Félix del Monte, San. La Rioja, s. vii – s. viii. Obispo, ermitaño, santo.
Llamado popularmente san Félix de Hornillos y san Felices. No hay documentación histórica que avale la existencia de este santo. Una tradición de varios siglos lo pretende evidenciar y las reliquias que se veneran en diversos pueblos de La Rioja. En Hornillos de Cameros, en su artístico templo parroquial, se veneran como de este santo varios huesos y reliquias y un busto de madera policromada y con mitra, y dos pinturas del siglo xvi, de buen estilo, que representan escenas de su vida; en la ermita de Los Remedios hay otra imagen y otra pintura. Dentro de la demarcación de este pueblo hay un prado denominado de san Félix, donde se encuentran las ruinas de un monasterio que lleva su nombre, al igual que una gruta o cueva en el cercano cerro de Nido Cuervo. El santo es patrono de esta villa, donde se le honra con varias fiestas: el 1 de agosto, el miércoles vísperas de Corpus Christi, el martes de Pascua de Pentecostés; después de la recolección de las cosechas se le hace la fiesta de acción de gracias, con novena; ante su altar, en Hornillos, arde una lámpara, para cuyo cuidado se elige y nombra un mayordomo.
Al prado de San Félix suelen ir todos los años en romería varios pueblos vecinos: La Riva, Torremuña, Treguajantes, Terroba, Valdeosera y Montalvo.
En la iglesia parroquial de Lagunilla existe otro busto que se venera como de san Félix y que contiene su cráneo; el de la iglesia de Hornillos es copia de éste.
En la actual concatedral de Logroño, en el altar de la Virgen Milagrosa, se encuentra un arca, con huesos que se tienen como de san Félix y que proceden del monasterio de San Prudencio de Monte Laturce.
Con todos estos datos los historiadores identifican a este santo con san Féliz, obispo de Calahorra, que el año 693 suscribe las actas del concilio XVI de Toledo.
Huyendo de la invasión musulmana se refugió en las montañas del Camero Viejo, difícilmente accesible, llevando una vida de oración y penitencia en el lugar llamado de Nido Cuervo, cerca de Hornillos. Una vez muerto se le dedicó una ermita, atendida por algún monje del monasterio de San Prudencio, relativamente cercana; cuya circunstancia hizo que más tarde la ermita se convirtiera en una fundación monástica dependiente de aquel monasterio.
Bibl.: J. Cantera, San Féliz del Monte: Santos de la Rioja, Logroño, 1962, págs. 46-51; M. P. Rodríguez Marín, “Félix de Hornillos”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, vol. II, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Enrique Flórez, 1972, págs. 912-913; R. Calvo Torre y C. Redondo Moreno, “San Félix del Monte”, en Hijos Ilustres del Camero Viejo, Logroño, Ediciones ARCES, 2005.
Arturo Llin Cháfer
