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Pedro Martínez de Fe

Biografía

Martínez de Fe, Pedro. ?, p. m. s. XIII – c. 1290. Almirante de Castilla.

No se cuenta con datos del origen y parentela de Pedro Martínez de Fe. Las primeras noticias de su actividad pública lo sitúan al servicio de Alfonso X el Sabio, en la cruzada que éste preparaba contra Marruecos en 1260. Dicha cruzada, planificada en principio para conquistar Ceuta, se concretó en septiembre de aquel año en un mero saqueo del puerto marroquí de Salé (en la desembocadura del río Bou Regreg, al norte de Rabat). La Crónica de Alfonso X califica a Pedro Martínez como “almirante” de la flota que ejecutó la operación.

Sin embargo, se sabe por la documentación coetánea que el máximo responsable de la expedición era, con el título de “adelantado mayor de la mar”, el ricohombre Juan García de Villamayor. Posiblemente esta contradicción se supera suponiendo que Pedro Martínez era quien, de facto, ejercía el mando bajo el mando teórico de aquel ricohombre.

Hasta 1278 no aluden de nuevo las fuentes cronísticas a este marino. Ese año se decidió llevar a cabo la conquista de Algeciras, por donde los benimerines desembarcaban sus tropas desde 1275, haciendo numerosas razias por Andalucía occidental. De nuevo se encomendó la dirección de la armada castellana (“ochenta galeas e veinte e cuatro naves, sin las galeotas e leños e sin los otros navíos pequeños”, según la Crónica de Alfonso X) a Pedro Martínez de Fe. En agosto de 1278 inició el bloqueo marítimo de la ciudad algecireña, paso previo a su asedio por tierra, comenzado en febrero de 1279. Esta campaña devendría en desastre a causa de la falta de dinero para pagar las soldadas y el abastecimiento de la hueste y de la flota, así como por las enfermedades y la desorganización que cundían en el campamento de los cristianos. La escuadra fue la primera en sufrir la derrota, en julio de 1279. Las galeras mariníes destrozaron las naves castellanas, y el almirante Pedro Martínez y algunos de sus jefes fueron capturados y llevados a la presencia del sultán benimerín Ibn Yūsuf, en Tánger. Según la Continuación de la Crónica de España, Pedro Martínez de Fe y los otros capitanes castellanos supervivientes de aquella derrota naval permanecieron apresados dos años en Marruecos, huyendo luego gracias a la ayuda de algunos musulmanes, que los llevaron a Sevilla.

En 1284, recién inaugurado el reinado de Sancho IV, Pedro vuelve a figurar en la documentación comandando barcos al servicio del monarca castellano, con el título, según Ortiz de Zúñiga, de “almirante de Sevilla”. En el desempeño de esta labor vigilaba la costa andaluza, ante la amenaza inminente de una nueva invasión benimerín. Por las mismas fechas tenía otras responsabilidades en tierra, pues se sabe que en septiembre de 1284 recibía 12.000 maravedís para mantenimiento de Serpa y Moura, villas entonces castellanas y hoy en el Alentejo portugués.

No obstante, poco después, en 1287, Pedro se desavino con el Soberano. Eran tiempos aquellos en que gran parte de los ricoshombres y caballeros del reino comenzaron a protestar contra la privanza del conde Lope Díaz de Haro. Algunos de ellos pasaron a la rebelión abierta, como Álvar Núñez de Lara, que se alió con el infante Alfonso de Portugal para hacer la guerra desde la frontera de aquel reino a Sancho IV. El rey Dionís de Portugal y Sancho IV actuaron de consuno contra ambos rebeldes, atacando y tomando su base principal, Arronches. Para servir en estas campañas Pedro Martínez de Fe fue convocado por el Monarca, pero, a pesar de haber recibido dinero para ello, no acudió. Tal circunstancia hace sospechar que Pedro formó parte de la facción contraria al privado regio.

El almirante fue desposeído de sus bienes a causa de su actitud, así como por “otros deservicios” a los que alude oscuramente un documento real de enero de 1288. De este modo, las casas, molinos, hornos y tierras de Pedro Martínez de Fe en término de Arcos de la Frontera, así como sus posesiones en Niebla, fueron repartidos entre los fieles al Soberano.

Es posible que no mucho después falleciera Pedro Martínez, ya que se habla de él en pretérito en un documento de 5 de octubre de 1290, en virtud del cual el Monarca restituía a su hijo Diego Pérez de Fe todos los heredamientos que el padre había tenido en Arcos de la Frontera.

 

Bibl.: D. Ortiz de Zúñiga, Anales eclesiásticos y seculares de la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla, Madrid, 1677; Marqués de la Fuensanta del Valle (ed.), “Continuación de la Crónica de España del arzobispo don Rodrigo Jiménez de Rada por el obispo don Gonzalo de la Hinojosa”, en Colección de documentos inéditos para la Historia de España, t. CVI, Madrid, 1893; M. Gaibrois de Ballesteros, Historia del reinado de Sancho IV de Castilla, Madrid, 1922-1928, 3 ts.; C. Rosell y López (ed.), Crónicas de los reyes de Castilla. Desde don Alfonso el Sabio hasta los Católicos don Fernando y Doña Isabel, Madrid, Ediciones Atlas, 1953, 3 vols.; A. Ballesteros Beretta, Alfonso X el Sabio, Barcelona, Salvat, 1963; M. González Jiménez, Alfonso X el Sabio, Barcelona, Editorial Ariel, 2004.

 

Braulio Vázquez Campos

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