Malvárez, José Benito. Noya (La Coruña), f. s. xvii – ?, ú. t. s. xviii. Escultor y retablista.
Parece que formó parte de una familia de artistas nacidos todos en esa misma villa y período, aunque se desconoce el grado de parentesco que los unía. Entre ellos habría que citar a Pedro Malvárez, Manuel y, tal vez, Pascual (Couselo Bouzas, 1932: 437-438).
Su obra se extiende por diversas localidades de las provincias de La Coruña y Pontevedra, a las cuales se desplazaba a realizar los encargos in situ, por lo que recorrió numerosas parroquias y diócesis.
A pesar de ser oriundo de la provincia de La Coruña, sus primeras obras documentadas se encuentran en la de Pontevedra. Así, en 1725 realizó varias obras para la parroquia de San Miguel de Valga, destacando el retablo mayor con su custodia, aunque también se encargó de las andas para la imagen del santo titular, así como de un marco para el frontal.
Cerca de Valga, en Caldas de Reis realizó en 1727 un crucifijo para la iglesia de Santo Tomás. Sin salir de esta misma provincia, en el año 1736 se le documenta trabajando en la parroquia de Bayón, donde levantó el retablo mayor y talló un Niño Jesús para la custodia, un San Benito, y un San Juan Bautista.
En el año 1744 firmó, ya en Santiago, con Juan Antonio de España y Luna, el contrato por el que se encargó del retablo para la capilla de Nuestra Señora la Blanca o “de los España”. Murguía aporta el dato de que algunos recibos de dicho retablo los firmó cerca de Santiago, en La Esclavitud, por lo que —apunta— podría encontrarse en dicha localidad trabajando en los retablos del imponente santuario allí erigido (Murguía, 1884: 222). Sobre su obra para la capilla de los España, Villaamil y Castro dice que era “Amplio [...] y de pésimo gusto” (Villaamil y Castro, 1909: 103).
En 1909 se desmontó para colocar en su lugar otro en estilo neogótico, obra de Maximino Magariños.
Se le vuelve a encontrar en la provincia de Pontevedra trabajando en la parroquia de Cordeiro en 1763, donde trazó el retablo mayor, una “máquina” barroca de cierta entidad, y realizó un crucifijo y un sepulcro para éste. Además, llevó a cabo algunos retoques, como el estofado de la imagen de San Miguel, entre otros.
Se trata, así pues, de un escultor de segunda fila que, no obstante, en el contrato para el retablo de Nuestra Señora la Blanca aparece citado como “Maestro de escultura y arquitectura”.
Obras de ~: Retablo mayor, andas para la imagen de San Miguel y marco para el frontal de San Miguel de Valga, 1725; Crucifijo para Santo Tomás de Caldas de Reis, 1727; Retablo mayor, Niño Jesús, San Benito y San Juan Bautista de la parroquia de Bayón, 1736; Retablo mayor, crucifijo y sepulcro para la parroquia de Cordeiro, 1736; Retablo de la capilla de Nuestra Señora la Blanca de la catedral de Santiago, 1744.
Bibl.: M. M. Murguía, El arte en Santiago durante el siglo xviii y noticia de los artistas que florecieron en dicha centuria y ciudad, Madrid, Tipografía Ricardo Fe, 1884; J. Villaamil y Castro, La Catedral de Santiago. Breve descripción histórica, Madrid, Tipografía de la Revista de Archivos, 1909; J. Couselo Bouzas, Galicia artística en el siglo xviii y primer tercio del xix, Santiago de Compostela, Imprenta del Seminario, 1932; M. Montoto Fijoó, “El culto y la capilla de Santa María la Blanca en la S. I. Catedral de Santiago de Compostela (notas para una monografía)”, en Cuadernos de Estudios Gallegos (Santiago de Compostela), 7 (1947).
Salvador Yzquierdo Peiró
