Pérez Demaría, Gregorio. El Cainejo. Caín de Valdeón (León), 1853 – 9.VII.1913. Pastor, cazador, guía de montaña y guarda mayor del Coto Real de los Picos de Europa.
De humilde condición, fue un osado cazador, pero su fama surgió al haber escalado el Naranjo de Bulnes (2519 metros) el 5 de agosto de 1904 acompañando a Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa de Asturias, y consiguiendo el primer ascenso a esa difícil montaña de los Picos de Europa. Esta ascensión está considerada como el punto de inicio de la escalada como deporte en España. El Cainejo hizo toda la escalada encabezando la cordada, y trepó por la cara norte con los pies descalzos, para, como él mismo afirmó, tener una mayor adherencia y sensibilidad en los pasos de mayor peligro y dificultad. Con anterioridad ya había realizado actividades montañeras de notable interés para la época, como el segundo ascenso y primero en solitario a Torre Santa (2596 metros), siguiendo la canal Estrecha, escalada ésta que repetiría más tarde con Pedro Pidal, así como la segunda ascensión al Torre Cerredo, cota más elevada de estas montañas (2648 metros). En 1906 sirvió de guía al francés Aymar d’Arlot, conde de Saint Saud, en una de sus expediciones por el macizo occidental de los Picos de Europa, y éste, valorando sus méritos como montañero, decidió bautizar una de las cumbres de esta zona como Torre Gregoriana, quedando así perpetuado su nombre en estas montañas que le vieron nacer.
A propuesta de Pedro Pidal, fue nombrado, por el rey Alfonso XIII, guarda mayor del coto de caza de los Picos de Europa que se extendía por los macizos central y oriental. En un encuentro con el Monarca, éste le preguntó si repetiría con él la escalada al Naranjo, a lo que le respondió, educadamente, que a otras montañas sí, pero que al Naranjo no, pues existía un notable riesgo.
Su hijo, Agustín Pérez Cuevas, en 1926, haría el número once en la lista de escaladores del Naranjo, y su nieta María Isabel Pérez Pérez, en 1935, sería la primera de las mujeres en alcanzar la cima de esta montaña (la segunda ascensión femenina tendría lugar una semana más tarde y también sería protagonizada por otra nieta de Gregorio Pérez).
Su muerte se produjo en su Caín natal como consecuencia de las heridas sufridas al ser acometido por un macho cabrío en la zona del Paré Agudos cuando andaba con el ganado. Su labor fue reconocida, como lo demuestra la existencia de monumentos y placas que recuerdan su figura en el Pozo de la Oración, en la vega de Urriello, en Camarmeña o en Caín, así como en la amplia narrativa sobre el Naranjo. Y, en 2004, al conmemorarse el centenario de la primera ascensión al Naranjo de Bulnes, además de tributarle todo tipo de reconocimientos a él y a sus descendientes, se le dedicaron sendas calles en su localidad natal de Caín y en la ciudad de León.
Bibl.: L. Fontán de Negrín, Aux Picos de Europa, Toulouse, 1907 (trad., pról., epíl., y notas de J. Á. Odriozola Calvo, En los Picos de Europa, Gijón, GH Editores, 1986); J. Fernández Zabala y P. Pidal y Bernaldo de Quirós, marqués de Villaviciosa de Asturias, Picos de Europa, contribución al estudio de las montañas españolas, Madrid, Club Alpino Español, 1918; A. d’Arlot, conde de Saint Saud, Monographie des Picos de Europa, 1922; P. Pidal, El Naranjo de Bulnes y Peña Santa, Covadonga 1925; J. Á. Odriozola Calvo, El Naranjo de Bulnes, biografía de medio siglo (1904-1954), Gijón, Esquí Club Alpino, 1967; J. R. Lueje Sánchez, Picu Urriellu o Naranjo de Bulnes, Gijón, 1972; El Naranjo de Pidal y el Cainejo: Picos de Europa, 1904-Aniversario adamantino, 1979, Oviedo, Grupo de Veteranos Montañeros Asturianos, 1979; M. Á. Adrados, Cordillera Cantábrica: escaladas selectas de los Picos de Europa al Valle de Teberga, Oviedo, Miguel Ángel Adrados, 1996; I. Rodríguez Cubillas, Naranjo de Bulnes, un siglo de escaladas, Madrid, Desnivel, 2000 (2.ª ed., 2004); Peña Santa, la perla de los Picos, Madrid, Desnivel, 2004; R. Lozano Álvarez, S. Morán e I. Rodríguez Cubillas, El Naranjo de Bulnes, el Cainejo y Caín, León, Lancia, 2004; F. Ballesteros Villar, Las historias del Naranjo de Bulnes, Oviedo, Laria, 2004 (2.ª ed., 2006); A. Merino, “Un siglo de los pioneros”, en El Mundo (Madrid), 5 de agosto de 2004; M. Á. Adrados, Cordillera Cantábrica: escaladas selectas de los Picos de Europa a la Babia, Oviedo, Miguel Ángel Adrados, 2006.
Isidoro Rodríguez Cubillas
