Rubert Andrés, Ricardo. Valencia, 13.III.1923 – Granada, 21.VI.2001. Artista fallero y escenógrafo.
Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, al tiempo que se iniciaba profesionalmente como aprendiz de Ramón Andrés Cabrelles y Pedro Guillem Viguer, quienes le instruyeron en el dominio de las técnicas de la pintura mural y en el arte decorativo. Más tarde comenzó a familiarizarse con la ambientación escénica y posteriormente Fernando Guillot fue el artista que le adiestró en el proceso artesanal de construcción de fallas. Tras realizar una gran cantidad de fallas infantiles debutó con las fallas de grandes volúmenes (Todo por las nubes, 1948).
La primera fase de su producción (1948-1957) se inscribe dentro del convencionalismo morfológico y argumental propio de las fallas de la posguerra, predominando las temáticas de signo local. Entre 1957 y 1960, sin apartarse de la figuración clásica fallera, comienza a experimentar con el equilibrio de los volúmenes elaborando arriesgados monumentos con remates estructurados en torno a armazones internos en forma de pirámide invertida (Estampas rojas, 1959; El mundo está desquiciado, 1960). Con todo, es a partir de 1960 cuando Ricard Rubert da un significativo vuelco a su producción fallera, tanto en el terreno temático como estético. El mimetismo anterior es reemplazado por la abstracción y los temas se vuelven profundos y alegóricos para conseguir una mayor trascendencia.
En esta etapa el artista acomete un trabajo de investigación continua, de forma que el artista concentra la sátira en la más esquemática y estilizada representación plástica, valiéndose de materiales ajenos hasta entonces a la construcción de fallas. Rubert juega, igualmente, con la luz y el espacio, horadando el cuerpo central de sus “fallas desintegradas”, en las cuales los espectadores pueden visitar su interior. En esta nueva línea se inscriben las fallas Jorobas acabadas de salir del huevo (1961) y Árbol genealógico del miedo (1962), o Made in Made (1962); las fallas Nuevo caballo de Troya (1963) y Pese a tantos (1964), o Huevos y margaritas (1963), que son, sin duda, sus obras más significativas. En estos años Rubert desplegó puestas en escenas excéntricas e investigó nuevas texturas y materiales, todo lo cual le valió el calificativo popular de “El loco”.
A partir de 1965 el artista se retira de toda actividad fallera y, trasladado a Madrid, ejerce como escenógrafo, destacando sus trabajos para los filmes Doctor Zhivago, Nicolás y Alejandra o El sur. También trabajó como decorador de salas de fiestas y cafeterías, como publicista y realizando colaboraciones para parques de atracciones. Rubert está considerado el primer artista fallero revolucionario, vanguardista y renovador.
Hoy en día su obra está considerada como la precursora de las llamadas “fallas experimentales”.
Obras de ~: Todo por las nubes, Plaza de Jesús, 1948; Todo sobre ruedas, Plaza de la Merced, 1958; Estampas rojas, Mar- Comedias, 1959; El mundo está desquiciado, Cádiz-Denia, 1960; Jorobas acabadas de salir del huevo, Plaza del Mercado Central, 1961; Árbol genealógico del miedo, Plaza del Mercado Central, 1962; Made in made, En Bany-Torno del Hospital, 1962; Nuevo caballo de Troya, Plaza del Caudillo, 1963; Huevos y margaritas, Avenida del Oeste, 1963; Pese a tantos, Plaza del Caudillo, 1964; Dalí, Dalá, Dalú (la nueva ola), Molinell- Alboraia, 1964; So...cavones, Calabazas-En Gall, 1965.
Bibl.: V. Borrego, “Ricardo Rubert Andrés”, en Historia de las fallas, Valencia, Levante-El Mercantil Valenciano, 1990, pág. 348; “El vessant estètic”, en Associació d’Estudis Fallers, La festa de les falles, Valencia, Consell Valencià de Cultura, pág. 104-109; “Ricardo Rubert: mirando hacia atrás sin ira”, en El Casal Fallero (Valencia), n.º 1 (1990), págs. 106- 109; VV. AA., El indulto del fuego. Catálogo comentado de la colección de ninots indultados del Museo Fallero. Volumen I (1934- 1962), Valencia, Ayuntamiento, 2002, págs. 247-248.
Gil-Manuel Hernández i Martí