Poncio Hugo II. Conde de Ampurias. Castellón de Ampurias (Gerona), 1116 – ?, 1154. Noble, conde de Ampurias.
Hijo de Hugo II y de Sancha de Urgel, su gobierno coincide con un período de expansión de los condes de Barcelona Ramón Berenguer III y Ramón Berenguer IV. En efecto, el primero anexionó los condados de Besalú, vecino de Ampurias, y Cerdaña, y profundizó su influencia en el sur de Francia a través de su matrimonio con Dolça de Provenza. El segundo robusteció su situación política a través de su matrimonio con Petronila, reina de Aragón. Esta dinámica rompía los equilibrios tradicionales y condenaba a los condados independientes que subsistían a una situación de anquilosamiento, con un horizonte comprometido de autonomía política y de viabilidad económica, de ahí los empeños de Poncio Hugo por lograr subvertir dicha lógica. Pensó que tanto el débil dominio de Peralada como los dominios de la sede de Gerona e incluso el recién incorporado condado de Besalú (1111), situados en el entorno del condado de Ampurias, sucumbirían fácilmente.
Su operación se inició con tres operaciones destinadas a obtener liquidez para sus campañas: la usurpación de los diezmos que percibía la sede de Gerona sobre la iglesia de la capital del condado de Ampurias, el establecimiento de tasas de tránsito marítimo a los vecinos de los condados de Barcelona y la competencia comercial con el mercado de Peralada, al establecer que se celebrara el de Castellón de Ampurias el mismo día que el mencionado. A continuación ocupó varios enclaves en Peralada, y los castillos de Avinyonet, Llers y Navata en Besalú. Pero se equivocó de estrategia porque tanto el obispo de Gerona como el señor de Peralada, incluso el conde del Rosellón Gausfred, se aliaron y exigieron a Ramón Berenguer III una reparación. Éste, en una rápida campaña desarrollada en 1128, capturó al conde de Ampurias, obligándole a indemnizaciones económicas, a devolver todos los enclaves y castillos ocupados, a derruir las defensas construidas y a modificar la fecha de celebración del mercado de Castellón.
Pese a su derrota en toda regla, Poncio Hugo II intentó repetir años más tarde —aprovechando la coyuntura de los esponsales entre Ramón Berenguer IV con Petronila— la misma estrategia de ocupación de diezmos y de enclaves territoriales en el vecino Peralada.
Pero ante la expedición dirigida por el conde de Barcelona decidió no presentar resistencia y aceptar el arbitraje de barones y jueces. El resultado no pudo ser más negativo: restitución de diezmos y bienes ocupados, derribo de fortificaciones levantadas en Ampurias; solamente consiguió que la moneda del condado de Ampurias fuera aceptada en el vecino Peralada, pero a cambio de transferir a los señores de este último una parte del derecho de acuñación.
En sus últimos años todavía mantuvo otros litigios menores, por la jurisdicción de fortalezas, con el vizconde de Rocabertí y con el conde del Rosellón. Su gobierno testimonia las dificultades económicas de los condados independientes en una época de cambios políticos liderados por los condes de Barcelona.
Bibl.: F. Soldevila, Història de Catalunya, Barcelona, Alpha, 1963, págs. 87-88; S. Sobreques i Vidal, Els barons de Catalunya, Barcelona, Vicens Vives, 1970, págs. 16-19; T. N. Bisson, Història de la Corona d’Aragó, Barcelona, Crítica, 1988, págs. 36-44.
Pau Cateura Bennásser
