Bernardo, Maestro. El Viejo. ?, p. m. s. XI – f. s. XI. Iniciador de la catedral románica de Santiago.
Poco es lo que se sabe del maestro a quien el Liber Sancti Iacobi. Codex Calixtinus denomina en su Libro V, capítulo noveno, “don Bernardo el Viejo, maestro admirable”. Las primeras noticias datan de 1075 y llegan a 1088. Su mención en la, con frecuencia, considerada como la primera guía del Camino de Santiago, se debe a que inició la construcción de la catedral románica de Santiago de Compostela, ayudado por “Roberto, con aproximadamente otros cincuenta canteros que allí trabajaban asiduamente”.
El Códice Calixtino no proporciona más datos, pero puede afirmarse con Manuel Gómez Moreno: “aunque no sea mucho lo que sacamos con estos nombres, desde luego confirman la presunción de haber sido extranjeros quienes idearon el edificio”. Por su parte, Conant, en su estudio sobre la catedral románica de Santiago, considera que los nombres Roberto y Bernardo sugieren “un origen francés, aunque podría ser tanto siciliano como franconormando. No sabemos nada más de su vida ni de su obra”.
Tales frases mantienen su vigencia y con Durliat puede afirmarse que el maestro Bernardo el Viejo “introdujo en España, hacia 1077, un tipo de iglesia románica adaptado a las necesidades de un santuario de peregrinación, que había sido puesto a punto en Francia”; cita a Toulouse como ejemplo oportuno por su relación con Santiago, y no duda de que, si Bernardo no era francés, al menos se había formado o perfeccionado en Francia. También indica el Códice Calixtino que se rodeó de un taller de canteros que preparaban los sillares de la construcción de la catedral y, con ellos, colaboraban escultores formados en las principales obras levantadas a lo largo de los caminos de la peregrinación, en particular, del Camino Francés. Para Durliat, aunque no todos proceden de Conques, coinciden en “representar las dos especies de animales más frecuentes en los edificios de finales del siglo xi: pájaros y leones”.
El maestro Bernardo el Viejo comenzó la construcción de la catedral compostelana por la parte central de la girola, desarrollada alrededor de una amplia capilla mayor. Para Conant, “el tratamiento del proyecto de Santiago es original, seguro, progresivo y sintoniza totalmente con su tiempo en una época de cambios rápidos”. Si la planta de tales capillas siguió el proyecto del maestro Bernardo, el alzado lo completaron otros autores, ya que los acontecimientos del año 1088 desbarataron los planes de su taller y los suyos propios. Puede aceptarse, pues, con Serafín Moralejo, que a la primera campaña constructiva sólo corresponden “las tres capillas que se abren al hemiciclo de la girola, con los lienzos de muro inmediatos y con exclusión de todo avance en el piso superior. Y aun dentro de la zona acotada, no todo puede adscribirse a los días de Diego Peláez”.
En 1088, las disensiones entre el promotor y mecenas de la obra, Alfonso VI, y el obispo de Santiago, Diego Peláez, dan al traste con este taller, lo que no sólo retrasó la obra de la catedral compostelana, sino también la introducción y difusión del románico en Galicia. Las razones del alejamiento entre ambos personajes hay que buscarlas, según la Historia Compostelana, en que “unos enemigos suyos, movidos de envidia, dijeron de él que trataba de arrebatar al rey de España el reino de Galicia y entregarlo al rey de los ingleses y normandos”, advirtiendo que “si fue o no verdad, no es ahora incumbencia nuestra dilucidarlo”.
Bibl.: K. J. Conant, The early architectural history of the cathedral of Santiago de Compostela, Cambridge, Harvard University Press, 1926 (ed. esp. Arquitectura románica da Catedral de Santiago de Compostela, trad. de J. González Beramendi, Santiago de Compostela, Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia, 1983); M. Gómez Moreno, El arte románico español. Esquema de un libro, Madrid, 1934; Historia Compostelana, o sea, Hechos de D. Diego Gelmírez, primer Arzobispo de Santiago, trad. del latín al castellano por R. P. Fr. Suárez, con notas e introd. por R. P. Fr. J. Campelo, Santiago de Compostela, Ed. Porto, 1950 (intr., trad., notas e índices por E. Falque, Madrid, Akal, 1994); S. Moralejo Álvarez, “Notas para unha revisión da obra de K. J. Conant”, en K. J. Conant, Arquitectura románica da Catedral de Santiago de Compostela, op. cit.; M. Durliat, La sculpture romane de la route de Saint-Jacques. De Conques à Compostelle, Mont-de-Marsan, 1990; R. Yzquierdo Perrín, “La construcción de la catedral románica de Santiago”, en F. Singul Lorenzo (coord.), La meta del Camino de Santiago. La transformación de la catedral a través de los tiempos, Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 1995, págs. 59-83.
Ramón Yzquierdo Perrín
