Mellini, Jeroni. Amed-Al-Mellini-Saquien. Confrides (Alicante), m. s. XVI – Sierra de Laguar (Alicante), 21.XII.1609. Reyezuelo de los moriscos sublevados en la sierra de Laguar en 1609.
Era originario de Confrides y molinero de profesión, además de trasquilador de ovejas en la temporada del esquileo. En los días que siguieron al pregón de la expulsión se transformó en un eficaz agitador y logró convencer a muchos moriscos de la zona de los valles de Guadalest, Seta, Travadell, Laguar y Ebo así como a otros de Alcalalí, Callosa, Relleu, Jalón, Murla, etc. hasta un total de cincuenta núcleos de población, para que se rebelasen y se hiciesen fuertes en la sierra de Laguar. En total se echaron al monte unas veinte mil personas a partir de finales de septiembre de 1609.
Mellini, o Millini como dicen otros, fue nombrado rey de los sublevados. Tenía entonces unos cincuenta años y gran ascendiente entre los suyos por su gran valor. Las condiciones de alojamiento y de abastecimiento en la montaña no podían ser más precarias. Las municiones eran escasas y las armas poco eficaces. Por todo ello era imposible que ofreciesen una larga resistencia a un ejército profesional y muy bien equipado, pero confiaban ciegamente en la ayuda exterior y en falsas profecías.
Al mes se hizo imposible su situación pero no aceptaron la rendición que se les ofrecía. Se decidió por fin atacar a los insurrectos desde Murla y otros lugares próximos. Allí acudió en persona Agustín de Mejía y Sancho de Luna, al frente de los tercios de arcabuceros.
También se presentaron varias compañías de la milicia de las villas reales de Valencia. Se fijó la fecha del inicio de hostilidades para el 21 de noviembre. La superioridad de las tropas cristianas en estrategia y armamento hizo que la resistencia de los amotinados fuese prácticamente nula. El propio Mellini que acudió en ayuda de los suyos cayó muerto de un arcabuzazo que le propinó Juan de Linares, un soldado de las milicias locales de Jijona, y no de un alabardazo del sargento Francisco Gallardo, como dice equivocadamente Escolano y han repetido hasta ahora todos los historiadores. Ésta fue la última batalla efectiva, aunque en tono menor, entre moros y cristianos en suelo hispano.
Murieron unas cuatro mil personas. El botín fue inmenso y ocho días después se embarcaron los sobrevivientes, unos dieciséis mil moriscos, en los puertos de Denia y Jávea. Cristóbal Mellini, hermano de Jerónimo, y que le había sustituido en el mando, fue reconocido entre los que esperaban el embarque. Fue hecho prisionero y se dejó morir de hambre para evitarse una muerte más terrible.
Fuentes y bibl.: Archivo del Reino de Valencia, Manaments i Empars, año 1631, libro 5, mano 44, fols. 43r.-46v.
G. Escolano, Primera década de la historia de Valencia, Valencia, Pedro Patricio Mey, 1610, libro X, caps. 53-59; A. de Corral y Rojas, Relación de la rebelión y expulsión de los moriscos del reino de Valencia, Valladolid, Diego Fernández de Córdoba, 1612; S. Giner Guerri, Historia de Murla, Alicante, Instituto Juan Gil Albert, 1995.
Jesús Villalmanzo Cameno
