Pérez del Álamo, Rafael. Loja (Granada), 1827 – Arcos de la Frontera (Cádiz), 15.I.1911. Veterinario, revolucionario.
Era hijo de Manuel Pérez Martínez, agrimensor y labrador acomodado de Loja y de Josefa del Alamo Castañeda, de cuyo matrimonio fue el séptimo de doce hijos. Durante su permanencia en esta ciudad, en que protagonizó el movimiento revolucionario de 1861, no se conoce cuál era su oficio o dedicación, aunque es probable que se ocupara en trabajos de la agricultura, propios de la clase media-baja andaluza.
No fue su posterior profesión de veterinario lo que le dio fama, sino el hecho de haber sido, como republicano del Partido Federal Socialista, caudillo del citado levantamiento campesino de Loja de 1861.
En 1856 fue promotor de la Sociedad Secreta de la Frontera, que agrupó a numerosos campesinos y a miembros de ciertas profesiones. Esta Sociedad era secreta y de carácter político y se entraba en ella bajo “juramento imponente y solemne”. Tenía como fines la protección de los asociados y la defensa de sus intereses.
Estaba formada por el presidente, elegido por un Consejo compuesto de dieciséis miembros, uno de los cuales fue Pérez del Álamo, figura destacada, “inventor y artífice principal”, en palabras de Pérez Galdós, quien alude en su Episodio Nacional, La vuelta al mundo en la Numancia, a los sucesos de Loja y a la sublevación del campesinado, tal como se lo comunicó Pérez del Álamo por escrito al novelista canario. La correspondencia entre ambos abarca de 1906 a 1908.
Gracias a los asociados, el grupo liberal consiguió en las elecciones a diputados a Cortes algunos éxitos políticos en 1858.
La prisión de varios miembros desencadenó el 21 de junio del 1861, en la villa de Molina, partido judicial de Antequera, un encuentro entre los afiliados y las autoridades locales. Tres días más tarde fue detenido Pérez del Álamo, quien se escapó y ordenó el levantamiento y, una vez enfrentado claramente a la Guardia Civil, tomó Iznájar y su pueblo de Loja. La extensión del conflicto a las provincias vecinas, el número elevado de los rebeldes y los primeros éxitos de los sublevados obligó al Gobierno a enviar al general Serrano para combatirlos. El 5 de julio, Rafael Pérez entró con sus hombres en Alhama y marchó hacia Las Pilas con idea, incluso, de tomar Granada. El combate con las fuerzas del ejército le ocasionó la derrota y dispersión de sus hombres. Con unos pocos comprometidos, se retiró y, oculto como fugitivo, logró, tras diversas peripecias, llegar disfrazado hasta Madrid.
Fue indultado quizá debido a sus influencias, pero sufrió en su pueblo la persecución de Marfori, sobrino de Narváez.
En 1869, ya mayor, comenzó los estudios de Veterinaria y se examinó de los cuatro primeros cursos, y en septiembre del año siguiente del quinto y último, en que obtuvo el título de veterinario de 1.ª clase en la Escuela de Madrid. A raíz del Decreto de 1868 de Ruiz Zorrilla, que permitía en España fundar escuelas libres de veterinaria, Pérez del Álamo y un compañero suyo, llamado Miguel Muñoz Dana, crearon una de estas Escuelas en Sevilla que comenzó a funcionar en 1871 con cargo a los presupuestos de la Diputación de esta ciudad. El veterinario de Loja se separó pronto de aquella empresa y creó por su cuenta otra en Alcalá de Guadaira, que no llegó a funcionar por falta de medios y de profesorado. Participó activamente en la Revolución de 1868, donde se puso al frente de dos mil hombres y cuyas incidencias relata en su libro Apuntes sobre dos revoluciones andaluzas (1872).
Sus últimos años los pasó ejerciendo su profesión en Arcos de la Frontera, donde organizó entre los obreros una Sociedad de Socorros Mutuos para ayudar a enfermos y parados. Murió en este pueblo, ya viudo, en 1911, y en la lápida del nicho figura, junto a su nombre, el reconocimiento de ser caudillo del Primer Movimiento Obrero Andaluz.
Obras de ~: Apuntes sobre dos revoluciones andaluzas, 1872 (ed. Madrid, 1971; Algorta (Vizcaya), Zero, 1971; Granada, Aljibe, 1982).
Bibl.: F. Garrido, Historia de las asociaciones obreras en España o las clases trabajadoras regeneradas por la asociación, t. I, Barcelona, Imprenta y Librería de Salvador Manero, 1864; R. Naranjo Toledo, “Don Rafael Pérez del Álamo”, en El Eco de Arcos, 20 de enero de 1918; C. Bernaldo de Quirós, El espartaquismo agrario andaluz, Madrid, Editorial Reus, 1919; J. Díaz del Moral, Historia de las agitaciones campesinas andaluzas, Madrid, Gráfica Universal, 1929; C. Sanz Egaña, Historia de la Veterinaria Española, Madrid, Espasa Calpe, 1941; A. M.ª Calero, “Introducción”, en Apuntes sobre dos revoluciones andaluzas, Algorta (Vizcaya), Zero, 1971; E. Malefakis, Reforma agraria y revolución campesina en la España del siglo xx, Barcelona, Ariel, 1971; M. Tuñón de Lara, El movimiento obrero en la historia de España, Madrid, Taurus, 1972; R. de la Cierva, Historia perdida del socialismo español, Madrid, Editora Nacional, 1972; B. Madariaga de la Campa, “Rafael Pérez del Álamo (1827-1911)”, en Semblanzas Veterinarias, vol. I, León, Imprenta Valderas, 1973; A. Nadal, “Málaga en la revolución de Loja de 1861”, en Jábega (Málaga), septiembre de 1974, págs. 57-64.
Benito Madariaga de la Campa
