Zaldo, Antonio de. ?, m. s. XVI – 14.IX.1613 post. Bordador.
Hijo de Juan de Zaldo y Catalina de Sagrado y casado en primeras nupcias con Isabel de Ureta y en segundas con María de Orozco o Eguiluz, es, con toda seguridad, el broslador-bordador más significativo del último tercio del siglo XVI de un foco artístico tan importante en ese período como Santo Domingo de la Calzada. Pero quizá su principal virtud resida en el hecho de haber legado todo su taller-tienda, y por tanto sus conocimientos en el oficio, a Andrés de Estremiana, que acabaría siendo su yerno sólo un año después de haber entrado como aprendiz en su taller tras firmar escritura el 7 de agosto de 1602 obligándose a permanecer en él durante cinco años a contar desde la festividad de San Juan de junio de ese mismo año. Y es que su único hijo, llamado Juan, era monje profeso en el monasterio de Valvanera.
Otro de sus aprendices fue también Nicolás de Lasarte, hijo del arcabucero maese Juan y de Catalina de Lasarte, quien el 23 de junio de 1613 se comprometía a ser tutelado por Antonio de Zaldo para aprender el oficio de bordador durante seis años a cambio de que Zaldo disfrutara de la renta de unas casas situadas en la calle La Puebla.
A través de sus tres testamentos (dictados sucesivamente el 27 de noviembre de 1590, el 21 de noviembre de 1599 y el 14 de septiembre de 1613) y el memorial de deudas incorporado al último de ellos, no sólo quedan definidos aspectos importantes de su personalidad, sino las muchas obras que realizó para diferentes iglesias del entorno calceatense fundamentalmente, aparte de sus querencias por la capilla de la Concepción del convento calceatense de San Francisco, como tantos otros artistas más.
Así, antes de 1599 había hecho para la iglesia de Badarán (La Rioja) una capa blanca y tres bolsas de corporales, un pendón para la cofradía de San Silvestre y San Sebastián de Baños de Río Tobía (La Rioja), una capa para la iglesia de Villaverde (La Rioja) así como una casulla y una dalmática bordada, otra casulla y dalmática de difuntos para Villar de Torre (La Rioja), una capa más para Cordovín y una dalmática y dos pares de cordones colorados para Baños de la Barquera. Más tarde, hasta su fallecimiento, se detecta su presencia en Zarratón (donde hizo una importante relación de ornamentos, incluyendo un frontal blanco para la cofradía de Nuestra Señora del Rosario), Anguciana (dos dalmáticas de terciopelo y damasco blanco y dos dalmáticas y una casulla, aparte de una muceta y otros efectos más), Briñas (frontal y otros ornamentos de terciopelo carmesí), Ezcaray (capa negra), Herramélluri (pendón con la imagen de Nuestra Señora del Rosario bordada y otra de San Andrés), Ibrillos (capa blanca y otra negra así como otros remiendos), Redecilla del Campo (muceta) y Bascuñana (varios efectos). Pero es en los edificios religiosos de Santo Domingo de la Calzada donde se desarrolla su principal producción, entre ellos la catedral y el convento de San Francisco, en este último caso dos capas negras.
El 15 de abril de 1603 se obligaba a hacer una casulla de damasco carmesí con cenefa bordada y figura de San Andrés para la cofradía de San Andrés de San Vicente de la Sonsierra.
A su fallecimiento quería que sus bienes se dividieran entre su yerno Andrés de Estremiana y su esposa María de Orozco, ya que aunque el primero no había aportado nada al matrimonio con su hija, quería que heredara “por la compañía que con él he tenido”.
Obras de ~: ornamentos para las iglesias, Villar de Torre, Anguciana, Briñas o Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), s. f.
Bibl.: J. M. Ramírez Martínez, Bordadores Riojanos (en prensa).
José Manuel Ramírez Martínez