Albert, Jaime. ¿Zaragoza?, s. m. s. xv – p. m. s. xvi. Bordador.
A pesar de la escasez de datos que se tienen sobre el desarrollo del arte del bordado en la ciudad de Zaragoza en las postrimerías del siglo xv, Jaime Albert se perfila como uno de los artífices de la aguja más destacado de la misma en dicho período. Los trabajos que realizó así lo atestiguan. Su presencia constante en la documentación de finales del siglo xv y comienzos de la centuria siguiente, indican que fue uno de los artistas del bordado más solicitados por la clientela más importante de la época (la catedral de San Salvador de Zaragoza y alguno de sus arzobispos, por ejemplo) y el que se hizo cargo de las obras más ricas y delicadas. Su figura permite conocer algunas noticias, si bien escasas, sobre el desarrollo de la actividad artística del bordado en Aragón, en un momento previo al período de mayor auge y brillantez de esta manifestación en tierras aragonesas, el siglo xvi, cuando, particularmente en la ciudad de Zaragoza, trabajaron excelentes bordadores.
Por desgracia, y como ocurre en el caso de muchos otros bordadores, estas obras de su autoría constituyen las únicas noticias con las que se cuenta hasta la fecha sobre este artista. La primera obra que ejecutó Jaime Albert fue contratada el día 13 de noviembre del año 1493, En esa fecha el bordador firmó un contrato con Jaime Conchillos, deán de Jaca (Huesca) para hacer la cenefa de una capa, obra que ya había concluido en 1494. Dicha obra debía realizarse siguiendo el modelo de otra cenefa de capa encargada por el arzobispo Juan de Aragón y que probablemente bordara el propio Albert En 1498, con ocasión de la llegada de la corte española y portuguesa a Aragón, los Reyes Católicos concedieron una subvención de 20.000 sueldos a la catedral de Zaragoza y la reina Isabel costeó la confección de diversos ornamentos litúrgicos. Fue el bordador Jaime Albert el artífice escogido para decorar y hacer dichos ornamentos, como queda recogido en diversas noticias documentales. Esta elección permite pensar que Albert sería el bordador más importante de la ciudad en este momento, al ser el designado para trabajar en unas piezas de tanta riqueza y significación.
El 26 de abril de 1499, el vicario y el luminero de la parroquia de Encinacorba (Zaragoza) requerían los servicios de Jaime Albert y de su colega Juan Mayor para bordar una cenefa para una casulla.
Finalmente, el 3 de diciembre del año 1500, Jaime Albert firmaba un contrato con los representates de la cofradía de Santa María de la Piedad, instituida en el monasterio de San Agustín de Zaragoza, para bordar un paño.
Bibl.: C. Morte García, “Artistas de la corte de los Reyes Católicos en Zaragoza”, en Archivo Español de Arte, vol. 280 (1997), pág. 427; A. M.ª Ágreda Pino, “El arte del bordado en Aragón a finales del siglo xv a la luz de los datos documentales”, en Turiaso, vol. XV (1999-2000), págs. 12-24; Los ornamentos en las iglesias zaragozanas. Siglos xvi-xviii. Aportaciones al estudio de los talleres de bordado y de las artes textiles en Aragón en la Edad Moderna, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2001.
Ana María Ágreda Pino