Guadalupe, Pedro de. ?, c. 1470 – Valladolid, 1530. Entallador.
Debió de nacer hacia 1470. No se sabe nada de su posible parentesco con un Diego de Guadalupe vecino de Granada en 1521 cuando contrataban las puertas de la sacristía de la Capilla Real. En Valladolid aparece residiendo durante toda su vida desde 1495, fecha en que pudo hacer el retablo del colegio de Santa Cruz de Valladolid. Trabajó para el cardenal Mendoza, la Corte, la catedral de Palencia, la colegiata vallisoletana y otros importantes patronos, lo que indica que tenía un gran prestigio que le permitiría alcanzar un alto rendimiento económico por sus trabajos. Poseyó varias casas del Cabildo de la colegiata de Valladolid, y tuvo buenas relaciones con Felipe Bigarny, Alonso Berruguete y varios entalladores vallisoletanos, como Juan de Monzón y Francisco de la Mota, quizá colaboradores suyos. Diversos pleitos permiten conocer rasgos de su vida familiar. Estuvo casado con María de Orduña, fallecida en 1519. En el momento de su muerte se indica que el matrimonio tenía una holgada vida económica tanto en bienes muebles como raíces. Al menos tuvo un hijo, Juan de Guadalupe, y dos hijas: María y Francisca. Las dos se casaron en 1523. La primera con el librero Andrés de Valera y la segunda con un Juan de Orduña. María y su marido murieron en el verano de 1528 a causa de la peste. El marido dejó por herederos de sus casas de Nuestra Señora la Mayor a Pedro de Guadalupe y al oficial de éste, Luis de Oviedo. Ello ocasionó un pleito entre ambos. En cuanto a Francisca, no tuvo suerte en su matrimonio, pues su marido era un hombre mujeriego, que no la trataba bien. Por ese motivo, Guadalupe no le dio la dote ofrecida, lo que motivó también otros pleitos entre ambos. Al parecer, Pedro de Guadalupe se retiró del oficio en 1526, por padecer gota, pero siguió poseyendo su taller, que era dirigido por su oficial Luis de Oviedo. Quizá el citado pleito que siguieron ambos por la herencia de su yerno también dio lugar a una ruptura artística entre ellos dos años más tarde. De Oviedo no se tienen más noticias acerca de su vida y obras.
El 27 de abril de 1530 dictó su testamento, según el cual mandaba enterrarse en el claustro del convento de San Francisco. Indicaba el lugar concreto (“donde está el crucifijo questá en el arco de la capílla del comendador santiesteban, vecino e regidor de la dicha villa”), donde pensaba poner una lápida (“una piedra sobre mi sepultura”). Mandaba que fuera sepultado con el hábito de san Francisco. Todo esto indica que era devoto franciscano, lo que, por otra parte, era habitual en gran parte de la población de entonces.
Guadalupe fue un competente entallador, que tiene el honor de ser el autor del retablo mayor de la catedral de Palencia, a su vez inspirado en el desaparecido del retablo mayor del colegio de Santa Cruz, por lo que también pudo ser el autor de éste, que fue el primero en usar el estilo renacentista en España. Su trabajo continuo para la Corte, la catedral de Palencia, la colegiata y otros importantes encargos del entorno vallisoletano indican que tuvo gran fama en su momento.
En sus retablos aparece primero la influencia de Lorenzo Vázquez de Segovia, para pasar luego a la de Felipe Bigarny, a quien imita en las columnas decoradas “a candelieri”, en el tipo de capiteles y en el sistema decorativo.
Obras de ~: Retablo, colegio de Santa Cruz, Valladolid, c. 1495 (atrib.); Armarios, catedral, Palencia, 1501; Filacterias del crucero, catedral, Palencia, 1503; Andas de Felipe el Hermoso, 1508; Ampliación de la sillería de coro, catedral, Palencia, 1518; Puertas del coro, catedral, Palencia, 1518; Retablo mayor, Olivares de Duero (Valladolid), c. 1521-1523; Ensamblaje del tríptico de Alonso Nió, San Lorenzo, Valladolid, 1522-1523; Caja del cirio pascual, colegiata, Valladolid, 1524 (desapar.); Retablo mayor, Amusquillo (Valladolid), 1530, ant.; Retablo mayor, iglesia de San Martín, Medina del Campo (Valladolid), s. f. (atrib.).
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Jesús María Parrado del Olmo