Trutila. ?, s. vii – s. vii. Miembro de la aristocracia visigoda.
Su nombre se documenta en un tesorillo de orfebrería visigoda, descubierto en 1926 en el lugar conocido como “Majada de Garañon” (Torredonjimeno, Jaén). Tras el hallazgo, el “tesoro” sufrió un profundo deterioro hasta el punto de que no se conserva ninguna pieza completa. El nombre de Trutila se halla inscrito en una cruz incompleta de oro de dieciocho quilates, a la que le falta el brazo izquierdo. Presenta como elementos decorativos una concha repujada en cada extremo de la cruz; asimismo posee en los brazos, pie y cabeza de la cruz unas anillas para facilitar su suspensión. La inscripción se extiende por los cuatro lados de la cruz. Actualmente se conserva en el Museo Provincial de Córdoba. En la inscripción se hace constar que Trutila ofreció la correspondiente cruz a las santas Justa y Rufina.
Trutila constituye un nombre de origen germánico; ha sido clasificado dentro de los llamados hipocorísticos, por añadir el sufijo masculino de carácter afectivo —ila, al adjetivo de la raíz, cuyo significado es el de “bondadoso”. Se acepta usualmente que corresponde a una mujer perteneciente a la aristocracia visigoda, aunque recientemente también se ha considerado que pudo corresponder a un varón.
Bibl.: S. de los Santos Gener, “Un lote del tesorillo de orfebrería visigótica hallado en Torredonjimeno”, Homenaje a Mélida. Anuario del cuerpo facultativo de archiveros, bibliotecarios y arqueólogos, vol. III, Madrid, 1935, págs. 379-403; C. González Román y J. Mangas Manjarrés, Corpus de inscripciones latinas de Andalucía. III. Jaén, Sevilla, Junta de Andalucía, 1991, págs. 570-571, n.º 527; CIL. II2/5, 167; F. Salvador Ventura, Prosopografía de la Hispania meridional. III. Antigüedad Tardía, Granada, Universidad, 1998, pág. 201, n.º 367.
Cristóbal González Román