Tapary, Hilario. Paraguay, p. m. s. XVIII – América del Sur, f. s. XVIII - p. s. XIX. Indígena, expedicionario.
Es probable que haya provenido de alguna reducción guaranítica y que, bogando balsas río abajo, se hubiese fugado y radicado en Buenos Aires. Lo cierto es que en 1752 el bergantín San Martín había partido de Buenos Aires rumbo al puerto de San Julián (provincia argentina de Santa Cruz). Tupary viajaba como integrante de la expedición al servicio de Domingo de Basavilbaso, comerciante de Buenos Aires e iba a cargar sal y pescado de aquel puerto sureño. Tres indígenas, entre ellos Tupary y dos perros, quedaron en San Julián en espera del segundo viaje. “El día último de marzo o primero de abril de 1753, que fue a los 15 o 16 días de haber salido el bergantín del puerto de San Julián en su primer viaje, en los cuales hubo frecuentes lluvias, se acercaron a la isla como 200 indios y con la bajamar pasaron al rancho que tenían hecho los tres hombres que se quedaron e inmediatamente empezaron a tomarse todos los bastimentos que tenían, de bizcochos, yerba y tabaco y deshicieron los barriles de carne y tocino y después se fueron”. En sus declaraciones —dice Tapary— que los indios retornaron nuevamente y hasta los trataron con amabilidad, pero ante el temor de que los mataran al no encontrar más alimentos en sus ranchos, resolvieron dirigirse a Buenos Aires siguiendo la costa del mar, sin otra compañía que los perros que los ayudaron a cazar algunos zorrillos con que alimentarse durante la travesía. El indígena guaraní debió sufrir toda clase de penurias y peligros por las muchas tribus que habitaban la región y por parte de los animales salvajes. Cuenta Tapary que, atormentado por el hambre, se acercó un poco más la costa del mar logrando matar a un lobo
Bibl.: B. Mitre, “Robinson Argentino”, en La Ilustración Argentina (Buenos Aires) (1853); E. Udaondo, Diccionario Biográfico Colonial Argentino, Buenos Aires, Huarpes, 1945.
Margarita Durán Estrago