Ayuda

Menahem ben Jacob ben Saruq

Biografía

Saruq, Menahem ben Jacob ben. Tortosa (Tarragona), 910-920 – Córdoba, 960 post. Lingüista, exegeta y poeta hebreo de al-Andalus.

Nació en Tortosa entre 910 y 920. Se formó con su propio padre y fue en buena parte autodidacta, llegando a convertirse en prototipo del intelectual de la Sefarad de su tiempo. Jugó un papel decisivo en el nacimiento de la poesía y la filología hebrea en al-Andalus.

Su actividad tuvo lugar en la Córdoba califal de Abderramán III, donde el clima cultural y la tolerancia religiosa propiciaron la formación de un tipo de cortesano judío educado capaz de asimilar lo mejor de la cultura árabe. Atraído por el brillo de la corte califal, se estableció Menahem al servicio de la familia judía de los ben Shaprut. Su primer protector será Isac ben Hasday, padre del mecenas Hasday ben Shaprut, distinguido cortesano al servicio del Califa; Menahem sería su secretario y poeta de la familia, y al morir Isac, hará un trabajo similar para su hijo Hasday. En su nombre escribe las cartas a Helena, emperatriz de Bizancio, y al emperador Constantino Porfirogenetos hacia 948, interesándose por los judíos de Bizancio. En 954 envió otra interesante carta al Rey de los Jazares que lleva el acróstico de Hasday y el de su secretario. Algunas porciones de esas cartas son poéticas. Menahem emplea una técnica tradicional, aunque sus temas están muy lejos de los habituales en la poesía sinagogal de Oriente.

Hasday ben Shaprut vio clara la idea de que para llegar a una madurez cultural autónoma en Sefarad había que dedicarse también al estudio de la lengua hebrea, y así se lo pidió a su secretario, Menahem ben Saruq, que la estaba usando ya con elegancia para escribir su correspondencia. Hasday le encargaría la redacción del primer diccionario de raíces hebreas de la Biblia, el Mahberet, que él completó en lengua hebrea hacia 960. La decisión de escribir sobre la lengua hebrea en hebreo fue una determinación valiente: ni siquiera podía contar con una terminología consagrada en hebreo para tratar de estos temas, que no habían preocupado ni a los autores bíblicos ni a los rabinos.

Menahem comenzó por crear esa terminología básica.

Fue en este terreno un verdadero pionero, ya que acudió a la tradición rabínica y masorética, a la lingüística árabe, y a diversos campos semánticos, como el jurídico-religioso o el de la fisiología, para buscar una terminología apropiada, que correspondía a una imagen matizada y peculiar de la lengua entendida como un organismo vivo pero sometible a normas. Cuando quiso replicarle su rival Dunash ben Labrat, formado en los centros de saber de Babilonia, se sintió obligado a emplear también el hebreo, y lo mismo hicieron los discípulos de uno y otro. Al fin y al cabo, como recordaban los discípulos de Menahem, cada pueblo tiene su propia lengua y su propia métrica, y el legado recibido por los judíos no era en modo alguno inferior al de cualquier otro pueblo. Así comenzó a estudiarse la lengua hebrea en hebreo en Sefarad.

Pero al poco tiempo, Hasday haría caso a las críticas de los enemigos de Menahem, y éste cayó en desgracia.

Pudieron influir en ello las Teshuvot o “Respuestas” que poco después de 960 escribió el estudioso oriundo de Fez, Dunash ben Labrat contra el Mahberet, discutiendo sus conocimientos filológicos, censurando determinadas concepciones de carácter teológico, y observando cierta afinidad con el caraísmo.

Aunque es verdad que la secta caraíta, que se resistía a aceptar la tradición rabínica, tuvo adeptos entre los judíos de la Península Ibérica, no hay pruebas concluyentes de que Menahem perteneciera a ella. Pero es posible que en algunos puntos estuviera más cerca de algunos caraítas que del judaísmo tradicional.

Menahem se quejaría a su señor en una amarga carta de las penalidades a que se le sometió con tal motivo, olvidando sus méritos anteriores, al tiempo que reclamaba justicia frente a sus enemigos. No hay indicios de que la carta surtiera efecto ni de que Menahem volviera a ocupar su puesto. Nada más se sabe, ni sobre su vida ni sobre la fecha de su muerte. Sus discípulos, Isaac ibn Chiquitilla, Isaac ibn Capron y Yehudah ibn Dud se encargarían de responder con dureza a Dunash ben Labrat defendiendo el buen nombre de su maestro.

La Introducción al Mahberet de Menahem ben Saruq comienza recordando que Dios ha concedido al hombre como don especial la facultad del habla, a fin de que pueda expresarse adecuadamente, “haciendo que conozca lo que es apropiado para hablar con corrección”.

Ese término, “corrección,” implicaba el ideal de los lingüistas de volver a la lengua pura de la Escritura. Ése sería también el lenguaje empleado por los poetas andalusíes de las siguientes generaciones en sus composiciones seculares. Frente a la tendencia de los estudiosos judíos de Oriente de permitir nuevas formaciones analógicas, los andalusíes después de Menahem defenderían a ultranza la “pureza de la lengua”, el hebreo bíblico.

Menahem intenta clasificar la lengua de la Biblia a partir de la búsqueda de un elemento primitivo, básico, que permita la explicación de las formas que aparecen en el corpus lingüístico. A diferencia de otros lingüistas árabes y judíos, Menahem buscaba ese elemento como una estructura estática, inmóvil e inmutable, desde una perspectiva sincrónica. Para Menahem la lengua se explica desde núcleos de consonantes “radicales”, que se mantienen por sí mismas o, cuando no alcanzan el número necesario (de tres), con ayuda de otras consonantes “serviles”. Su método resultaba sin duda particularmente discutible al aplicarse a los llamados “verbos débiles” hebreos, que pierden alguna de sus consonantes básicas en la flexión verbal.

Consecuente con su idea sobre el carácter único del Hebreo como “lengua santa”, Menahem se opone al empleo de métodos comparatistas que pondrían a su mismo nivel otras lenguas como el arameo o el árabe, distanciándose así de la corriente mayoritaria de los lingüistas hebreos de su tiempo.

Merece la pena destacar también en este lugar la estrecha conexión que se da en al-Andalus entre filología e interpretación de la Escritura. El Mahberet de Menahem es en realidad un diccionario exegético, una ayuda fundamental para el comentario de la Biblia. Puede verse en realidad como un comentario o interpretación de la totalidad de la Escritura, desde un punto de vista filológico y literal, muy distinto del método seguido en los escritos rabínicos anteriores, sin seguir el orden de los capítulos y versículos, sino según el orden alfabético de las raíces. El Mahberet incluye más de doce mil citas del texto bíblico; el mero hecho de agrupar varias citas en una misma sección, sin precisar más su significado (probablemente por estimar que éste está muy claro y evidente) es ya una interpretación. Más explícita aún es esa interpretación del sentido básico del texto cuando el autor precisa la significación compartida por ese grupo de citas. Además, en los excursos y en el mismo cuerpo del diccionario, se entremezclan cuestiones casi más exegéticas que filológicas, y se aborda el tema de los vocablos menos conocidos o frecuentes de la Escritura. Estos últimos, los hapax legomena, los intenta explicar Menahem desde el contexto, desde la misma Escritura, manteniéndose así en coherencia con sus principios fundamentales, que significan casi una excepción en la historia de la filología hebrea medieval.

Se ha aludido ya brevemente a las muestras de su obra poética que se han conservado. Apenas se conocen algunos versos aislados de poetas hebreos andalusíes que le precedieron. Menahem es, sin duda, el primer poeta hebreo de cierta talla sobre el suelo de la Península. Se conservan algunas composiciones laudatorias que seguramente escribió él mismo. A diferencia de la poesía mayoritariamente utilizada hasta el siglo x en Oriente, no se trata de poemas sinagogales, sino de una poesía escrita para la vida de la Corte.

Los comienzos de lo que se llamará más tarde “poesía secular” hebrea. El vocabulario es fundamentalmente bíblico, muy distinto del que se emplea en los poemas litúrgicos orientales. Sin embargo, no utiliza todavía el metro cuantitativo de origen árabe, que introducirá poco más tarde su rival, Dunash ben Labrat.

Obras de ~: The first Hebrew and Chaldaic Lexicon to the Old Testament, compiled in the tenth century by Menahem ben Saruk, the Spaniard, ed. y trad. de H. Filipowski, London, J. Madden, 1854; Mahberet Menahem, ed. crít., introd. y notas de Á. Sáenz-Badillos, Granada, Universidad, 1986.

Bibl.: S. Gross, Menahem ben Saruq, mit Berücksichtigung seiner Vorgänger und Nachfolger, Breslau, Schletter, 1872; D. Kaufmann, “Das Wörterbuch Menahem ibn Saruk’s nach Codex Bern 200”, en Zeitschrift der Deutschen Morgenländischen Gesellschaft (ZDMG), 40 (1886), págs. 367-409; W. Bacher, Die hebräische Sprachwissenschaft vom 10. bis zum 16. Jahrhundert (= J. Winter, A. Wünsche, Die jüdische Literatur, vol. II, Trier, 1892, págs. 133-235); W. Bacher, “Die Anfänge der hebräischen Grammatik”, en ZDMG, 49 (1895), págs. 1-62 y 335-392; H. Schirmann, Ha-shira ha-‘ivrit bi- Sfarad uve-Provence, vol. I, Jerusalem, Mosad Bialik, 1954- 1956, págs. 310; Sh. Morag, “Re‘shit ha-millona‘ut ha- ‘ivrit we-ha-‘aravit.”, en Molad, 3 (26), 1970-1971, págs. 575582; E. Ashtor, The Jews of Muslim Spain, vol. I, Philadelphia, Jewish Publication Society of America, 1973-1984, págs. 244 y ss.; A. Sáenz- Badillos, “En torno al Mahberet de Menahem ben Saruq,” en Miscelánea de Estudios Árabes y Hebreaicos, vol. 25,2 (1976), págs. 11-50; C. del Valle Rodríguez, “La exégesis bíblica de Měnahem ben Saruq”, en Revista Catalana de Teología, 2 (1977), págs. 485-499; La escuela hebrea de Córdoba: los orígenes de la escuela filológica hebrea de Córdoba, Madrid, Editora Nacional, 1981; Die Anfänge der hebräischen Grammatik in Spanien, Amsterdam, John Benjamin, 1981 [separata de Historiographia linguistica, VIII, 2-3, (1981)] (en C. H. M. Versteegh et al. (eds.), The History of Linguistics in the Near East, Amsterdam, 1983, págs. 153-165); Die Grammatikalische Terminologie der fruehen Hebraeischen Grammatikern, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Instituto “Francisco Suárez”, 1982; A. Sáenz-Badillos, “Leshono shel Menahem ben Saruq,” en Kenes Paris, Brit Ivrit Olamit, oct. 1982, (Jerusalem, 1985), págs. 69-75; Y. Yahalom y Á. Sáenz-Badillos, “‘Arikhah we-nusah bekitve ha-yad shel Mahberet Menahem”, en Leshonenu, 48/9 (1985-1986), págs. 253-268; A. Sáenz-Badillos, “Los ‘hapax legomena’ bíblicos en Menahem ben Saruq,” en C. Muñoz León (ed.), Salvación en la Palabra: Targum-Derash-Berith: En memoria del profesor Alejandro Díez Macho, Madrid, Ediciones Cristiandad, 1986, págs. 783-809; A. Sáenz-Badillos, “La filología hispanohebrea del siglo x como exegesis”, en Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos, vol. 36,2 (1987), págs. 7-28; E. Fleischer, “Le-qadmoniot shiratenu bi-Sfarad: ‘iyyun be-shirim u-fiyyutim shel r. Menahem ben Saruq,” en Asufot, 2 (1988), págs. 227-269; A. Sáenz-Badillos y J. Targarona, Poetas hebreos de al-Andalus, Córdoba, El Almendro, 1988, págs. 23-27; Gramáticos hebreos de al-Andalus, siglos x-xii, Córdoba, El Almendro, 1988; E. Fleischer, Qobes ma’amarim le-zikro shel H. H. Ben-Sasson, s. l., 1989, págs. 197 y ss.; I. Eldar, “’Askolat ha-diqduq ha-’andalusit: těqufat ha-rešit.”, en Pě‘amim, 38 (1989), págs. 21-33; F. Pérez Castro, Poesía secular hispano-hebrea, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas-Instituto de Filología, 1989, págs. 3 y ss.; R. Steiner, “Meaninglessness, Meaningfulness, and Super-meaningfulness in Scripture: An Analysis of the Controversy Surrounding Dan 2:12 in the Middle Ages.”, en Jewish Quarterly Review (JQR), 82 (1992), págs. 431-449; Sh. Morag, “Mahaloqet Menahem we-Dunash we-tahalikh ha-tehiyyah ha-‘ivrit bi-Sfarad.”, en Pě‘amim 56 (1993), págs. 4-19; J. F. Elwolde, “The Mahberet of Menahem–Proposals for a Lexicographic Theory, with Sample Translation and Notes”, en J. Davies, G. Harvey y W. G. E. Watson (eds.), Words Remembered, Texts Renewed. Essays in Honour of John F.A. Sawyer, Sheffield, Sheffield Academic Press, 1995, págs. 462-479; H. Schirmann, The History of Hebrew Poetry in Muslim Spain [en hebreo], ed., y notas de E. Fleischer, Jerusalem, The Magnes Press, 1995, págs. 99 y ss.; A. Sáenz-Badillos y J. Targarona, Los judíos de Sefarad ante la Biblia. La interpretación de la Biblia en el Medievo, Córdoba, El Almendro, 1996; A. Sáenz-Badillos, “Early Hebraists in Spain: Menahem ben Saruq and Dunash ben Labrat”, en M. Sæbø, Ch. Brekelmans y M. Haran (eds.), Hebrew Bible. Old Testament. The History of its Interpretation, Vol. I. From the Beginnigs to the Middle Ages. Part 2. The Middle Ages, Göttingen, Vandenhoeck & Ruprecht, 2000, págs. 96-109.

Ángel Sáenz-Badillos

Relación con otros personajes del DBE

Biografías que citan a este personaje

Personajes citados en esta biografía

Personajes similares