Evreux, Inés de. Vizcondesa de Bearn. Navarra, 1337 – 1397. Infanta de Navarra.
Sexta de los ocho hijos de Juana II y de Felipe III de Evreux. Fue prometida en 1346 a Gastón III, llamado Fébus, vizconde de Bearn desde 1343. Las negociaciones para su enlace fueron obra de su madre y de la madre y tutora del novio, Leonor de Comminges, con el beneplácito del rey Felipe VI de Francia, a quien interesaba la alianza con el poderoso e independiente vizconde, evitando un posible vínculo entre los Foix y sus parientes aragoneses. Así en 1347, Felipe se comprometió a dotar a Inés y en 1348 ofreció a los contrayentes tierras en la senescalía de Toulouse hasta alcanzar la renta de 2.000 libras tornesas. El acuerdo matrimonial se firmó en París el 5 de mayo de 1349.
Inés llevó además como dote otras 20.000 libras y su marido le dio en arras 5.000 libras tornesas en Mazères, Saverdun y Caumont. Dos meses después el rey de Francia asignó la dote prometida en Cintegabelle, Montesquieu-Volvestre y Cazères-sur-Garonne. La boda se celebró en el Temple de París el 4 de agosto siguiente. El primer pago de la dote lo recibió Gastón el 12 de agosto, y el 2 de diciembre los albaceas de la reina Juana, fallecida en octubre, dieron un complemento de dote. No obstante, el abono de las 20.000 libras resultaba problemático y el 9 de diciembre Inés renunció a su herencia en Navarra, a cambio de las 9.000 que faltaban por entregar.
El parentesco creado hizo de Gastón un aliado de su cuñado Carlos II de Navarra en los primeros años de su reinado. Así, en 1353, el vizconde prometió intervenir en su favor cerca de Juan II de Francia y en 1355 aceptó ayudarle contra éste. Además figuró en la lista de los partidarios de Carlos amnistiados en el tratado de Valognes de 1355, y en otra de 1356. Al parecer, los dos cuñados estaban juntos en Rouen en 1356, cuando fueron arrestados por Juan II. También fueron estrechas las relaciones durante la guerra que Gastón sostuvo con el conde de Armagnac, apoyado por Francia, y en 1361 Carlos viajó a Sauveterre para sugerir a su cuñado la renovación de la tregua con el Rey. A fines de 1362 el monarca navarro actuó de nuevo como mediador y fue padrino del hijo de Gastón e Inés.
Pocos meses después se produjo una brusca ruptura. Inés fue repudiada y salió de Orthez el 26 de diciembre, dejando todo su ajuar. El motivo aducido fue el impago de la dote, pero sin duda existían razones de índole personal. De hecho, Inés no tuvo papel alguno en la vida de Bearn: no hay un solo documento en que figure con su marido, en contraste con el entendimiento y confianza que reinó entre Gastón y su madre, asociada al gobierno del vizcondado desde 1355.
Tampoco acompañó a Gastón en sus viajes y únicamente a través de la documentación navarra se sabe que tuvo dos hijos, uno muerto al nacer en 1359 y Gastón, que vino al mundo en Orthez, en septiembre de 1362. Sobre la brutal separación pesó un silencio absoluto, sin duda impuesto por el temido vizconde.
Todo indica que, a pesar de su conducta irreprochable, Gastón sólo mantuvo a su lado a su mujer hasta que le dio un heredero y el peso político adquirido después de su victoria en Launac, sobre la casa rival de los Armagnac, le permitió desafiar a Carlos II y afirmar la soberanía de Bearn frente a Francia e Inglaterra.
Ni Urbano VI en 1364 ni la influyente Leonor de Comminges en 1368, pudieron convencer a Gastón para que se uniera de nuevo a su esposa. Sólo en 1378, para intimidar a Carlos V de Francia, abrió negociaciones con el rey de Navarra y recibió embajadas del príncipe heredero Carlos. En 1380 Carlos II apoyó al obispo de Lescar en un complot para asesinar al vizconde, cuyo instrumento fue el joven Gastón, recién casado con Beatriz de Armagnac. Descubierta la conspiración, el heredero de Bearn murió violentamente a manos de su padre. En Francia se silenció este crimen, que ponía de relieve la implicación de los Armagnac, y se recalcó únicamente la culpabilidad de Carlos II.
Inés vivió el resto de sus días en Navarra, donde recibió la visita de su hijo en 1375 y 1378. En 1372 su hermano le concedió una pensión anual de cuatrocientos florines y desde 1376 dispuso de una casa u hôtel propio. Compañera inseparable de su cuñada, la reina Juana, viajó con ella a Montpellier y Evreux y cuando ésta murió en 1373, declaró que había fallecido por causas naturales, ya que corrían rumores de que había sido envenenada por orden de su marido, el rey de Navarra. Carlos III elevó la pensión de su tía a 5.000 libras y la apoyó cuando en 1391 murió Gastón e Inés reclamó sus bienes usurpados en Bearn. Las compensaciones se pidieron al nuevo conde, Mathieu de Castelbon, primo del difunto, y como éste las rehusó se llevaron ante el Parlamento de París. Después de una sentencia no ejecutiva de este tribunal en 1392, Inés obtuvo 15.000 florines de oro por sus joyas, muebles y la dote de su madre. En un último acuerdo de 1396 el vizconde de Bearn le cedió los 18.000 florines que le debía el rey de Aragón por la dote de su esposa Juana.
La situación económica de la infanta en Navarra no varió después de estas indemnizaciones. Vivió entre Pamplona, Estella y Olite, mantenida por el Rey, hasta su muerte en los primeros meses de 1397.
Bibl.: E. Meyer, Charles II, roi de Navarre, comte d’Evreux et la Normandie au xivème siècle, Paris, 1898 (reimp. Ginebra, Slatkine-Megariotis, 1975), págs. 78, 191, 250 y 272; A. Coville, Les premiers Valois et le début de la Guerre de Cent Ans (1328-1350), Paris, 1910 (reimp. Paris, Tallandier, 1981), págs. 267 y 268; P. Tucoo-Chala, Gaston Fébus et la vicomté de Béarn (1343-1391), Bourdeux, Biére, 1960, págs. 63-64, 70-71, 83-85, 111-112, 312 y 318-321; “L’histoire tragique d’un couple au xivè siècle: Agnes de Navarre et Gaston Fébus”, en Homenaje a Jose María Lacarra, vol. II, Pamplona, Institución Príncipe de Viana, Gobierno de Navarra, 1986, págs. 741-753; M. R. García Arancón, “Carlos II de Navarra. El círculo familiar”, en Príncipe de Viana, XLVIII (1987), págs. 585-587.
María Raquel García Arancón
