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Ibn Waddah

Biografía

Ibn Waḍḍāḥ: Abū ‘Abd Allāh Muḥammad b. Waḍḍāḥ b. Bazī‘. Córdoba, 814 o 815 – 3.II.900. Jurista malikí y especialista en la Tradición del Profeta.

Su abuelo Bazī‘, originario al parecer de Oviedo, fue un prisionero de guerra convertido en esclavo soldado. Tras ser manumitido por el emir, ‘Abd al-Raḥmān I, de quien se convirtió en cliente (mawlà), fue puesto al frente de su guardia palatina. Su tío Ḥāriṯ ibn Bazī‘ fue un famoso jefe militar de los emires ‘Abd al-Raḥmān II y Muḥammad I. Se está, pues, ante una familia de clientes omeyas, cuyas trayectorias vitales estuvieron estrechamente unidas a la dinastía reinante en al-Andalus. El origen no árabe de la familia estaba detrás de las acusaciones que se lanzaron contra Ibn Waḍḍāḥ, relativas a su defectuoso conocimiento de la lengua árabe.

Ibn Waḍḍāḥ parece haber sido el primer miembro de la familia que no siguió la carrera militar, dedicándose al mundo del saber religioso. Se le atribuyen ciento sesenta y cinco maestros con los que estudió en al-Andalus y durante sus dos viajes a Oriente. Entre los maestros andalusíes destacan ‘Abd al-Malik b. Ḥabīb y Yaḥyà b. Yaḥyà al-Layṯī. Ibn Waḍḍāḥ inició su primer viaje a Oriente en 833 (poco después de haber asistido en la mezquita mayor de Córdoba a la oración por un eclipse solar que se produjo en ese año) y la razón de emprenderlo fue su interés por el ascetismo y por entrar en contacto con las gentes piadosas de Oriente. Los maestros que tuvo entonces en Egipto, Iraq y en el Ḥiŷāz (se sabe que estuvo en La Meca), expertos muchos de ellos en la Tradición del Profeta (ḥadīṯ = hadiz), debieron de despertar su interés por la ciencia del hadiz. Tras su regreso a al-Andas, decidió realizar un segundo viaje a Oriente, que se inició en el año 845 y del que debió de regresar hacia el año 859. Este segundo viaje tuvo como objetivo el estudio de la ciencia de la Tradición profética. Se ha conservado la relación de los lugares que visitó y del número de maestros que tuvo en cada uno de esos lugares: Adana (uno), Alepo (dos), Antioquía (tres), Ascalon (tres), Ayla (uno), Bagdad (once), antiguo Cairo (treinta y uno), Damasco (dieciséis), Émesa (siete), Gaza (tres), Ḥawrān (uno), Hīt (dos), Jedda (dos), Jerusalén (dos), Jurasán (uno), Kufa (dos), La Meca (nueve), al-Maşşīşa (catorce), Medina (cuatro), Qayrawan (quince), al-Qulzum (uno), Ramla (dos), Susa (uno), Tahert (uno), Tarsos (dieciséis), Trípoli de Occidente (siete). Entre los más de cien maestros que tuvo entonces, destaca sobre todo un gran jurista malikí afincado en Qayrawan, Saḥnūn, cuya obra al-Mudawwana se convirtió en la compilación legal más influyente del Occidente islámico y en cuya transmisión en al-Andalus Ibn Waḍḍāḥ desempeñó un importante papel. Ibn Waḍḍāḥ tuvo contacto con Saḥnūn cuando éste sufría persecución por parte de los gobernantes pro-abbasíes de Qayrawan, al haberse negado a aceptar la doctrina sobre la creación del Corán que pretendían imponer a sus súbditos.

Opinaba Ibn Waḍḍāḥ que para alcanzar el saber religioso (‘ilm) había que pasar por ocho estadios: permanecer en silencio, saber escuchar, saber preguntar, saber memorizar lo aprendido, saber escoger entre lo aprendido, actuar de acuerdo con lo que se había escogido, rehuir a las gentes y, finalmente, divulgar el saber adquirido, si uno se veía obligado a hacerlo. Tras su regreso a al-Andalus, Ibn Waḍḍāḥ se dedicó a la enseñanza, llegando a tener un gran número de discípulos (se han podido contabilizar más de doscientos).

Se le puede considerar el maestro más influyente de su generación, habiendo formado a la mayor parte de los ulemas activos en la primera mitad del siglo X, durante el califato de ‘Abd al-Raḥmān III.

Ibn Waḍḍāḥ destacó en varios campos del saber islámico: lectura del Corán, Tradición del Profeta, Derecho, historia religiosa. Introdujo en al-Andalus la lectura coránica de Nāfi (muerto en 785), en la transmisión de Warš (muerto en 812). Los tradicionistas (expertos en la transmisión de la Tradición del Profeta), con los que estudió Ibn Waḍḍāḥ, eran maestros destacados, pero fue otro cordobés contemporáneo suyo, Baqī b. Majlad, el que asistió a las lecciones de los maestros más sobresalientes y el que fue el verdadero responsable de la introducción de la ciencia de la Tradición profética en al-Andalus. Una de las razones que explican la preeminencia de Baqī b. Majlad sobre Ibn Waḍḍāḥ en este campo es el hecho de que el primero estudió fundamentalmente con maestros iraquíes (Iraq fue el centro más importante en el nacimiento y propagación de la ciencia de la Tradición profética), mientras que el segundo estudió sobre todo con maestros sirios, egipcios y norteafricanos.

En cualquier caso, la especialidad de Ibn Waḍḍāḥ dentro de la ciencia de la Tradición profética fue la crítica del grado de fiabilidad de los transmisores del hadiz y en este campo se le recuerda por haber corregido los errores en los nombres de los transmisores contenidos en la obra al-Muwaţţa’ de Mālik b. Anas (recensión de Yaḥyà b. Yaḥyà al-Layṯī). Por lo que se refiere al Derecho, fue seguidor de la escuela malikí y no llegó a romper con ésta como sí hizo Baqī b. Majlad.

En la pugna que opuso en la segunda mitad del siglo IX en Córdoba a los partidarios del ra’y (opinión legal considerada de autoridad) y los partidarios del hadiz (cuyos argumentos legales se basaban en la Tradición del Profeta), Ibn Waḍḍāḥ se mantuvo en una posición intermedia, bien reflejada por un discípulo suyo cuando dijo: “No se me ocurre mejor comparación para Ibn Waḍḍāḥ que la del buen médico que hace frente a cada enfermedad con el tratamiento más adecuado en cada caso. Cuando las gentes del ra’y se dirigían a Ibn Waḍḍāḥ, éste les respondía de acuerdo con el ra’y; si eran las gentes del hadiz las que a él se dirigían, les respondía de acuerdo con el hadiz”. Su tratado contra las innovaciones introducidas en las prácticas y creencias de los musulmanes gozó de gran difusión en al-Andalus y fue conocido también en el resto del mundo islámico.

Se le recuerda no sólo por su saber, sino también por su piedad, religiosidad, escrupulosa abstención de todo lo ilícito y frecuentes ayunos. Fue enterrado en el cementerio de Umm Salama en Córdoba.

 

Obras de ~: Kitāb al-bida‘ (Tratado contra las innovaciones religiosas), con numerosas ediciones del texto árabe (ed. M. A. Duḥmān, Damasco, 1930; reed. Damasco, 1980; ed. y trad. María Isabel Fierro, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1988; ed. Badr ‘A. al-Badr, Riad, 1996; ed. ‘Amr ‘Abd al-Mun‘im Sālim, El Cairo, 1996); Kitāb al-naẓar ilà Allāh (Sobre la visión de Dios en la Otra Vida), s. l., s. f. (conservado fragmentariamente); Kitāb al-‘ubbād wa-l-‘awābid (Libro de los hombres y mujeres piadosos), s. l., s. f. (desapar.); Kitab al-quţ‘ān, s. l., s. f. (obra sobre hadiz) (desapar.); Risālat al-sunna (Epístola sobre la Tradición del Profeta), s. l., s. f. (desapar.); Kitāb al-şalāt fi l-na‘layn, s. l., s. f. (sobre si el creyente puede hacer la oración llevando calzado) (desapar.).

Para otras obras que se le atribuyen, véase el est. de M. I. Fierro que acompaña a la ed. y trad. de su Kitāb al-bida‘, págs. 39-42.

 

Bibl.: al-Ḍabbī, Bugyat al-multamis, ed. de F. Codera y J. Ribera, Madrid, 1884-1885, n.º 291; Ibn al-Faraḍī, Ta’rīj ‘ulamā’ al-Andalus, ed. F. Codera, Madrid, 1891-1892, 2 vols., n.º 1134; F. Pons Boigues, Ensayo bio-bibliográfico sobre los historiadores y geógrafos arábigo-españoles, Madrid, Tipografía de San Francisco de Sales, 1898, pág. 49; Ibn Farḥūn, al-Dībāŷ al-muḏhab, vol. II, El Cairo, págs. 179-181; M. Majlūf, Šaŷarat al-nūr, t. I, El Cairo, 1350 H./1931, n.º 116; J. López Ortiz, La recepción de la escuela malequí en España, Madrid, Tipografía de Archivos, 1931, págs. 105-106; C. Brockelmann, Geschichte der arabischen Litteratur, Leiden, Brill, 1943-1949, 2 vols. y Supplementband, t. II, Leiden, Brill, 1943-1949, pág. 978; al-Ḥumaydī, Yaḏwat al-muqtabis, ed. de M. B. T. al-Ţanŷī, El Cairo, 1952, n.º 152; al-Ziriklī, al-A‘lām, t. V, El Cairo, 1954-1959, pág. 358; U. R. Kaḥḥāla, Mu‘ŷam al-mu’allifīn, t. XII, Damasco, 1960, pág. 94; F. Sezgin, Geschichte des Arabischen Schrifttums, Band I, Leiden, Brill, 1967, págs. 474-475; M. A. Makki, Ensayo sobre las aportaciones orientales en la España musulmana y su influencia en la formación de la cultura hispano-árabe, Madrid, Instituto Egipcio de Estudios Islámicos, 1968, págs. 190-204; al-Ḏahabī, Siyar a‘lām al-nubalā’, vol. XIII, Beirut, 1981-1985, págs. 445-446; J. M.ª Fórneas, “Datos para un estudio de la Mudawwana de Saḥnūn en al-Andalus”, en VV. AA., Actas del IV Coloquio Hispano-Tunecino (Palma de Mallorca, 1979), Madrid, Instituto Hispano-Árabe de Cultura, 1983, págs. 93-118; Nūrī Mu‘ammar, Muḥammad b. Waḍḍāḥ al-Qurṭubī mu’assis madrasat al-ḥadīṯ bi-l-Andalus ma‘a Baqī b. Majlad, Rabat, 1983; ‘Iyāḍ, Tartīb al-madārik, vol. IV, Rabat, 1983, págs. 435-440; M. Fierro, “Bazī, mawlà de ‘Abd al-Raḥmān I, y sus descendientes”, en Al-Qanţara, VIII (1987), págs. 99-118; Kitāb al-bida‘, est. sobre su vida y obra en la ed. y trad. por M. Fierro, Madrid, CSIC, 1988, págs. 11-58; M. Fierro, “The introduction of ḥadīth in al-Andalus (2nd/8th-3rd/9th centuries)”, en Der Islam (Hamburgo), LXVI (1989), págs. 68-93; Ibn Ḥāriṯ al-Jušanī, Ajbār al-fuqahā’ wa-l-muḥaddiṯīn, ed. de M. L. Ávila y L. Molina, Madrid, CSIC, 1992, n.º 137; M. Fierro, “Religious beliefs and practices in al-Andalus in the third/ninth century”, en Rivista degli Studi Orientali (Roma), LXVI (1993), págs. 15-33; L. Molina, “Qualifying scholarship: an analysis of biographical texts from Ibn Ḥrith’s Akhbār al-fuqahā’ wa-l-muḥaddithīn”, en Medieval Prosopography. Arab-Islamic Medieval Culture, ed. M. Marín, 23 (2002), págs. 55-71.

 

Maribel Fierro

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