Rodríguez, María. ?, p. s. XVI – Cuenca, IV.1589. Vidriera.
Pertenecía a una familia de vidrieros, su marido Pedro de Valdivieso y su yerno, conocido también por el mismo nombre de Pedro de Valdivieso, fueron maestros vidrieros de la Catedral de Cuenca. María conocía bien su oficio, que había aprendido en el taller familiar, y cuando su marido murió (1572), ella se puso al frente del mismo y se hizo cargo de las obras que éste tenía contratadas (dos vidrieras para la iglesia del Monasterio de Monsalud).
En 1582 el Cabildo catedralicio de Cuenca, después de haber buscado infructuosamente un maestro durante casi seis años, decidió encomendar el cuidado de las vidrieras de la Catedral “a la de Valdivieso”. En un principio el Cabildo se quiso aprovechar de su condición de mujer y le pagó 3000 maravedís anuales, en lugar del salario estipulado que en el caso de los maestros vidrieros era de 6000 maravedís. Transcurridos dos años, a finales de 1584, María dio un ultimátum al canónigo obrero, amenazándole con abandonar su trabajo si no le pagaban el mismo salario que habían cobrado su marido y su yerno. Alarmado el canónigo habló con los capitulares sobre la pobreza de esta mujer y de cómo le había amenazado con marchar a Toledo con su familia si no le daban 6000 maravedís de salario. Los capitulares ante la perspectiva de quedarse sin su maestra vidriera y teniendo en cuenta que en Cuenca no había nadie que pudiera llevar a cabo esta labor, acordaron que a partir de 1585 recibiría la cantidad que había pedido.
En 1588, María, probablemente obligada por su edad y por la dureza de su trabajo, vendió sus herramientas al pintor Bartolomé Matarana. Poco tiempo después, en abril de 1589, murió.
Bibl.: M. L. Rokiski Lázaro, “Bartolomé Matarana, vidriero”, en Archivo Español de Arte (AEA), 238 (1987), págs. 229-230; “Mari Rodríguez, maestra de vidrieras, en la Cuenca del siglo XVI”, en AEA, 285 (1999), págs. 98-99.
María Luz Rokiski Lázaro