Rojas y Acevedo, Francisco de. Lima (Perú), 23.X.1652 – 24.V.1717. Letrado, alcalde del crimen en Indias.
Hijo legítimo de Gregorio de Rojas y Acevedo, natural de Buenos Aires, catedrático de Código, Instituta y Prima de Leyes de la Universidad de San Marcos de Lima, asesor del Tribunal del Consulado, y oidor de la Real Audiencia de Quito, y de María Andrea Correa de León, natural de Potosí.
Estudió en la Universidad de San Marcos de Lima, por la que se graduó de bachiller, licenciado y doctor en Leyes, tras lo cual fue recibido como abogado por la audiencia virreinal, desempeñándose como protector de naturales del distrito de la Real Audiencia de Lima y asesor del virrey conde de la Monclova, y por real provisión fechada en Madrid el 16 de septiembre de 1681 se le despachó título futurario de relator de la Real Audiencia de Lima, con ejercicio en ausencias y enfermedades.
En Lima contrajo matrimonio (27 de enero de 1691) Lima con María Teresa del Corral y Calvo de la Torre, natural de La Plata, hija del oidor de la Real Audiencia de La Plata José del Corral Calvo de la Banda, natural de Lima, y de su segunda mujer Francisca Antonia de la Torre y Zegarra, por ende, hermana del oidor supernumerario de Chile y comentarista de la Recopilación de Indias Juan del Corral Calvo de la Torre.
Previo beneficio pecuniario, por Real Decreto del 21 de noviembre de 1699, fue nombrado alcalde del crimen futurario de la Real Audiencia de Lima, plaza de la que se le despachó su título por real provisión del 31 de diciembre del mismo año y que sirvió durante quince meses en ausencias y enfermedades de los del número, hasta que, sobre consulta del 27 de junio de 1703, se le concedió una plaza de oidor en la Real Audiencia de Santiago de Chile, de la que se le extendió título por real provisión despachada en Madrid el 23 de noviembre de 1703.
Por carta del 24 de noviembre de 1704 representó este nombramiento por sus enfermedades, sin embargo a consulta del 3 de mayo de 1706 se ordenó comunicar al virrey que lo hiciera pasar a servir su plaza en Chile y que se le tendría presente para ascensos al tribunal de Lima, pero nuevamente solicitó se le exonerase de su plaza e hizo renuncia de ella en manos del virrey pidiendo ser restituido a la alcaldía del crimen futuraria de Lima y, esta vez, sobre consulta del 19 de julio de 1710, se aceptó su instancia y fue nombrado en plaza numeraria de alcalde del crimen de la audiencia limeña, oficio del que tomó posesión el 1 de junio de 1711 y en el que se mantuvo hasta su muerte.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Chile, 67, 84, 223; Lima, 789; Archivo Nacional Histórico de Chile, Varios, 3, pza. 4.
M. Mendiburu, Diccionario Histórico-Biográfico del Perú, vol. 7, Lima, Imprenta Bolognesi, 1887, págs. 140-141; J. L. Espejo, Nobiliario de la Antigua Capitanía General de Chile, vol. 1, Santiago de Chile, Imprenta Universitaria, 1917, págs. 220-221; G. Lohmann Villena, Los americanos en las órdenes nobiliarias, vol. I, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1947, págs. 163-165, 286, 453-454, y II pág. 44; J. L. Espejo, Nobiliario de la Capitanía General de Chile, Santiago de Chile, Editorial Universitaria, 1967, pág. 707; G. Lohmann Villena, Los ministros de la Audiencia de Lima en el reinado de los Borbones (1700-1821), Sevilla, Escuela de Estudios Hispano–Americanos, 1974, págs. LXXXII, 121-122; M. Burkholder y D. S. Chandler, Biographical Dictionary of Audiencia Ministers in the Americas, 1687-1821, Westport, Greenwood Press, 1982, pág. 299; De la impotencia a la autoridad, Méjico, Fondo de Cultura Económica, 1984, págs. 41, 43, 110, 207, 211, 242, 326, 362 y 364.
Javier Barrientos Grandon