Roncal Soria, Adolfo. Madrid, 29.VIII.1879 – 30.IX.1963. Veterinario e investigador pecuario.
Hijo de Pedro Roncal Lumbreras, maestro de primera enseñanza, y Juana Soria Carralero, contrajo matrimonio con Rosaura Arce Alcalde en 1903, con la que tuvo tres hijas y un hijo. Entre 1895 y 1897 estudió en el Hospital General Provincial de Madrid el oficio de practicante, instalándose ese año en Reinosa (Santander), siendo nombrado cirujano vocal de la Junta de Sanidad del Ayuntamiento de Enmedio entre 1899 y 1900. A comienzos del siglo XX se trasladó a Madrid, donde ejerció como practicante de Medicina y Cirugía por oposición de la Beneficencia Municipal, con destino en el Hospital de la Princesa. Paralelamente, estudió en la Escuela de Veterinaria de la capital entre 1906 y 1910, por consejo de su tío el doctor Jerónimo Balaguer y Balgañón. Tres años más tarde, dimitió como practicante de número de las Casas de Socorro para concentrarse en su labor profesional en el Instituto Balaguer de Vacunación, situado en la madrileña calle de Preciados, número 25.
A partir de 1903, los servicios de vacunación estatales, sin eliminar la labor de los institutos privados, habían comenzado a realizar una mejor labor sanitaria, sobre todo entre las clases humildes. El Instituto Balaguer –el primer centro privado de vacunación contra la viruela de la capital-, sin abandonar su colaboración con la Diputación Provincial, empezó a plantearse un nuevo campo de acción: la vacunación de animales, buscando en sus laboratorios las mejores inoculaciones contra la viruela ovina. El segundo director del Instituto, el doctor Jerónimo Balaguer y Balgañón (1859-1910), quiso incorporar como veterinario a su sobrino Adolfo Roncal, su hombre de confianza tras quedarse ciego por un accidente de caza. Tras la muerte de su mentor en 1910, Roncal logró el traspaso del Instituto -que dirigió junto a su tío el doctor Arturo Balaguer y Mayo- continuando la labor de vacunación privada, municipal y provincial, que había sido tradicional desde su fundación por el doctor Jerónimo Balaguer y Gascón (1820-1887).
En 1919, Adolfo Roncal fue nombrado profesor veterinario afecto al servicio de limpiezas del Ayuntamiento y escuadrón, ganando por oposición -al año siguiente- la plaza de veterinario sanitario del Laboratorio Municipal. La década de los años veinte fue de máxima expansión del Instituto Balaguer, el cual produjo un enorme número de vacunas contra la viruela humana y animal, lo que posibilitó a Roncal la apertura de la primera Clínica Veterinaria moderna, con pensión, de la capital, en la calle Maudes, 40. El edificio disponía de un patio dividido en parques para la estancia en libertad de perros, gatos, monos y pájaros, con baño natural de ocho metros cúbicos de capacidad, servicio electroterápico, baños medicinales, cocina, laboratorio de análisis, y sala de operaciones. Además, se instalaron celdas de aislamiento para los animales, pabellón de enfermería general y otro, separado, para enfermedades de la piel. Paralelamente, continuó participando en tareas de beneficencia municipal, incluso su hija Caridad Roncal, dama enfermera de la Cruz Roja, fue distinguida con la Cruz de Beneficencia en 1932 por su labor en la Asociación Matritense de Caridad.
Al estallar la Guerra Civil, Adolfo Roncal fue perseguido por sus ideas monárquicas, teniendo que solicitar asilo diplomático en la embajada de Francia, donde logró refugiar a su mujer y dos hijas, tras el asesinato de su hijo en la checa de Fomento, en noviembre de 1936. Después de su evacuación a Marsella, al año siguiente, se instaló en Reinosa con su familia, donde permaneció hasta el final del conflicto. En 1939 volvió a Madrid, concentrándose en sus investigaciones, aunque tuvo que cerrar la Clínica Veterinaria, por falta de cartillas de abastecimiento para animales. El 20 de abril de 1943 fue nombrado profesor del Laboratorio Municipal (rama de veterinarios) de la capital, jubilándose dos años más tarde. Continuó su labor veterinaria privadamente, aunque el Instituto Balaguer decayó, al resultarle imposible la competencia estatal, cerrando definitivamente sus puertas en la década de los cincuenta.
Tras una serie de años de investigación, Roncal logró un nuevo procedimiento de obtención de una neurovacuna antivariólica ovina, la cual registró con su nombre y patentó en 1942. A diferencia de otras vacunas contra la viruela del ganado lanar, ofrecía la ventaja de poder practicarse en animales de cualquier edad y en cualquier época del año, incluso en hembras preñadas, sin peligro de aborto ni pérdida de secreción láctea. Asimismo, no dejaba residuos infectantes para otros animales, ni abría la entrada a infecciones secundarias en las ovejas por la formación de procesos postulares costrosos.
Adolfo Roncal Soria fue nombrado socio activo necesario de la Asamblea Suprema de la Cruz Roja, que premió su dedicación sanitaria con una medalla de plata, el 15 de junio de 1907. También obtuvo el primer premio del concurso de la Unión Escolar Veterinaria Matritense, por su trabajo titulado El microscopio compuesto y sus aplicaciones médicas, el 20 de mayo de 1908. En los años siguientes, colaboró con el Ateneo de la Unión Escolar Veterinaria y otros centros de higiene y sanidad pecuaria. En 1939 recibió las medallas de la Fidelidad de Madrid y -la llamada- Alzamiento y Victoria. Fue presidente del Colegio de Veterinarios de Madrid, director del Parque Zoológico de la capital, inspector municipal veterinario y asistente de la Plaza de Toros.
Obras de ~: La Profilaxis de la viruela, Madrid, Ginés Carrión Impresor, 1906; El microscopio compuesto y sus aplicaciones médicas, Madrid, Ginés Carrión Impresor, 1907; Fisiología del hígado, Madrid, Ginés Carrión Impresor, 1909; “Trabajo sobre el empleo de la vacuna caprinizada de origen ovino”, en Revista de Higiene y Sanidad Pecuaria (1915), págs. 1-20; Conferencias sobre historia, utilidad, higiene y conservación del caballo e higiene personal y urbana, Madrid, Imprenta Municipal, 1925; “La vacunación contra la viruela ovina”, en Trabajos del Instituto de Biología Animal, vol. VII, fasc. 1-2 (1943), págs. 1-11; “Viruela seca”, en Trabajos del Instituto de Biología Animal, vol. VIII, (1943-1945), págs. 3-4; “Parques Zoológicos”, en Trabajos del I Congreso Veterinario de Zootecnia, (Madrid), (1948), págs. 1-113.
Fuentes y bibl.: Archivo Balaguer (Madrid), carpetas 1900-1950, Archivo de la Villa (Madrid), expedientes personales.
D. Barrios Martin, “Comprobación de la neurovacuna Roncal contra la viruela ovina”, en Trabajos del Instituto de Biología Animal, vol. VII, (1943), fasc. 1-2, págs. 12-15; A. M. Moral Roncal, “Los comienzos de la vacunación variolosa en Madrid (1875-1903)”, en Torre de los Lujanes, 19 (1992), págs. 92-105; “La lucha contra la viruela en el Madrid de la Restauración”, en Aportes. Revista de Historia Contemporánea, 30 (1996), págs. 13-26.
Antonio M. Moral Roncal
