Hibernón Real, Andrés. Murcia, 30.XI.1534 – Gandía (Valencia), 18.IV.1602. Religioso franciscano (OFM), beato y místico.
Ginés Hibernón y María Real, piadoso y honrado matrimonio, vivían en Alcantarilla, pueblo cercano a la ciudad de Murcia, en 1534. Pero pocos días antes de dar María a luz a su hijo, se trasladaron a la misma Murcia, donde tenía un hermano beneficiado en la catedral. En su casa nació Andrés y fue bautizado en la catedral.
Desde pequeño dio muestras de una inteligencia despierta y de una intensa piedad. Sus padres lo enviaron a Valencia, a casa de un familiar, Pedro Ximeno, que lo dedicó al cuidado del ganado. A los veinte años de edad regresó al hogar paterno. Anhelando una mayor perfección cristiana, manifestó deseos de ser religioso franciscano. El 3 de octubre de 1556, a los veintidós años de edad, comenzó el noviciado en el convento franciscano de Albacete, en la condición de hermano lego, profesando el 1 de noviembre de 1557.
La reforma franciscana de los descalzos, realizada por san Pedro de Alcántara (1534-1602), se extendió enseguida por todas partes. Pronto se incorporaron los conventos observantes de San José de Elche y San Antonio de Aspe, en el reino de Valencia. Conocedor Andrés Hibernón de la edificante vida que llevaban los descalzos, consiguió la autorización para ingresar en alguno de los conventos de esta reforma. Recién fundado estaba el convento de Elche, cuando en 1563 llamó a sus puertas para ser admitido. Lo recibió el padre Alonso de Llerena, superior de la casa y primer custodio de San Juan Bautista de Valencia.
Andrés Hibernón se ejercitó en los oficios propios de su estado de hermano lego, imitando con semejanza asombrosa a san Francisco de Asís, gozando, por ello, en vida de gran fama de santidad. Edificó con sus virtudes a los moradores de los conventos de Valencia, Murcia, Jumilla y Almansa. No perdió nunca la ocasión para atraer a los seglares a su camino, especialmente a los moriscos, convirtiendo a la fe cristiana a muchos de ellos.
Tuvo relación especial con san Juan de Ribera, san Luis Bertrán y san Pascual Baylón. Los últimos años de su vida los pasó en Gandía, donde promovió en toda la comarca una renovación desde la contemplación mística y la caridad, por lo que es venerado en aquella comarca como el “beatet”. Murió plácidamente en la Ciudad Ducal el 18 de abril de 1602, a los sesenta y ocho años de edad.
La fama de sus virtudes y milagros se extendió rápidamente de tal manera que en 1623 estaba ya terminado el proceso ordinario para su beatificación. Fue beatificado por el papa Pío VI el 22 de mayo de 1791. La diócesis de Valencia y la Orden franciscana celebran su fiesta litúrgica el 18 de abril.
Bibl.: F. Rodríguez, Compendio histórico de la vida, virtudes y milagros del Beato Andrés Ibernón, religioso lego profeso de la orden de San Francisco [...], sacada de los procesos de su beatificación, Valencia, por Salvador Fauli, 1791; A. Llin Cháfer, Testigos de la fe en Valencia, Valencia, Iglesia en Valencia, 1997 (2.ª ed.), págs. 121-123; F. Fuster Pellicer, El Beat Andrés Hibernón (1534-1802): Una vida entre la Contrarreforma i el Barroc, Gandía, Ediciones Ceic Alfons el Vell, 2002; J. B. Agullón, Santoral Franciscano, Valencia, Imprenta Nácher, 2005, págs. 41-49.
Arturo Llin Cháfer