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Antonio de Fluvià

Biografía

Fluvià, Antonio de. Cataluña, f. s. XIV – Rodas (Grecia), 29.X.1437. Maestre de la Orden Militar internacional de San Juan entre los años 1421 y 1437.

Se desconocen su lugar y fecha de nacimiento. Sin embargo, se sabe que pertenecía a un linaje de caballeros procedente del centro de Cataluña, más concretamente de Guissona, en la comarca de la Segarra.

Los Fluvià eran una familia de la pequeña nobleza rural que a principios del siglo xv había perdido la mayor parte de sus recursos y de su influencia. Por eso no es de extrañar que uno de sus miembros buscara hacer carrera entrando en una orden militar. Antonio de Fluvià eligió ingresar en la Orden Militar internacional de San Juan o del Hospital. Fue adscrito a la Castellanía de Amposta, que era el priorato o provincia de la Orden que abarca el territorio del reino de Aragón y el sur de Cataluña. A partir de 1387, se encontraba prestando servicio en la isla griega de Rodas, sede entonces del convento central de la Orden de San Juan. Se sabe que en 1399 el rey de Aragón, Martín I, solicitó al maestre de la Orden, Philibert de Naillac, que concediera a Antonio de Fluvià la primera encomienda que quedara vacante en la Castellanía de Amposta en atención a los doce años que llevaba residiendo en el convento de Rodas. No obstante, su carrera dentro de la Orden se siguió desarrollando preferentemente en Rodas. En 1411, cuando tenía más de cuarenta años de edad, fue nombrado drapero del convento de Rodas. Se trataba del oficial conventual que lideraba a todos los hospitalarios españoles residentes en Rodas. La influencia de Antonio de Fluvià fue creciendo hasta el punto de que, en 1419, llegó a ser lugarteniente del maestre de la Orden, Philibert de Naillac. Además, en 1420, obtuvo la importante encomienda de Chipre y la encomienda de Huesca dentro de la Castellanía de Amposta. La trayectoria de Antonio de Fluvià en la Orden de San Juan culminó en 1421 cuando fue elegido maestre de la Orden tras la muerte de Philibert de Naillac.

Durante su mandato como maestre del Hospital, que se prolongó hasta su muerte en 1437, Antonio de Fluvià se rodeó de un equipo de hospitalarios catalanes, a los cuales fue confiriendo los puestos de confianza cuya designación correspondía al maestre dentro del convento de Rodas. En especial, favoreció la carrera dentro de la Orden de algunos parientes suyos, siguiendo las prácticas de nepotismo comunes en la época. Antonio de Fluvià hubo de afrontar la amenaza creciente de un ataque del sultanato mameluco de Egipto contra Rodas. El maestre reaccionó ante el peligro disponiendo la movilización general de los recursos económicos y militares del Hospital en toda Europa mediante la convocatoria de dos Capítulos Generales de la Orden en Rodas durante los años 1428 y 1433. No obstante, al final logró mantener la paz durante los dieciséis años de su mandato e incluso sirvió de mediador para la firma de un tratado comercial entre Aragón y Egipto en 1430. Antonio de Fluvià también fue un gran constructor. Hizo importantes obras de fortificación en Rodas y además levantó en la misma ciudad varios edificios de arquitectura civil realizados en estilo gótico catalán. Entre ellos destaca el albergue de los hospitalarios españoles.

Finalmente, el maestre devolvió a los judíos de Rodas el barrio de la ciudad del que habían sido expulsados por su antecesor, Naillac.

Antonio de Fluvià convocó dos Capítulos Generales en 1428 y 1433 en los que se promulgaron cuarenta y seis y treinta y un estatutos, respectivamente.

El maestre catalán manifestó así un verdadero frenesí legislativo. También inició una tendencia de los maestres a hacerse cargo personalmente de las finanzas de la Orden durante los períodos de crisis. Además, se mostró determinado a salvaguardar la autoridad del maestre en el seno de la Orden y su independencia frente al exterior. Sus relaciones con el pontificado fueron excelentes, sobre todo con el papa Martín V, pero rechazó firmemente las intromisiones pontificias en el nombramiento de cargos de la Orden. Precisamente la designación de los dignatarios del priorato sanjuanista de Cataluña constituyó una fuente de discordias permanentes entre el rey Alfonso V de Aragón y Antonio de Fluvià, quien no estaba dispuesto a perder el control del nombramiento de los cargos catalanes de la Orden frente a las presiones del Monarca.

Por esta razón, las relaciones entre el maestre y Alfonso V adquirieron frecuentemente el carácter de pruebas de fuerza en las cuales cada uno de ellos hizo gala de una gran tenacidad.

Antonio de Fluvià falleció en Rodas el 29 de octubre de 1437. A su muerte, legó al convento sanjuanista de la isla 10.000 florines para la construcción de un gran hospital, terminado en 1484 y que se conserva actualmente en Rodas como el monumento más representativo de esta época.

 

Bibl.: G. Bosio, Dell’istoria della sacra religione et illustrissima militia di San Giovanni Gerosolimitano, vol. II, Roma, Stamperia di Guglielmo Facciotti, 1629, págs. 192-209; P. Bonneaud, “Diferencias y conflictos entre Alfonso el Magnánimo, el Maestre de Rodas y los Hospitalarios Catalanes (1426-1436)”, en R. Izquierdo Benito y F. Ruiz Gómez (coords.), Las Órdenes Militares en la Península Ibérica. Volumen I: Edad Media, Cuenca, Universidad de Castilla-La Mancha, 2000, págs. 457-471; P. Bonneaud, Le prieuré de Catalogne, le couvent de Rhodes et la couronne d’Aragon, 1415- 1447, Millau, Conservatoire Larzac Templier et Hospitalier, 2004, págs. 134-152.

 

Carlos Barquero Goñi

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