González Carvajal, Ciriaco. Sevilla, 17.IV.1745 – 1828 post. Jurista.
Fueron sus padres Pedro González Mateo, natural de Manzanares (Calahorra), y María Catalina Carvajal, de Sevilla. Estudió en el colegio jesuítico de San Dionisio de Teólogos y Juristas (Granada), donde se matriculó en 1760 y permaneció allí cuatro años. Pasó luego a la Universidad de Granada y se graduó de bachiller en Derecho Canónico y luego de licenciado. Terminada su carrera jurídica, fijó su residencia en Sevilla y durante siete años fue vicepresidente de la Academia de Práctica Legal de Nuestra Señora del Rosario y San Francisco de Paula. Concurrió a la Academia de Derecho Canónico de Sevilla y otros siete años estudió con el marqués de San Juan de Tassó y con José García Rodríguez, ambos del Consejo de Castilla. Con Santiago Cruz hizo un doctorado en Ciencias Naturales, a las que siempre fue muy aficionado, y durante su estancia en México logró reunir una valiosa colección, elogiada por Humboldt en su Ensayo Político sobre el Reino de Nueva España. Empezó a trabajar como abogado en la Chancillería de Granada en 1767, y al año siguiente, en el Consejo Real. Después marchó a Sevilla e ingresó en su Colegio de Abogados; pronto empezó a sonar su nombre como posible candidato a una audiencia indiana y el 9 de octubre de 1777 fue nombrado oidor de la de Manila, adonde llegó en compañía de José Vasco y Vargas, nombrado gobernador; ambos viajaron en la fragata Astrea, que hizo el viaje Cádiz-Manila por la vía del océano Índico, y llegó a su destino el 25 de julio de 1778.
González Carvajal fue el primer director de la Sociedad Patriótica de Manila, creada por iniciativa de Basco; su labor en esta institución es digna de todo elogio y se desarrolló en los años 1781-1787. Fue también intendente cuando se implantó en Filipinas el nuevo sistema creado por Gálvez, y González Carvajal elaboró el primer plan para establecerlo en las islas, que remitió al ministro universal de Indias en diciembre de 1785. Este nombramiento trajo como consecuencia la ruptura de su amistad con Vasco, nacida durante la travesía Cádiz-Manila. Desde entonces ambos chocaron fuertemente, porque el gobernador, que había solicitado la creación de la Intendencia a su llegada a las islas, al lograr en pocos años buenos resultados en la administración de la Real Hacienda, cuando nombraron a Ciriaco no sentía ya la necesidad de esta ayuda; por el contrario, le molestaba que otro fuera a recoger los frutos de su esfuerzo. González Carvajal ocupó el cargo hasta el 13 de noviembre de 1787, fecha en que se trasladó a la Audiencia de México, importante ascenso en su carrera profesional.
En 1786 había contraído matrimonio con María Luisa González de Rivera, criolla de Manila. Diversas circunstancias impidieron su marcha y hasta el 4 de junio de 1790 no pudo incorporarse a su nuevo destino, en el que permaneció hasta enero de 1810. En estos años llegó a ser decano de la Audiencia mexicana y participó en los sucesos de agosto y septiembre de 1808, en los que intervino apoyando el golpe contra el virrey, que fue depuesto en septiembre de 1808. El sucesor interino de Iturrigaray, el arzobispo Francisco Lizana, promovió la jubilación de González Carvajal, justificada por su mala salud y porque contaba ya más de sesenta años, edad avanzada para su época. Pero todavía desempeñó cargos importantes: consejero de Indias, en septiembre de 1808; ministro del Supremo Tribunal de Justicia erigido en Cádiz de acuerdo con la Constitución de 1812, y presidente de la Junta de Hacienda, nombrado por el gobierno de la Regencia. Con carácter interino desempeñó el Ministerio de Ultramar. Desde 1798 pertenecía a la Orden de Carlos III.
En esta época de su vida aún tuvo muchas actividades, y entre ellas destaca su iniciativa de crear en España una nueva modalidad de lotería, inspirada en la que, desde 1771, funcionaba en México. La finalidad de este proyecto era aumentar los ingresos de la Hacienda pública, sin quebranto de los contribuyentes. La propuesta de González Carvajal fue aprobada por unanimidad en las Cortes gaditanas el 23 de noviembre de 1811 y el pueblo la bautizó como Lotería Moderna, para distinguirla de la Primitiva establecida en 1763. El primer sorteo se celebró en Cádiz en 1812 y al principio sólo existió en esta ciudad y en San Fernando, pero a medida que se retiraban las tropas napoleónicas se fue extendiendo por Andalucía y después por toda España. Desde febrero de 1814 tuvo su sede en Madrid y fue preferida por el público, duplicando pronto los ingresos por la Primitiva.
Ciriaco González Carvajal pasó en Sevilla la última etapa de su vida y fue miembro de número de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras; se conservan varias disertaciones suyas sobre temas relacionados con la historia y la historia natural de México y Filipinas. Fue también correspondiente de la Sociedad Económica de Amigos del País de la misma ciudad. Aún vivía en 1828, pues en esta fecha firma un “Expediente de clasificación de jubilación”.
Obras de ~: Alocución que en el día 20 de enero de 1782, cumpleaños del rey [...] Carlos III [...] pronunció en la Real Sociedad Patriótica de Manila, Manila, 1782.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, secc.
Estado, Orden de Carlos III, exp. 950, Expediente de pruebas del caballero de la orden de Carlos III, Ciriaco González y Carvajal Hidalgo y Pérez, natural de Sevilla, fols. 15v.-16r.; Hacienda, 1497, exp. 19, Expediente de clasificación de jubilación de Ciriaco González Carvajal. J. Matute y Gaviria, Hijos de Sevilla señalados en santidad, letras, armas, artes o dignidad, Sevilla, Diputación Provincial, 1886-1887, 2 vols.; M. Méndez Bejarano, Diccionario de escritores, maestros y oradores naturales de Sevilla y su actual provincia, Sevilla, Tipografía Gironés, 1923 (ed. facs., Sevilla, Padilla Libros, 1989); R. J. Shafer, The Economic Societies in the Spanish World (1763-1821), Syracuse (New York), Syracuse University Press, 1958; L. Navarro García, Intendencias en Indias, Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1959; M.ª L. Rodríguez Baena, La Sociedad Económica de Amigos del País de Manila en el siglo XVIII, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1966; F. Aguilar Piñal, La Real Academia Sevillana de Buenas Letras en el siglo XVIII, Madrid, CSIC, 1966; L. Díaz-Trechuelo, “La Intendencia en Filipinas”, en Historia Mexicana, vol. XVI, n.º 4 (abril-junio de 1967); M. A. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Américas. 1687-1821, London, 1982; M.ª F. García de los Arcos, La Intendencia en Filipinas, Granada, Universidad, 1983.
Lourdes Díaz-Trechuelo y López-Spínola, Marquesa de Spínola