiciones en las Galerías Layetanas, entre 1952 y 1958. Este año, con el ciclo sobre “Economía y urbanismo”, comienzan los cursillos de conferencias, dedicados en 1959 al tándem “Sociología y urbanismo”, con la participación de Pierre George y Alfred Sanvy; una tercera tanda, sobre “Política y urbanismo”, fruto del intento de convertirse en una moderada plataforma de oposición política, no llegó a celebrarse. También, en 1953, 1955 y 1956 convocaron concursos de arquitectos jóvenes, no sólo provenientes de la Escuela de Barcelona, sino también de la de Madrid, las dos únicas existentes entonces en España. Por último, promovieron la creación del Centro de Materiales para la Arquitectura y Decoración de la Casa.
Entre 1955 y 1964 fue secretario del COAC y entre 1964 y 1966 ocupó el Decanato en un primer período, creando la Comisión de Cultura y propiciando la fundación del Sindicato Democrático de Estudiantes con su participación en la “Capuchinada”. Entre 1972 y 1974 volvió a ser decano presidente del COAC y en 1975 se retiró de la profesión, aunque desde su cargo en el Ayuntamiento de Barcelona y como presidente del FAD continuó en activo.
La arquitectura de Moragas se caracteriza por una gran expresividad, consecuencia del diálogo constante entre conceptos antagónicos difícilmente reconciliables: empirismo e idealismo, artesanía y tecnología, pragmatismo y poesía, sentido lúdico y trascendente… concretado en la síntesis de formas simples y materiales tradicionales con el expresionismo tecnológico. La estructura queda netamente diferenciada de la ornamentación, utilizando para cada elemento constructivo y funcional un material distinto. El énfasis en el resalte de tales elementos (tan del gusto de Sartoris) llega a veces al extremo del “brutalismo” inglés con el que guardan cierto parentesco algunos de sus últimos edificios, aunque las más de las veces está al servicio de texturar las fachadas y jugar con los materiales.
Todo ello más el patrón gestáltico a la hora de crear un objeto nos define al Moragas diseñador, que ya en 1954 gana el concurso Pro Dignificación del Hogar Popular. Eran tiempos en que los arquitectos tenían dos objetivos: reconstruir, tarea propia de una posguerra, y ampliar, para dar respuesta al fenómeno migratorio que experimentaron ciudades como Madrid y Barcelona. La mayoría de ellos, identificados con la Segunda Modernidad, conciben la arquitectura como un todo en el que se incluye el amueblamiento interior y el de los espacios urbanos; al no existir en aquellos momentos una industria de diseño en España son ellos los que diseñan, dando lugar a la protohistoria del diseño español. También en este ámbito de su actividad destacó como promotor, encontrándose en la gestación del frustrado IDIB (Instituto del Diseño Industrial de Barcelona) que da lugar al ADI (Asociación de Diseño Industrial), integrado en el FAD (Fomento de las Artes Decorativas), siendo su primer presidente entre 1960 y 1972 —en 1961 se le concedió el Premio Delta de Oro—, cargo que simultaneó durante un tiempo con la presidencia del FAD, ejercida entre 1968 y 1985.
Obras de ~: Cinema Fémina, Barcelona, 1949-1952; Hotal Park, Barcelona, 1950-1953; Cinema Arenas, Barcelona, 1954; Cinema Liceo, Barcelona, 1956-1959, Viviendas unifamiliares, Torredembarra (Tarragona), 1959-1960; La Casa dels Braus, Gran Vía de las Cortes Catalanas, Barcelona, 1959-1962; Interiorismo de la Secretaría del COACB, Barcelona, 1961; Edificio de viviendas, avenida Meridiana, n.os 302-304, Barcelona, 1961-1963; Edificio de viviendas, Vía Augusta, n.os 128-132 Barcelona, 1963-1964; Casa-taller de José María Subirats, carretera de Sant Cugat, Barcelona, 1965-1970.
Diseño industrial: Sillón y puf Cosy, Santa & Cole, 1957; Lámpara para la sede del COAC, Santa & Cole, 1957; Manecilla AM/1, Polinax, 1965.
Bibl.: VV. AA., Antoni de Moragas i Gallissá. Homenatge, Barcelona, Col-legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC), 1989; Antoni de Moragas i Gallissá. Clásicos españoles del diseño, Barcelona, COAC, 1991; A. Puig, Antoni de Moragas, diseñador, Barcelona, Santa & Cole., 1991, págs. 11-26; A. Vilaplana, “El primer año en el taller de Moragas Gallissá”, en Antonio Moragas, op. cit., 1991, págs. 27-30; O. Bohigas y Guardiola, “Antoni de Moragas i el Grup R”, en VV. AA., Antoni de Moragas i Gallisá, arquitecte, Barcelona, COAC, 1997, págs. 9-32; J. M. Montaner i Martorell, “L’arquitectura d’Antoni de Moragas”, en VV. AA., Antoni de Moragas i Gallissá, Barcelona, COAC, 1997, págs. 33-51; J. Corredor Mateos, “Inicios del diseño industrial español. Los años sesenta”, J. Carvajal Ferrer, “En los comienzos del diseño industrial en España” y A. de Moragas, “El Grupo R y el diseño industrial”, en VV. AA., Diseño industrial en España, Madrid, Ministerio de Educación y Cultura, 1998, págs. 45-50, págs. 81 y 82 y págs. 23-24, 46-47, 82, 87 y 127, respect.; R. Torrent y J. M. Marín, Historia del diseño industrial, Madrid, Ediciones Cátedra, 2005, págs. 443 y 446.
Isabel Hurley Molina