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Quintus Licinius Silvanus Granianus

Biografía

Licinius Silvanus Granianus, Quintus. Q(uintus) Licinius M(arci) f(ilius) Gal(eria) Silvanus Granianus. ¿Badalona (antes Baetulo)?, c. 45-50 – ?, p. s. II. Miembro del orden ecuestre y sacerdote de la provincia Hispania citerior.

Perteneció a una conocida familia cuyo origen habría que buscarlo en Baetulo (Badalona) en razón de los vínculos que mantuvo con esta ciudad durante tres generaciones; su hijo homónimo Quintus Licinius Silvanus Granianus llegó al consulado en época de Trajano (98-117) y su nieto Quintus Licinius Silvanus Granianus Quadronius Proculus alcanzó también el rango senatorial unos años más tarde.

Nacido hacia los años 45/50, durante el gobierno del emperador Claudio (41-54), estuvo casado con Baebia Galla, que llegaría a ser sacerdotisa del culto al emperador en la Hispania citerior con sede en Tarraco.

No se tiene constancia de que ocupara funciones administrativas urbanas, aunque es probable que los miembros de esta familia tuvieran también una presencia activa en la vida pública local. A finales del gobierno de Vespasiano (69-79) debió de ser elevado al rango ecuestre y pasó a ocupar la prefectura de la ora maritima Laeetana (sic), es decir, el mando de la flota que guarnecía el norte de la costa mediterránea peninsular, justamente el área en que se encontraba Baetulo; inmediatamente después, pasó a desempeñar funciones administrativas como procurator Augusti y hacia 80-90 fue elegido por la asamblea provincial de la Hispania citerior (concilium provinciae) para ocuparse del culto imperial en el templo de Roma y Augusto de Tarraco.

Al término de este sacerdocio, Quintus Licinius Silvanus Granianus fue honrado con un pedestal con estatua en el foro superior de Tarraco como el resto de los personajes que habían ocupado ese puesto; además, un tal Caius Terentius Philetus, residente en Roma, le dedicó en Tarraco una segunda estatua e hizo lo propio con su esposa, Baebia Galla, después de que ambos hubieran ocupado ya el sacerdocio provincial del culto imperial.

 

Bibl.: E. Hübner, Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL), vol. II, Berlin, 1869, n.os 4225 y 4226; H. Dessau, Inscriptiones Latinae selectae, I-III, Berlin, 1892-1916 (ed. anastática, Berlin, Weidmann, 1962), n.os 2714 y 2714a; A. d’Ors, “Sobre la tabula patronatus de Badalona”, en Emerita, 6-7 (1939), págs. 156 y 167; H.-G. Pflaum, «La part prise par les chevaliers romains originaires d’Espagne à l’administration impériale », en Colloque International du CNRS. Les empereurs romains d’Espagne, Madrid, 1964, Paris, CNRS, 1965, págs. 89-91; L. Petersen, Prosopographia Imperii Romani saec. i, ii, iii. Editio altera. Pars V, Berlin, Walter de Gruyter, 1970, n.º L 248; G. Alföldy, Flamines provinciae Hispaniae citerioris, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1973, págs. 77 y 94-95, n.os 38 y 103; Die römischen Inschriften von Tarraco (Madrider Forschungen, 10), Berlin, Walter de Gruyter, 1975, n.os 288-289 y 321; H. Devijver, Prosopographia militiarum equestrium quae fuerunt ab Augusto ad Gallienum, I-VI, Lovaina, Symbolae Facultatis Litterarum et Philosophiae Lovaniensis Ser. A 3, 1976-2001, págs. 551- 553, 1628 y 2158, n.º L 19; R. Syme, «Rival Cities, Notably Tarraco and Barcino», en Ktèma, 6 (1981), págs. 282; H.- G. Pflaum, Les carrières procuratoriennes équestres sous le Haut- Empire romain, Supplément, Paris 1982, págs. 14-16, n.º 33 A; P. Le Roux, «Les sénateurs d’Hispania citerior», en Epigrafía e ordine senatorio, II. Tituli, 5 (1982), págs. 443-444 y 458, n.º 10; J. M. Ojeda, El servicio administrativo imperial ecuestre en la Hispania romana durante el Alto Imperio, I. Prosopografía (Kolaios, Publicaciones ocasionales, 2), Sevilla, Kolaios, 1993, págs. 132-134, n.º 39; G. Alföldy, Corpus Inscriptionum Latinarum, vol. II (editio altera), fasc. 14, n.os 1147, 1148 y 1178 (CIL, II²/ 14, 1147, 1148 y 1178), en prensa, con el resto de la bibliografía.

 

Géza Alföldy y Juan Manuel Abascal