Oquendo, Manuel de. España, s. m. s. XVIII – Sucre (antes La Plata) (Bolivia), 1838 post. Pintor neoclásico, director de una academia de dibujo para indígenas.
La primera noticia sobre Oquendo se refiere al momento en que el gobernador de Mojos (actual Nordeste de Bolivia) L. de Ribera, persona culta, autor de una obra matemática y de varios informes con descripciones geográficas, lo designa director de una academia de pintura y dibujo para los indios, con un salario de 400 pesos anuales y título de “maestro pintor de la provincia de los Mojos”. Fue una buena acción cultural en favor de los indígenas que tuvo gran éxito. Los indios alumnos, en pocos meses (1790), aprendieron muy bien las lecciones y demostraron ser unos consumados artistas. Entusiasmado, el gobernador preparó un lote consistente en una pieza musical (compuesta por los indios Gualamas y Sumie), y un conjunto de dibujos hechos por los indios y lo remitió con un oficio, fechado el 7 de diciembre de 1790 en el pueblo de San Pedro. A los dibujos acompañaba lo siguiente: “Certifico yo Manuel Oquendo, Maestro Pintor de esta Provincia, que las seis copias de los muchachos cuyos nombres están al pie de ellas las han dibujado ellos mismos por sí solos sin que yo les haya corregido o enmendado cosa alguna, por habérmelo ordenado así el señor gobernador Don Lázaro Ribera”. Las seis láminas tienen seis rostros diferentes dibujados a lápiz que “son de una extraordinaria perfección” (Vázquez-Machicado, 1988); copian estampas del pintor francés Charles Le Brun (1619-1680), pintor de cámara de Luis XIV, especialista en rostros humanos (publicó un Tratado de la Fisonomía); cada lámina está firmada por un indio, sus apellidos son: Avirá, Guacayane, Guayacho, Heugene, Hojeari, Noé. Estos dibujos se conservan en el Archivo de la Nación Argentina.
Otra actividad de Oquendo en Mojos fue el encargo de pintar sendos cuadros de los reyes Carlos IV y María Luisa, para exponerlos al pueblo a fin de que conociera a sus Soberanos. Cuando se presentaron al público, hubo un acto solemne en el que intervinieron dos orquestas. El gobernador informó remitiendo unos dibujos de Oquendo: uno de siete flautas a escala y un indio tocando ese instrumento. Oquendo fue sustituido al frente de la academia por un pintor indio (no se sabe su nombre) y volvió a La Plata en 1792.
Hacia 1800 pintó su cuadro El éxtasis de santa Teresa (en el Convento Carmelita de Potosí). La santa, desfallecida, cae en brazos de dos ángeles que la sujetan. El dibujo es neoclásico, pero el colorido es más bien barroco; el cuadro dice, abajo, a la izquierda: “Manuel de Oquendo me fecit en La Plata”. A pesar de que está documentada, por testamentos y protocolos, la presencia de Oquendo hasta al menos 1838, con el oficio de pintor, no ha sido hallada ninguna pintura de él en esta larga etapa (1801-1838).
Obras de ~: San Felipe diciendo misa; Rey Carlos IV, 1790; Reina María Luisa, 1790; Dibujo de flautas, a escala; Dibujo de indio tocando una flauta, 1792; El éxtasis de santa Teresa, Convento Carmelita de Potosí, 1800.
Bibl.: M. Mariluz, “Las escuelas de dibujo y pintura de Moxos y Chiquitos”, en Anales del Instituto Americano de Arte e Investigaciones Estéticas (Buenos Aires), n.º 9 (1956), págs. 37-52; M. Chacón Torres, Arte virreinal en Potosí. Fuentes para su historia, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano- Americanos, 1973, pág. 130; J. de Mesa y T. Gisbert, Holguín y la pintura virreinal en Bolivia, La Paz, Librería Editorial Juventud, 1977, págs. 71, 249, 254, 260-268, 311 y 333; H. Vázquez-Machicado y J. Vázquez-Machicado, Obras completas, vol. III, La Paz, Editorial Don Bosco, 1988, págs. 5-40; T. Gisbert, “Oquendo, Manuel de”, en Diccionario Histórico de Bolivia, vol. II, Sucre, Grupo de Estudios Históricos, 2002, págs. 397-398.
Fernando Rodríguez de la Torre
