Frías, Diego. Cogolludo (Guadalajara), 8.III.1750 – ?, III.1828 post. Fiscal del Crimen de Santafé de Bogotá, magistrado de Cuba, oidor de México.
Hijo de Pedro Nolasco de Frías y Melchora Esteban Álvarez. Estudió en la Universidad de Alcalá, recibiendo un grado de bachiller en Cánones en 1767.
El Consejo Real lo aprobó para ejercer como abogado en 1772 y se unió al Colegio de Abogados en Madrid en 1774.
Por consulta del 2 de septiembre y título del 11 de octubre de 1801, Frías fue nombrado para sustituir a Manuel Mariano Blaya y Blaya como fiscal del Crimen de la Audiencia de Santa Fe de Bogotá. Ocupó el puesto desde el 25 de febrero de 1803. Considerado un enemigo de los americanos, Frías fue encarcelado por los rebeldes en 1810 y exiliado en 1811.
El 9 de febrero de 1812, Frías y Juan Hernández de Alba escribieron desde Cuba con un recuento de sus sufrimientos. Frías fue traslado a la Audiencia de Puerto Príncipe el 9 de junio de 1812, después de la huida de la Audiencia de Santa Fe. Entró en su puesto en Cuba el 17 de febrero de 1813. En julio de 1815 se involucró en una disputa de antigüedad con Tomás de Aréchaga. Frías fue ascendido a México como oidor el 21 de octubre de 1815, y sirvió hasta la independencia. Fue nombrado magistrado de la Corte en Cuba para reemplazar a Agustín Rodríguez de Bahamonde por consulta del 14 de octubre de 1822, pero perdió su puesto después de que Fernando VII restauró el absolutismo en 1823. El 19 de octubre de 1824, fue descrito como un oidor cesante y pidió ser restaurado a la Audiencia de Puerto Príncipe con su antigüedad anterior. Estuvo en la lista de pretendientes para sustituir al jubilado Luis de Robledo en marzo de 1828.
Frías se casó en Madrid y llevó a su esposa e hija a Bogotá consigo.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Santa Fe, 545; Santo Domingo, 1328; Ultramar, 163, n.º 84; 158, n.º 76; 703, lib. 1, pág. 31.
M. A. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport, Connecticut, Greenwood Press, 1982, págs. 124- 125.
Mark A. Burkholder
