Fernández del Castillo, Juan. ¿Murcia?, s. t. s. xvi – p. t. s. xvii. Ensayador.
Juan Fernández del Castillo desempeñó el cargo de correo mayor de las ciudades de Murcia y Cartagena, además de todo su obispado, cargo al que accedió por nombramiento de Felipe V. Escribió un texto titulado Tratado de ensayadores, editado en Madrid en 1623, si bien lo tenía acabado, al menos, en 1615, dado que el privilegio real para imprimir el libro tiene la fecha de 8 de agosto de dicho año. No obstante, la existencia del texto y el motivo del autor para escribirlo hacen pensar que pudiera haberlo acabado entre 1597 y 1598.
En 1585, el entonces presidente del Consejo de Castilla, Rodrigo Vázquez de Arce, jurisconsulto que había llevado el juicio de Antonio Pérez, promovió acciones jurídicas contra los ensayadores de las casas de moneda, tanto peninsulares como coloniales. El motivo fue que se hizo patente la enorme falta de ley en la moneda, un problema conocido, pero que no fue atacado hasta entonces. Esta corrupción, tanto de la ley del metal circulante como de los ensayadores y plateros, hacía que la hacienda estatal sufriera graves perjuicios económicos y que, al contrario, los ensayadores se enriquecieran. Vázquez de Arce logró involucrar, incluso, a los mercaderes, que actuaban en connivencia con los cargos oficiales relacionados con el sellado de la moneda. El juicio se mantuvo abierto doce años y en 1597 se llegó a una situación difícil. Los encausados lograron alargar la causa y hacer insoluble el final, alegando que ellos no eran culpables de una caótica variedad de modos con que podían ensayar, y ensayaban; lo cual no dejaba de ser cierto. Fue entonces cuando se resolvió perdonarlos y se buscaron varias soluciones para no repetir la situación. Así, se acordó que los ensayadores tuvieran un único estilo y forma general de ensayar, sin que hubiera posibilidad de error. También se decidió crear la figura del ensayador mayor con el cometido de examinarles.
Una vez dadas estas órdenes, no llegaron a ser cumplidas inmediatamente y, como resultado, según palabras de Fernández del Castillo, se le encargó “que discurriese y mirase lo que convenía”, lo que le llevó a escribir su Tratado de ensayadores. En el texto, el autor se explaya generosamente en exponer tablas y tablas donde recoge diversas ligas de metal, pesos y medidas y, en fin, cualquier elemento que haga exacta la tarea del ensayador de moneda, incluso con la intención de que su trabajo sea válido para los ensayadores del otro lado del Atlántico. Alega que la tarea del ensayador es muy importante, ya que ellos son un grupo profesional en el que el Rey deposita su confianza, especialmente la marcha de la economía. Resulta llamativo, por otra parte, que justo en 1598 se hiciera una segunda edición del texto de Juan Arfe Villafañe (1535- 1603), Quilatador de oro y plata, que había visto la luz por primera vez en 1572 y de contenido bastante similar. Ambos autores no se citan mutuamente, a pesar de la coincidencia temática y oportunidad de la edición del texto de Arfe, ya que en el mismo año 1598 desempeñaba el cargo de ensayador mayor de la moneda en la Real y antigua casa de Segovia.
Obras de ~: Tratado de ensayadores, Madrid, Dionisio Flamenco, 1623.
Bibl.: M. E. García Guerra, “Las acuñaciones de moneda de vellón durante el reinado de Felipe III”, en Estudios de Historia Económica, 38 (1990), págs. 1-155.
Miguel López Pérez
