Herrera, Ortega de. Burgos, ú. t. s. xv – ?, m. s. xvi. Criado.
Su presencia en América vino motivada por su situación de sirviente de María de Soto, también burgalesa. Seguramente, formó parte de la dote que los padres de dicha señora, Diego de Estriniaga y María de Soto, presentaron para que su hija pudiera contraer matrimonio con Diego de Villadiego. La pareja zarpó pronto, junto a su criado, hacia la isla La Española, concretamente el 5 de mayo de 1512.
La suerte que debió de correr este criado tuvo que ir siempre ligada a la de sus amos, los cuales no tuvieron dificultades en el nuevo mundo pues, en el repartimiento general de 1514 realizado por Rodrigo de Alburquerque y Pedro Ibáñez de Ibarra, en nombre del Rey, en el que se concedían encomiendas con una duración de dos vidas, obtuvieron un total de diez naborías o aborígenes sin ningún tipo de derecho dentro de la sociedad indígena. Por lo tanto, la riqueza y fortuna de sus amos tuvo que recompensar de alguna manera al criado que pasó a las Indias junto a ellos. Además, hay que tener en cuenta que la existencia de dichos indios encomendados también tuvo que aliviar bastante la labor y el esfuerzo que, como criado, Ortega de Herrera debía hacer frente, pudiendo convertirse en el ayudante y hombre de confianza de la familia.
Bibl.: C. Bermúdez Plata, Catálogo de pasajeros a Indias durante los siglos xvi, xvii y xviii. I (1509-1534), Sevilla, Imprenta de la Editorial Gavidia, 1940; P. Boyd-Bowman, Índice geobiográfico de más de 56 mil pobladores de la América hispánica, 1493-1519, México, Fondo de Cultura Económica, 1985; V. Benzo de Ferrer, Pasajeros a la Española, 1492-1530, Santo Domingo, Amigo del Hogar, 2000.
Manuel Salvador Jorge
