Peiró Victori, Ramón. Aiguafreda (Barcelona), 7.III.1891 – Barcelona, 21.VIII.1936. Religioso de la Orden de Predicadores (OP), sacerdote, beato.
Al morir su padre en 1894 ingresó, junto con su hermano el beato Miguel Peiró, en el Colegio de Huérfanos de Sant Julià de Vilatorta (Barcelona), dirigido por los Padres de la Sagrada Familia. Animado por su tía, Dominga Victori, dominica de la Anunciata, a los quince años dirigió sus pasos al noviciado de Corias (Asturias); tomó el hábito en 1907 y profesó al año siguiente. Cursó Humanidades y Filosofía. En 1911 emitió la profesión solemne. Durante el verano de 1912 lo asignaron al Convento de Salamanca pero, apenas llegado, dio su nombre para restaurar la provincia de Aragón. Primero en Barcelona y después en Solsona (Lérida), cursó Teología. Fue ordenado presbítero en 1915. A la vez que terminaba la Teología, enseñaba en la Escuela Apostólica Latín y Geografía.
Continuó en este centro de formación como profesor, sacristán, bibliotecario y director de asociaciones. En 1922 era director de los niños seminaristas, y con tal cargo continuaba en 1925. En 1926 lo nombraron primer superior del Convento de Calanda (Teruel) y continuó como profesor de la Escuela Apostólica allí trasladada, donde permaneció en el cargo hasta 1927, en que lo asignaron a Barcelona. En 1928 lo nombraron sacristán y en tal oficio se mantuvo hasta la muerte. Dirigió asociaciones y desarrolló una actividad de dirección espiritual y atención a diferentes comunidades de religiosas.
El 19 de julio de 1936 tuvo que separarse de la comunidad para refugiarse en un piso y desde allí contempló el incendio de la iglesia a cuyo servicio estaba desde hacía varios años. A pesar de cambiar de refugios sucesivas veces, fue, al fin, descubierto el 15 de agosto, después de oír la misa retransmitida por Radio Vaticana. La recluyeron en un sótano hasta la mañana del 21 de agosto de 1936, cuando unos milicianos lo sacaron al paraje denominado El Morrot, en la zona del puerto de Barcelona, y le mataron.
Hubo otros dos dominicos que también fueron asesinados en Barcelona y beatificados por Juan Pablo II, en Roma, el 11 de marzo de 2001.
José María Vidal Segú —Secuita (Tarragona), 3.II.1912 – Piera (Barcelona), 25.IX.1936—. Ingresó en la Escuela Apostólica de Solsona (Lleida) para comenzar el curso 1923-1924, y prosiguió las Humanidades en Calanda (Teruel) en 1925. Tomó el hábito en Valencia en 1928 y realizó su profesión temporal en 1929. Continuó su formación filosófico-teológica en Valencia, y el 11 de abril de 1936, fue ordenado presbítero. Como el resto de religiosos, dejó el Convento de Valencia el 19 de julio de 1936 y recibió hospitalidad en una familia, pero para no comprometer a sus bienhechores, escribió a su familia rogando que uno de los hermanos viajara para recogerlo. Llegaron a Barcelona y pudo ocultarse en una casa de campo de Piera (Barcelona), de la que su hermano era colono. En este retiro vivió quince días, pero hacia el 20 de septiembre lo detuvieron y le mataron en un bosque junto a la carretera de Piera a Vallbona (Barcelona), el 24 o 25 de septiembre de 1936.
Felipe Santiago Meseguer Burillo, beato Santiago —Híjar (Teruel), 1.V.1885 – Barcelona, primeros XII.1936—. Pidió el ingreso en la Orden en Corias (Asturias), donde vistió el hábito en 1900 y profesó en 1901. Continuó por cuatro años en Corias para perfeccionarse en las Humanidades y cursar Filosofía.
Profesó solemnemente en 1904. En septiembre de 1905 lo asignaron a Salamanca para estudiar la Teología en el Convento de San Esteban y en 1909 recibió el presbiterado. Obtuvo el título de lector en Teología en 1911. En Madrid formó parte del equipo redactor de la revista La Ciencia Tomista, y estuvo también en el Colegio de Vergara (Guipúzcoa). En 1912 se incorporó al equipo restaurador de la provincia de Aragón, y lo enviaron al Convento de Barcelona, donde dio clase de Teología, fue ecónomo de la comunidad y dirigió la asociación del Rosario Perpetuo. En 1913- 1914 pasó a Solsona (Lérida) como profesor; al curso siguiente se trasladó a Valencia, donde durante varios años fue administrador de la revista Rosas y Espinas y en 1917 director. A partir de 1918 su actividad principal fueron las clases de Filosofía y Teología y dirección de asociaciones. En el curso 1927-1928 lo trasladaron a Barcelona y fue maestro de cooperadores, ecónomo, bibliotecario y archivero de la provincia. En el curso 1932-1933 regresó a Valencia donde fue profesor de Teología Dogmática en el Seminario Pontificio y examinador sinodal del arzobispado, ocupaciones que simultaneó con la enseñanza en el Estudio General Dominicano hasta su muerte. Se hallaba en el mes de julio de 1936 en Esparraguera (Barcelona) predicando ejercicios espirituales a las dominicas de la Anunciata.
El 19 salió del Convento de Barcelona como el resto de la comunidad y se refugió en un piso. El 13 de noviembre fue descubierto y confesó que era sacerdote.
Lo llevaron a la checa Control del Clot y lo mataron en los últimos días de noviembre o primeros de diciembre en el cementerio de Montcada (Barcelona).
Estos religiosos dominicos fueron beatificados por Juan Pablo II, en Roma, el 11 de marzo de 2001.
Bibl.: M. García Miralles, Los dominicos de la provincia de Aragón en la persecución religiosa de 1936, Valencia, Ed. Feda, 1962; V. Forcada Comíns, “Testigos fieles”, 18 mártires dominicos en España, 1936 y 2 sacerdotes aragoneses, Valencia, 1997; Los 18 beatos mártires dominicos de la provincia de Aragón, Caleruega, Burgos, 2001 (col. Celebraciones vivas de santos y santas dominicos, n.º 33); L. Galmés, Imagen y semblanza de veinte testigos de la fe, Valencia, 2001; A. García Lozano, Beatificación del P. Jacinto Serrano López y 17 compañeros dominicos de la provincia de Aragón, en Teología Espiritual, 45 (2001), págs. 245-250; J. A. Martínez Puche (coord.), Mártires Dominicos españoles. 1936. 92 religiosos, religiosas y seglares de la Familia Dominicana martirizados en la persecución religiosa de 1936, Madrid, EDIBESA, 2007; M.ª E. González Rodríguez, Los primeros 479 santos y beatos mártires del siglo XX en España. Quiénes son y de dónde vienen, Madrid, Ed. EDICE, 2008, págs. 478-481.
María Encarnación González Rodríguez
