Centenero, Antonio. Huete (Cuenca), 22.VI.1604 ant. – Segovia, 7.XI.1672. Religioso de la Orden de la Merced (OdeM).
Nació en Huete en 1604, siendo bautizado el 22 de junio de ese año en la parroquia de San Nicolás. Estudió Humanidades en el colegio de la Compañía de su localidad natal. En el convento de la Merced de Huete tomó el hábito mercedario el 3 de junio de 1624. Profesó el 5 de junio del año siguiente.
Estudió Filosofía en el mismo Huete, y Teología en las ciudades de Toledo y Valladolid. Uno de sus condiscípulos más ilustres fue el padre Francisco de Lizana, famoso predicador de su época, cuyas virtudes alababa el venerable Centenero.
Una vez ordenado sacerdote, sus superiores le enviaron a Madrid, en la Villa y Corte tuvo por director al venerable padre Juan Falconi. Reconociendo el espíritu de recogimiento y oración del padre Centenero, los superiores le ordenaron examinarse para confesor y fue aprobado en contra de su humilde voluntad.
En septiembre de 1633 es enviado al convento de Segovia, honrado con los títulos de maestro de novicios y coristas. En este convento mercedario permaneció hasta su muerte, desplegando sus dotes de formador de jóvenes. Entre sus discípulos cabe destacar al venerable padre Andrés de Urbina o al obispo de Potenza, padre Baltasar de Benavente. Además de la juventud mercedaria, tuvo bajo su dirección a seglares que se beneficiaron en todo momento de las sabias directrices que emanaban de su rica espiritualidad.
Sin menoscabo de su labor de formador se destacó también como probado confesor. El cabildo de la ciudad y los obispos se confesaban con él. Le facultaron para aplicar indulgencia plenaria (gracia entonces extraña) a los numerosos moribundos que asistía.
Su austeridad de vida le llevó a usar cilicios, una tarima por cama y la ventana siempre abierta en pleno invierno. Parco en el sueño, era él quien acostumbraba a llamar a maitines a media noche, solía levantarse a las cuatro de la mañana para encender la luz a los que se levantaban al estudio nocturno.
En Segovia acabó sus días, a los sesenta y ocho años. Falleció el 7 de noviembre de 1672, fue sepultado en la bóveda del claustro con gran concurso de religiosos y de fieles, predicando en su funeral el padre Francisco Martínez Falcón, nombrado años más tarde vicario general en Nueva España.
La devoción que suscitaba hizo que se sacaran varios retratos de su venerable figura. El capítulo general de la Orden de la Merced celebrado en la ciudad de Huesca en 1682 mandó que se redactasen informes acerca de la virtuosa vida de Antonio Centenero.
Bibl.: F. de Ledesma, Historia Breve de la Fundación del Convento de la Purísima Concepción de María Santísima, llamado comúnmente de Alarcón [...], Madrid, por Francisco-Antonio de Villa-Diego, 1709; G. Vázquez Núñez, Mercedarios Ilustres, Madrid, Revista Estudios, 1966.
Mario Alonso Aguado, OdeM
