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Francisco Palma Burgos

Biografía

Palma Burgos, Francisco. Málaga, 12.II.1918 – 31.12.1985. Escultor e imaginero.

Nacido en el seno de una familia de artistas, se formó junto con sus hermanos Mario y José María en el taller de su padre, el escultor antequerano Francisco Palma García, continuador en el siglo xx de la tradición escultórica malagueña, que se remonta a la época de Pedro de Mena.

Con diez años se traslada a Antequera, donde realiza sus primeros estudios en la escuela de José Villalobos. A su regreso a Málaga ingresa en el Instituto nacional de enseñanza de la calle Gaona y comienza su aprendizaje como artista asistiendo a la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de la calle Carretería. Más tarde ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Telmo, ubicada en la plaza de la Constitución, donde obtuvo el Primer Premio de Modelado con su obra titulada Cabeza de discóbolo, que se conserva actualmente como modelo.

En el año 1934, cuando contaba dieciséis, fue pensionado por el Ayuntamiento de Málaga para continuar sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de Madrid. Su estancia en Madrid se vió frustrada por el estallido de la Guerra Civil, que le obligó a regresar a Málaga, donde continuó su formación. En el año 1937 obtuvo el Premio de Pintura de la Sociedad Económica de Amigos del País, y la Medalla de Oro en la Exposición de san Rafael en Córdoba, a la que presentó Busto de Dolorosa. La obra fue adquirida por Esteban Pérez Bryan, siendo cedida más tarde por la familia a la iglesia de Santo Domingo.

El año 1938 supone un hito importante en su vida, ya que el 19 de diciembre fallece su padre, lo que lo convierte en el maestro del taller familiar, que tenía una actividad muy importante, ya que una gran parte de la escultura religiosa malagueña había sido destruida en los incendios y quemas de iglesias y conventos los años de la República y la Guerra Civil. Su primer trabajo fue la terminación de la obra del Cristo de los Milagros de la hermandad de Zamarrilla, que había sido iniciada por su padre.

Es también el momento en el que empieza a recibir todo tipo de reconocimientos sociales y profesionales. Es nombrado profesor asistente de Modelado y Escultura de la Escuela de Bellas Artes de San Telmo y asesor artístico de la Junta de Reconstrucción Pro- Obispado. De este modo se convierte en el escultor preferido por las cofradías e instituciones religiosas de Málaga para la restitución de las imágenes titulares destruidas.

En el año 1940 realiza una de sus obras más importantes, El Cristo de la Buena Muerte, que debía sustituir a la obra realizada por Pedro de Mena, que fue quemada en al año 1931. Se hicieron gestiones para que la obra fuera expuesta en Madrid, en el Palacio de Cristal, pero fue rechazada por la juventud del autor. A pesar de ello se consiguió la protección de altos personajes del régimen franquista, como José Luis Arrese y Millán Astray, para que fuera presentada en el año 1942 en el Salón Cano de Madrid. La obra recibió todo tipo de felicitaciones y reconocimientos, entre los que destacó la pensión concedida por el Centro de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores para cursar estudios en la Escuela de Bellas Artes de Roma, donde se graduó en el año 1943.

En la década de 1940, se instala temporalmente en Madrid, donde obtiene el Primer Premio convocado por los duques de Medinaceli para la realización del trono del Cristo de la iglesia de los padres capuchinos. Participa, en competencia con los talleres Granda y Loscertales, con dos diseños: uno en maqueta y otro en acuarela. Durante su estancia madrileña realizará varias obras enmarcadas dentro de la tradición neobarroca para la cofradía de los Carpinteros de la iglesia de la Santa Cruz de la calle de Atocha, así como de temática profana, como fue la Ninfa, realizada en mármol y estética clasicista para los jardines de la residencia de Nino Nanetti.

En el año 1949 deja el taller de Madrid y se instala en la iglesia de Santa Marina de Andújar, que se encontraba cerrada al culto. Al año siguiente se traslada a la ciudad de Úbeda, donde monta su taller en la iglesia de Santo Domingo. Durante diez años mantendrá una ingente actividad que abarca la pintura, la restauración, los monumentos urbanos, imágenes religiosas y tronos procesionales para iglesias y cofradías de la comarca.

En 1960 se produce un brusco cambio en su trayectoria vital y artística. Decide trasladarse a Italia y abrir un nuevo taller en la localidad de Castell Sant’Elia, cerca de la ciudad de Viterbo. A partir de ese momento abandona la escultura y se dedica a la pintura y a la restauración de frescos con el Vaticano, el Palacio de los Borgia en Civita Castellana y el Duomo de Nepi. En esta época recibió numerosos premios y distinciones como el Dante Alighieri, Leonardo da Vinci, Ministro della Difesa, Medalla de Oro y Diploma en la Exposición Internacional de Castello Farnese de 1962, medallas de oro de las ciudades de Castell Sant’Elia, Visso, Foggia y Nepi e ingresa como miembro de la Escuela Viterbina y de la Accademia Tiberina de Roma.

A pesar de su estancia italiana, nunca dejará de estar en contacto con su ciudad natal, realizando varias exposiciones en los sesenta. En 1985, el año de su muerte, se le encarga su última obra, el Jesús del Santo Suplicio, de la cofradía de Zamarrilla, lo que le haría exclamar a cuatro meses de su fallecimiento el 31 de diciembre: “Con Zamarrilla empecé a mis 20 años y con Zamarrilla termino”.

 

Obras de ~: Busto de Santa María Magdalena, 1937; Cristo de los Milagros, 1938; Nuestro Padre Jesús de la Humillación y el Perdón, 1938; Monumento a las Caídos, 1939; Trono de María Santísima de la Paz, 1939; Cristo de la Sangre, 1940; Cristo de la Buena Muerte, 1940; Grupo de la Piedad, 1940; Sagrado Corazón de Jesús, 1940; Nuestra Señora del Rosario, 1940; Nuestro Padre Jesús del Perdón, 1940; Nuestro Padre Jesús de la Columna, 1940; Nuestra Señora del Carmen, 1940; Monumento a los Caídos, 1940; Trono de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Paso, 1940; Trono del Cristo de la Buena Muerte, 1940; Tronos del Cristo de la Sangre y de María Santísima de la Consolación, 1940; Virgen de la Carolina; Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores; Retablo del altar mayor de la iglesia de la Trinidad de Antequera; Retablo del altar del Cristo de los Mutilados; Retablo del altar de San Rafael; Trono del Cristo de Medinaceli, 1946; Altar de San José, 1946; Trono para el Cristo yacente, 1946; La Ninfa, 1947; Cristo de la Columna “Jesús de la Humildad”; Cristo yacente; Grupo escultórico del Santo Entierro; Retablo del altar de la iglesia de San Miguel en Andújar; Retablo del altar del Cristo yacente; Nuestro Padre Jesús Resucitado, 1949; Trono para el Cristo de la Columna de Úbeda, 1949; Trono para la Virgen de las Angustias de Jaén, 1949; Nuestro Padre Jesús de la Entrada en Jerusalén, 1950-1959; Trono para el Cristo de la Entrada en Jerusalén, 1950-1959; Cristo de la Noche Oscura, 1950-1959; María Santísima de la Caridad, 1950-1959; Trono del Cristo de la Humildad, 1950-1959; Nuestra Señora de los Dolores, 1950-1959; Tronos de Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores, 1950-1959; Trono del Cristo de Expiración, 1950-1950; Trono del Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo, 1950-1959; Trono de Nuestro Señor Resucitado, 1950-1959; Cristo yacente, 1950-1959; Retablo de la iglesia de San Isidoro de Úbeda, 1950-1959; Retablo de la iglesia de San Nicolás de Úbeda, 1950-1959; Retablo de la iglesia de Santa María de Úbeda, 1950-1959; Monumento a San Juan de la Cruz, 1950-1959; Pinturas monumentales del Oratorio de San Juan de la Cruz, 1950-1959; Escultura yacente de San Juan de la Cruz, 1950-1959; Frontis de la iglesia de Cristo Rey en Úbeda, 1950-1959; Cristo del Amor, 1950-1959; Monumento a la Inmaculada, 1956; Jesús del Santo Suplicio, 1985.

 

Bibl.: J. Molina Hipólito, Guía de Úbeda, Madrid, Ministerio de Educación Nacional, 1965; M. P. Pereiro Barbero y J. M. Morales Folguera, “El imaginero malagueño Francisco Palma Burgos. Apuntes biográficos (1918)”, en Boletín de Arte, 3 (1982), págs. 69-92; M. Téllez Laguna, Paco Palma. Escultor-imaginero 1887-1938, Málaga, Real y Excma. Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio, Santísimo Cristo de los Milagros y María Santísima de la Amargura, 1985; A. Clavijo García, La Semana Santa Malagueña en su iconografía desaparecida, II parte, Málaga, Editorial Arguval, 1987; La Semana Santa Malagueña en su iconografía desaparecida, I parte, Málaga, Editorial Arguval, 1987; J. Jiménez Guerrero y J. A. Sánchez López, Zamarrilla. Historia, iconografía y patrimonio artístico-monumental, Málaga, Real y Excma. Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio, Santísimo Cristo de los Milagros y María Santísima de la Amargura, 1994; J. A. Sánchez López, El alma de la madera. Cinco siglos de iconografía y escultura procesional en Málaga, Málaga, Real y Excma. Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Santo Suplicio, Santísimo Cristo de los Milagros y María Santísima de la Amargura, 1996; F. Toral Valero, Vida y obra de Palma Burgos, Úbeda, El Olivo, 2004.

 

José Miguel Morales Folguera

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