Ubecar, Pablillo. Teresa (Valencia), m. s. XVI – Argel (Argelia), p. t. s. XVII. Bandolero morisco, principal responsable de la sublevación de los moriscos en la Muela de Cortes de 1609.
Las primeras noticias que se tienen de Ubecar se remontan al 1 de diciembre de 1608, cuando aparece su nombre en un bando donde se le presenta asociado a una banda de once bandoleros que actuaban en el valle de Ayora y por cuya captura se ofrecían 50 libras por cabeza. Su momento de mayor responsabilidad se dio en los meses de septiembre a noviembre de 1609. Fue el principal incitador de las masas moriscas del valle de Ayora y zonas comarcanas para que rechazasen la orden de expulsión de 22 de septiembre de 1609. Consiguió convencer fácilmente a sus paisanos de Teresa, que se sublevaron en masa, y a muchos de Jalance, Jarafuel, Zarra y Cofrentes a los que condujo a la cima de la Muela de Cortes el día 21 de octubre de 1609, por considerarse el lugar más idóneo, por la abundancia de cuevas, agua y alimentos que ofrecía. Una vez instalados en dicho lugar se dirigió a la zona de Bicorp y de Quesa, donde coaccionó a los indecisos, recurriendo incluso a la violencia y al asesinato para que se sumasen a la rebelión. En total logró que subiesen a las montañas unas tres mil personas.
Ubecar no fue elegido jefe de los sublevados, sino Vicent Turigi, un rico morisco de Catadau. Pero puso a disposición de sus correligionarios sus conocimientos del medio geográfico y sus cualidades físicas y estratégicas para hacer frente a las tropas cristianas que acudieron a sofocar la rebelión. Y cuando se rindieron, sin luchar, el 21 de noviembre de 1609, Ubecar no quiso acogerse a las medidas de gracia que les fueron concedidas, quizá por miedo a las represalias, dados sus antecedentes.
Volvió a su actividad de bandolero, en compañía de un grupo de moriscos. Durante dos años largos se mantuvieron fuera de la ley siendo el terror de una amplia zona que iba de la Muela de Cortes a Requena. Hubo varios intentos para acabar con ellos, empleando unas veces el rigor y otras la clemencia. Un encuentro armado con sus perseguidores, en que fueron abatidos varios compañeros suyos, le hizo recapacitar. Simón Zapata le brindó el perdón real e incluso se ofreció a ir con él a Argel en viaje de reconocimiento. A su regreso de África convenció a los compañeros que aún quedaban por las montañas de la conveniencia de rendirse a las autoridades. Antes de embarcarse, lo que ocurrió el 2 de febrero de 1612, se despidieron personalmente del virrey, quien les entregó incluso un generoso donativo.
Vicente Pérez de Culla escribió al poco tiempo un libro en verso sobre el final de la novelesca vida de Pablillo Ubecar.
Fuentes y bibl.: Biblioteca Universitaria de Valencia, Varia 9/64, fol. 299v.
G. Escolano, Primera década de la historia de Valencia, Valencia, Pedro Patricio Mey, 1610, lib. X, caps. 52, 54 y 61; V. Pérez de Culla, Expulsión de los moriscos rebeldes de la sierra y muela de Cortes, por Simeón Zapata, Valencia, Juna Bta. Marçal, 1635; J. V. Poveda Mora, Historia del Valle de Ayora-Cofrentes, t. I, Ayora, Asociación Valle Júcar-Cabriel, 2001, págs. 241, 255-284 y 306.
Jesús Villalmanzo Cameno
