Caballero (o Cavallero) y Alborá, Manuel. Figueras (Gerona), 26.VI.1756 – Valencia, 31.I.1811. Brigadier de Ingenieros.
Era hijo del también ingeniero militar Juan Caballero y Rigoni. Manuel Caballero ingresó como cadete en el Regimiento de Sevilla el 11 de abril de 1772, con el que tomó parte en las expediciones de Argel en julio de 1775 y de Buenos Aires (mandada esta última por Pedro Ceballos) en noviembre de 1776. Ascendido a subteniente de Infantería, estudió en la Academia de Matemáticas de Barcelona, entrando a formar parte del Cuerpo de Ingenieros el 19 de setiembre de 1779 como ayudante de ingeniero y enviado al Campo de San Roque, donde tomó parte en el bloqueo y sitio de Gibraltar a las órdenes de su padre, que era el cuartel maestre del ejército sitiador.
En 1781 acompañó a su padre, al ser este nombrado director de la Academia de Matemáticas de Barcelona. Al año siguiente fue de nuevo enviado a Gibraltar, donde fue herido y, hecha la paz, volvió a la Academia. Su destino al centro de enseñanza de los ingenieros fue de corta duración, ya que su padre, el 17 de enero de 1784, y, tras la muerte de Silvestre Abarca, asumió en Madrid la dirección de la Dirección del Ramo de Fortificaciones, solicitó y obtuvo llevarlo consigo a Madrid (a partir de 1774 se dividía el Cuerpo de Ingenieros en tres secciones o ramos: el ramo de Academias Militares, el ramo de Fortificaciones del Reino y el ramo de Caminos, Puentes, Edificios de Arquitectura Civil, y Canales de Riego y Navegación). Manuel Caballero había sido ascendido a ingeniero extraordinario por antigüedad el 9 de agosto de 1784.
En 1787 recibió el hábito de caballero de Santiago y el 24 de febrero del año siguiente estaba en Madrid, asistiendo con su hermano Félix a una junta general del Banco Nacional de San Carlos, del que poseían cincuenta acciones cada uno, y el 16 de agosto de 1790 participó en la extinción del gran incendio de la plaza Mayor de la capital del reino. Al morir su padre en 1791 siguió en Madrid ya como ingeniero ordinario, destinado en la secretaría del Cuerpo, hasta que, en marzo de 1793, con motivo de la “Guerra de la Convención” contra la Francia revolucionaria, se le ordenó incorporarse al Ejército de Navarra, donde sirvió hasta el fin de la contienda, que llegó con la firma de la Paz de Basilea el 22 de julio de 1795. Durante la campaña, entre otras acciones, se distinguió en el ataque a Biriatou (Francia), recibiendo el grado de coronel del Ejército el 4 de septiembre de 1795 (los oficiales de Ingenieros, Artillería y Estado Mayor podían ascender en tres escalas: la de su Cuerpo, por antigüedad, y por méritos en las de grado del Ejército, y efectivo en el mismo).
El 30 de noviembre de 1797 fue agregado al regimiento provincial de Infantería de Toledo, obteniendo licencia para casarse con María Luisa Dusmet y Echeveste. Volvió al Cuerpo el 27 de julio de 1798, siendo destinado a Valencia y promovido a teniente coronel efectivo del Ejército e ingeniero en segundo el 9 de octubre de 1799. Más adelante fue nombrado jefe de la comandancia de Ingenieros de la plaza de Cartagena, hasta que pasó nuevamente a mandar la de Valencia, posiblemente tras su ascenso a coronel de Ingenieros el 4 de abril de 1805. A todo este periodo en torno al cambio de siglo pertenecen diversos planos suscritos por él. De 1799 se conocen dos: Plano de una porcion de Costa Marítima de este reyno en el que se manifiesta la cituacion de la Torre Nueva de Salinas avilitada para la colocacion de un cañon del Calibre de a 16 con la parte de la Playa y Mar que defiende, 31 de mayo de 1799, y Plano y Perfiles de la Torre Nueva de Salinas de la Costa de este reyno distante de dos y media leguas de esta Plaza en la que se ha cituado un Cañón del calibre de a 16 con el fin de impedir que los buques enemigos puedan espiar los que salen de los puertos del Grao y Cullera, Valencia, 31 de mayo de 1799.
Entre 1800 y 1804 firmó en Cartagena varios planos relativos a la ciudad y a Mazarrón y redactó una Descripción ortográfica de la costa de levante y poniente del reino de Murcia, plaza de Cartagena y sus fuertes adyacentes. Pero quizá su obra más notable, por la información que aporta sobre un importante edificio desaparecido, fueron los ocho planos del Palacio Real de Valencia, que firmó en agosto-septiembre de 1802. A su etapa como comandante de Ingenieros de Valencia podrían corresponder seis planos varios, fechados en 1805 y 1806, que llevan su visto bueno. Además, con ese cargo aparece en las actas del Ayuntamiento de la ciudad, en relación con la reedificación de almenas y parapetos en la muralla, en las semanas siguientes al ataque fallido del mariscal Moncey el 28 de junio de 1808, en particular asistiendo como invitado a las sesiones del 1 y 16 de agosto.
El 22 de octubre de 1809, siendo ya director de Ingenieros, fue ascendido a brigadier de Infantería y en igual o próxima fecha debió de ser nombrado para la Dirección-subinspección del Cuerpo con sede en la misma plaza. En esta calidad figura entre los asistentes por el brazo militar al acto de constitución de la Junta Congreso de Valencia el 31 de diciembre de 1810, casi un año antes de que la ciudad capitulara ante Suchet.
En 1822 un periódico de Madrid anunciaba el extravío de unos documentos propiedad de su viuda y sus hijos: “Dª María Luisa Dusmet de Caballero, madre, tutora y curadora de D. Juan Manuel, Dª Carlota, Dª Virginia, Dª María del Carmen y Dª María Luisa Caballero y Dusmet”.
Bibl.: Estados (Escalillas) del Cuerpo de Ingenieros del Ejército, 1798-1811; J. López Muiños, Algunos aspectos de la Ingeniería Militar española y el Cuerpo Técnico, Madrid, Ministerio de Defensa, 1993; J. Carrillo de Albornoz y Galbeño, Abriendo Camino. Historia del Arma de Ingenieros, Madrid, Imprenta Grafoffset, 1997; A. Martín-Lanuza Martínez, Diccionario Biográfico del Generalato Español. Reinados de Carlos IV y Fernando VII (1788-1833), Madrid, Foro para el Estudio de la Historia Militar de España, 2012; J. Sánchez Miñana, “Aclarando una confusión. Noticia de dos ingenieros militares llamados Manuel Caballero (siglos XVIII-XIX)”, en Llull: Revista de la Sociedad Española de Historia de las Ciencias y de las Técnicas, 39, 83 (2016), págs. 249-255.
Juan Carrillo de Albornoz y Galbeño
