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Francisco de Bobadilla

Biografía

Bobadilla, Francisco de. Bobadilla (La Rioja), ú. t. s. xv – Centroamérica, m. s. xvi. Misionero mercedario (OdeM) en América y árbitro entre las disputas de Pizarro y Almagro.

Miembro de la Orden de Santa María de la Merced (Mercedarios). En 1527 se embarcó en Sevilla hacia Tierra Firme, en las naves de Pedrarias Dávila, el recién nombrado gobernador de Nicaragua. Le acompañaban otros cuatro religiosos mercedarios. En la ciudad de León (Nicaragua) fray Francisco y sus compañeros levantaron el convento de la Merced, iniciando así una intensísima labor evangelizadora. Estos primeros misioneros se dedicaron a predicar en las comunidades indias de Mabitia, Imabite y Nagarote.

Fray Francisco de Bobadilla fue encargado por Pedrarias para evangelizar una amplia zona de su gobernación, tarea que el riojano se tomó muy en serio. Estudió el método de enseñanza de los indios basado en la tradición oral, cuya sabiduría era transmitida por los ancianos de la comunidad y utilizó a los caciques y mayores para la conversión de las comunidades. Según cuenta el propio Bobadilla, en una carta recogida por el historiador Fernández de Oviedo, entre 1528 y 1529 fue capaz de bautizar a 52.558 indígenas. Si bien su celo evangelizador e investigador tuvo una contrapartida negativa: le llevó a confiscar todos los pergaminos conservados por los caciques y ancianos de las comunidades nativas, donde conservaban las imágenes de sus dioses y sus cosmogonías, y ordenar quemarlos en una hoguera por contener herejías contrarias a la religión católica, perdiéndose así una parte importante del legado cultural y religioso de los indígenas nicaragüenses. También ha quedado relatado cómo en 1527 fray Francisco de Bobadilla exorcizó al volcán Masaya o Popogatepe, por creer que el humo que exhalaba provenía del fuego eterno y de la entrada al infierno. Este hecho hoy se recuerda con una cruz —la cruz de Bobadilla— en la Plaza de Oviedo, junto al volcán.

Su frenética labor evangelizadora no pasó inadvertida y pronto fue nombrado provincial de los Mercedarios en las Indias. Por su cargo fue elegido por Francisco Pizarro como uno de sus dos enviados plenipotenciarios para dilucidar con el adelantado Diego de Almagro la disputa que ambos conquistadores mantenían sobre a quién pertenecía Cuzco. Almagro a su vez había elegido a otros dos negociadores, pero finalmente prefirió que sólo un juez imparcial dilucidara la cuestión. El elegido fue Francisco de Bobadilla.

El 28 de octubre de 1537, el fraile mercedario citó a Pizarro y a Almagro para una entrevista. El 13 de noviembre se encontraron los tres en el pueblo peruano de Mala. Allí Bobadilla escuchó las razones de uno y otro, se dejó asesorar por expertos cartógrafos y pilotos, y el 15 de noviembre dictó sentencia. Aparentemente el fallo beneficiaba a Pizarro, ya que obligaba a Almagro a abandonar la ciudad de Cuzco, si bien el auto tenía carácter provisional, supeditado a un posterior examen de dos cartógrafos expertos.

Almagro no aceptó la decisión y permaneció en Cuzco: poco después se levantó en armas, originando la primera guerra civil española en Perú. El provincial Bobadilla, antes de finalizar el año 1537, se embarcó de regreso hacia Panamá. Prosiguió su tarea evangelizadora por las tierras de Centroamérica.

 

Bibl.: J. M.ª González Ochoa, Riojanos Pioneros en Indias. 1492-1599, Logroño (La Rioja), Amigos de Briones-Amigos de la Historia de Calahorra-Amigos de la Historia-Amigos de la Historia Najerillense-Amigos de La Rioja-Asociación de Amigos de la Historia y el Patrimonio Cultural de Arrendó-Ayuela- Centro de Estudios de la Comarca de Alfaro, Panal, 2006.

 

José María González Ochoa

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