Andeyro y Aldao, Antonio. Granada, 1.IV.1774 – ¿Granada?, 1837 post. Magistrado, rector de la Universidad de Granada.
Abogado de la Chancillería de Granada desde 1794, en marzo de 1806 fue nombrado alcalde del crimen de su homónima de Valladolid. Durante la Guerra de la Independencia optó por servir al Gobierno de José I tras la conquista de la ciudad, y continuó trabajando en este tribunal como oidor, disfrutando de un sueldo de 20.000 reales anuales. Fue nombrado caballero de la Orden de España Josefina.
Al finalizar la guerra se exilió en 1813 en Francia, inicialmente en Auch (Gers) y posteriormente en Toulouse, según se deduce de la justificación que forma parte de su expediente en el Archivo Histórico Nacional. En agosto de 1814, acogiéndose al Real Decreto de 30 de mayo del mismo año, regresa a España instalándose en Jaén. Allí se condujo “de un modo que le hace mucho honor, granjeándose el aprecio y concepto público no sólo por su adhesión decidida a nuestro Soberano el Sr. D. Fernando VII, sino también por su recomendable comportamiento moral y político”, según informa en marzo de 1816 un síndico del Ayuntamiento de Jaén. Desde allí hizo repetidas solicitudes entre 1815 y 1819 para poder ocupar una plaza vacante en Granada, sin éxito, a pesar de contar con buenos informes de las autoridades giennenses. Participó en la vida cultural de la ciudad a través de la Sociedad Económica de Amigos del País de Jaén, publicando en 1817 su Discurso.
En 1820, tras la revolución de Riego, volvió a Granada, desde donde hizo gestiones para volver a su antigua carrera judicial o ser nombrado jefe político de cualquier capital, sin éxito. De nuevo en septiembre de 1821 solicitó ocupar plaza en cualquier Audiencia.
Dos meses después, en noviembre de 1821, era nombrado rector de la Universidad de Granada, cargo que ocupó hasta agosto de 1823. Tras la caída del régimen liberal no tuvo que soportar represalias. Su pista se pierde, aunque se supone que continuaría viviendo en Granada. Tan sólo hay constancia, por su hoja de servicios, de que renovó las peticiones para retomar su carrera judicial en 1824, 1827 y cada año desde 1829 a 1833. Por fin, en agosto de 1834 sus peticiones encontraron eco, siendo nombrado oidor en la Audiencia de Granada, plaza en la que se jubiló en 1837.
Obras de ~: Discurso pronunciado en la Real Sociedad Económica de la ciudad de Jaén, por [...] en su sesión del 30 de mayo de 1817, Jaén, Imprenta de Manuel Gutiérrez, 1817.
Fuentes: Archivo Histórico Nacional, Fondos Contemporáneos, Ministerio de Justicia, leg. 4.244, exp. 57; Archivo Municipal de Jaén, leg. 1.086 (8).
Juan López Tabar
