Manrique, Gómez. ?, ú. t. s. XII – c. 1243. Noble, maestre de Calatrava.
Noble castellano, hijo de Manrique Gómez y de Toda Vélaz, enlace extramatrimonial que no le apartó de sus hermanos, los antecesores del linaje Manzanedo.
La primera noticia sobre él corresponde a 1204, cuando él y sus hermanos vendieron al monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo unos bienes heredados en Valberzoso, fecha en la que ya había fallecido su progenitor. Gómez estuvo a las órdenes del conde Fernando Núñez de Lara, magnate con el que estaba emparentado, tal y como evidencia su participación en la batalla de Las Navas de Tolosa (1212). Fruto de tal relación fue la mediación del conde Fernando en un pleito surgido entre los herederos de Manrique Gómez y el monasterio de San Juan de Burgos, pero sobre todo su participación en los acontecimientos político-militares de 1217. Los condes Álvaro, Fernando y Gonzalo Núñez de Lara se hicieron con la regencia de Castilla, pues Enrique I era menor de edad, y se opusieron a la infanta Berenguela, que pretendía garantizar la sucesión del futuro Fernando III. El conflicto estalló al fallecer el joven Enrique y los Manzanedo participaron en él de forma activa. Gil Manrique tomó partido por la infanta, mientras que Gómez y Ruy Manrique apoyaron a los Lara. En concreto, Gómez acompañó al conde Fernando cuando éste atacó las posesiones de los Girón durante la primavera de 1217 y, gracias a su favor, ingresó en la nómina de confirmantes de los diplomas reales. Su participación en el bando perdedor le apartó de la Corte de Fernando III y durante la década de 1220 se dedicó principalmente a la administración de sus propiedades, desperdigadas por el norte de las provincias de Burgos y Palencia, aunque de su madre heredó bienes en tierras vizcaínas.
Pese a su matrimonio con una dama de nombre Teresa y a tener por hijo a Gil Gómez de Manzanedo, ingresó en la Orden de Calatrava, recibiendo la encomienda de Guadalerza y como tal intervino en las campañas militares de la década de 1230. Llegó a ser maestre de los calatravos en 1240, aunque un sector de la Orden no aceptó su designación, eligiendo en su lugar a Fernando Ordóñez. Este cisma parece estar relacionado con los acontecimientos políticos anteriores, pues Fernando era el candidato preferido por Fernando III.
Al final, Gómez renunció a su puesto (1243) y, a cambio, fue nombrado comendador mayor, quedando ajeno a la jurisdicción del nuevo maestre en su encomienda de Albillos, en la Tierra de Campos.
Bibl.: F. de Rades y Andrada, Chrónica de las tres Órdenes y Cavallerías de Santiago, Calatrava y Alcántara, parte Chrónica de Calatrava, Toledo, 1572 (ed. facs. Barcelona, El Albir, 1980); J. González González, El Reino de Castilla en la época de Alfonso VIII, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1960; Reinado y Diplomas de Fernando III, Córdoba, Caja de Ahorros de Córdoba, 1980-1986; Crónica de Veinte Reyes, est. histórico de G. Martínez Díez, trascr. de J. M. Ruiz Asencio y M. Herrero Jiménez, Burgos, Ayuntamiento, 1991; G. Martínez Díez, El monasterio de Fresdeval, el castillo de Sotopalacios y la merindad y valle del Ubierna, Burgos, Caja de Burgos, 1997; M. Torres Sevilla-Quiñones de León, Linajes nobiliarios en León y Castilla (siglos IX al XIII), Salamanca, Junta de Castilla y León, 1999; J. de Salazar Acha, La casa del Rey de Castilla y León en la Edad Media, Madrid, Real Academia de la Historia, 2000; A. Sánchez de Mora, La nobleza castellana en la Plena Edad Media: El linaje de Lara, Sevilla, Universidad, 2006.
Antonio Sánchez de Mora
