Catácora, Juan Basilio. La Paz (Bolivia), 12.VII.1760 – 29.I.1810. Insurrecto.
Catácora fue enviado a estudiar a la Universidad de Cuzco, donde se licenció en Derecho. A su regreso a La Paz, se consagró por entero al ejercicio de su profesión.
Fue asesor del alcalde de primer voto José Sanjinés, defensor de los pobres y asesor del cabildo, pero a partir de 1805 comienza su absoluta dedicación a lacausa revolucionaria, que ya empezaba a fraguarse en aquel año y de la que Catácora fue uno de los principales inspiradores junto a hombres como Buenaventura Bueno, Lanza, Medina, Murillo y otros.
El 25 de junio se celebró una reunión con algunos de los principales artífices de la revolución y allí se acordó acabar con los adeptos al rey de España Fernando VII, a la vez que declararon unánimemente decapitarse mutuamente en caso de ser denunciados.
En otra reunión que tuvo lugar el 29 del mismo mes en casa de Catácora se tomaron medidas acerca de las proclamas que debían lanzarse y el 12 de julio, congregados esta vez en casa del presbítero Sebastián Figueroa Butrón se resolvió definitivamente apoderarse de la fuerza militar y proclamar la revolución.
A lo largo de todas esas reuniones se discutió el plan del futuro gobierno y se les otorgó la representación a Catácora, Lanza y Bueno.
Catácora, inquieto por la llegada del día señalado, se fue al convento de Santo Domingo, pero al oír el continuo toque a rebato de las campanas y el alboroto popular y enterarse de la toma del cuartel por los suyos, se dirigió al cabildo encontrándose en el trayecto con Gregorio García Lanza.
El 16 de julio de 1809 comienza la revolución en la ciudad de La Paz (entonces integrada en el virreinato del Río de la Plata), donde los revolucionarios tomaron el cuartel de veteranos y solicitaron un Cabildo Abierto y la destitución del gobernador intendente interino Tadeo Dávila y del obispo Remigio de la Santa y Ortega (Catácora declaró que se había opuesto a la renuncia obligada del obispo, pero lo cierto es que todos los acuerdos y actas, tanto del Cabildo como de la Junta, apuntan a todo lo contrario).
Pedro Domingo Murillo asumió la comandancia de la Plaza y Juan Pedro de Indaburu asumió el cargo de gobernador intendente.
El Cabildo Abierto formó una junta consultiva de gobierno constituida por doce miembros denominada Junta Tuitiva. Catácora entró a formar parte como vocal de la misma.
El 19 de julio dirigió la palabra al pueblo desde las ventanas del palacio junto a otros de los cabecillas explicando los móviles y el objeto de la revolución, así como las ventajas que para el país estaban por venir.
La Junta escribió un plan de gobierno que contenía el programa más acabado de la nueva República, plan que fue firmado el 21 de julio y aprobado el día 22. A Catácora se le asignó la cartera de Materias Políticas y Razones de Estado, cartera que compartió con Antonio Medina. Asimismo, en unión de Lanza y Bueno solicitó al Cabildo la autorización para incinerar los papeles del fisco y pidieron a los beneficiarios que contribuyeran con su dinero al progreso de la causa revolucionaria.
Desde finales del mes de septiembre de 1809 su salud se vio algo quebrantada, lo cual coincidió con el inicio de las intrigas de Goyeneche que el 20 de septiembre se puso en marcha hacia La Paz dando las órdenes pertinentes para que sus hombres capturasen a los insurrectos. Y así se hizo.
Catácora salió de La Paz el 4 de octubre y en Escoma se encontró con el subdelegado Francisco Maruri, quien, traicionando la causa revolucionaria se había puesto a las órdenes del general español Goyeneche (el cual ocupó el 25 de octubre los Altos de Chacaltaya y acto seguido atacó la ciudad).
Juntos viajaron hasta Chinchaya, en cuyo punto se separó de Maruri, dando éste una orden secreta para que Catácora fuera arrestado y puesto a disposición del subdelegado de Chucuito José Joaquín Tadeo Garate.
Fue conducido a la cárcel real de Juli, luego al cuartel general de La Paz y por fin dio con sus huesos en la cárcel.
Prestó su declaración preventiva el 10 de diciembre y su confesión el 8 de enero de 1810. Sentenciado a la pena capital, se le leyó la sentencia en el colegio seminario de la ciudad, donde le esperaban el resto de los reos.
El 29 de enero de 1810 fueron todos ejecutados en la plaza pública. Después, Catácora fue conducido a La Merced en cuyo cementerio fue enterrado.
Juan Basilio Catácora permaneció soltero hasta su muerte.
Bibl.: N. Aranzaes, Diccionario Histórico del Departamento de La Paz, La Paz, La Prensa, 1915.
Patricia Areal Torres-Murciano