Ayuda

Francisco Javier Cruzat

Biografía

Cruzat, Francisco Javier. Tafalla (Navarra), 10.III.1739 – Pensacola, condado de Escambia, Florida (Estados Unidos de América), 5.VII.1789. Militar, gobernador.

Fue el único gobernador español de la Alta Luisiana que ocupó dicho cargo en dos ocasiones. Nada sabemos sobre él antes de su llegada a la Luisiana con el Teniente General Alejandro O'Reilly en 1769, con el rango de capitán de granaderos. En 1775, el gobernador Luis de Unzaga le nombró vicegobernador de la Alta Luisiana, con sede en San Luis (Misuri), para suceder a Pedro José Piernas. Cruzat, que era menos comedido y más extrovertido que Piernas, era una buena opción para administrar la extensa región fronteriza. A los habitantes franceses de la Alta Luisiana les agradaba y, bajo su administración, se sintieron más cómodos con las costumbres del régimen español. Aunque su período inicial como vicegobernador fue breve, llegó en el momento crítico en que el estallido de la Revolución Estadounidense amenazó con intensificar el conflicto anglo-español en todo el valle del Mississippi. El nuevo gobernador de Luisiana, Bernardo de Gálvez, incondicionalmente pro-estadounidense, le sustituyó por el Capitán Fernando de Leyba.

Tras su regreso a Nueva Orleans (Luisiana), el capitán Cruzat participó en la campaña que encabezó Gálvez contra los británicos. Participó en la conquista de Baton Rouge (Luisiana) en 1779 y, a principios del año siguiente, fue ascendido al rango de teniente coronel. La repentina muerte de Leyba en San Luis en junio de 1780 llevó a Gálvez a reasignar a Cruzat a su puesto anterior. Dicha decisión fue popular entre los habitantes de San Luis. Cuando Cruzat regresó en septiembre de 1780, la situación era precaria. Poco antes de la muerte de Leyba, trescientos defensores reunidos apresuradamente habían repelido con éxito un asalto contra la ciudad por parte de una fuerza de soldados británicos, comerciantes canadienses y guerreros indios.

A su llegada, una delegación local le exigió una compensación por los servicios que habían prestado en defensa de la capital de la Alta Luisiana. Cruzat no pudo acceder a su petición, pero sus acciones durante los meses siguientes le permitieron recuperar la confianza de sus súbditos francoparlantes. Recurrió a sus dotes diplomáticas para negociar acuerdos con varias tribus indias y persuadirlas de que entregaran medallas y estandartes británicos a cambio de promesas de reemplazos españoles. Cruzat se quejó de que una escasez crónica de mercancías y existencias limitaba su eficacia, y lo obligaba a realizar compras a los comerciantes locales a precios inflados.

Los persistentes rumores de una nueva ofensiva en primavera contra San Luis llevaron a Cruzat a ordenar la construcción de una empalizada de tres metros de altura para su protección. A diferencia de Leyba, Cruzat no dudó en recurrir a la tesorería real para obtener suministros y equipos esenciales mientras los trabajadores erigían apresuradamente una empalizada de madera en todos los lados de la aldea excepto en los tramos naturalmente fortificados a lo largo del río.

Actuando por iniciativa propia, Cruzat envió una expedición militar por el río Illinois en enero de 1781, comandada por Eugene Pouree, capitán de la Segunda Compañía de la Milicia de San Luis. La fuerza, con la ayuda de tribus aliadas, lanzó un ataque sorpresa que destruyó el fuerte británico de San José (Michigan). Cruzat pretendía que la demostración de fuerza española evitara otro ataque a San Luis y que los vacilantes indios aliados volvieran al bando británico. Como mínimo, el éxito de la operación proporcionó a los asediados residentes de la Alta Luisiana un impulso de moral muy necesario. Aunque las acciones de Cruzat impidieron más ataques contra San Luis, no lograron controlar la influencia británica entre las tribus del valle superior del Mississippi. Lógicamente, con los recursos tan limitados a su disposición, poco más podía hacer Cruzat para revertir la caída de la fortuna de España.

Los artículos necesarios para el comercio indio todavía escaseaban en Nueva Orleans, donde un bloqueo británico parcial del golfo había interrumpido el comercio. Incluso cuando se podían adquirir dichos bienes, no había seguridad de que los envíos llegarían a San Luis. Los fugitivos británicos expulsados ​​de Natchez, luego de la conquista española de ese puesto, se unieron con frecuencia a los comerciantes ambulantes e indios para abordar y capturar a los barcos que intentaban viajar por el Mississippi. Ni siquiera la familia de Cruzat fue inmune a los ataques de los fugitivos. Cruzat estaba casado con Nicanora Ramos, natural de Cartagena (Murcia), y la pareja tuvo dos hijos, Antonio y José. Cuando Nicanora y los dos niños se dirigían a San Luis en mayo de 1782, una banda itinerante británica les capturó cerca de la actual Memphis (Tennessee). Los filibusteros les liberaron pero se quedaron con los cuatro mil quinientos pesos en efectivo destinados a los gastos del gobierno y el preciado cargamento de bienes indígenas consignados a los comerciantes de la Alta Luisiana. Nicanora falleció en San Luis en abril de 1786, pero ambos hijos vivieron para disfrutar de distinguidas carreras al servicio de España.

En 1787, Cruzat le cedió su puesto a Manuel Pérez en San Luis. Cruzat había obtenido un ascenso y había sido propuesto para comandar el Tercer Batallón recién creado en Pensacola. Falleció ejerciendo dicho cargo en el verano de 1789.

 

Bibl.: VV. AA., Biennial Report, Louisiana State Museum, Nueva Orleans, 1910; L. O. Christensen, W. E. Foley y G. Kremer, Dictionary of Missouri Biography, University of Missouri Press, 1999; G. C. Din, “‘For Defense of Country and the Glory of Arms’: Army Officers in Spanish Louisiana, 1766-1803”, en Louisiana History: The Journal of the Louisiana Historical Association, vol. 43, n.º 1 (2002), págs. 5–40.

 

Ángel Torre-Marín Díaz

Relación con otros personajes del DBE

Personajes similares