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Germán Colón Ríos

Biografía

Colón Ríos, Germán. Castellón de la Plana, 1871 – 1950. Fotógrafo de galería y pintor.

Germán Colón Ríos nace el mismo año que el británico Richard Leach Maddox (1816-1902) patenta la placa de gelatino-bromuro o “placa seca”; es decir, Germán Colón Ríos viene al mundo a la vez que la fotografía instantánea, ya en el período de madurez de dicha actividad.

Después de su escolarización, el joven Germán entra a trabajar de aprendiz en el gabinete castellonense de Ramón Gallego Romero, que le enseña los secretos básicos del cuarto oscuro y la elaboración artesanal de los productos químicos necesarios para la profesión.

Sin embargo, exigente consigo mismo, agotadas las posibilidades de aprendizaje con su primer maestro, Germán Colón Ríos marcha a Madrid hacia 1888 en donde simultanea los estudios de Bellas Artes, frecuentes visitas al museo del Prado y un trabajo de ayudante de fotógrafo en el gabinete de Alejandro Navarro, leridano afincado en Madrid, con cuya hija Ramona acabaría casando. La boda, en efecto, se celebró en la madrileña iglesia de Justo y Pastor una tarde de San Isidro del año 1894.

Después del enlace, Germán y Ramona abandonan Madrid y se instalan definitivamente en Castellón de la Plana, en donde el antiguo aprendiz tiene que competir con su primer maestro, que controlaba hasta entonces todo el mercado de la pequeña pero pujante capital de la provincia.

Germán Colón Ríos y Ramona Navarro Gomis tienen su primer domicilio-gabinete en el número 49 de la céntrica calle de Enmedio. Poco después se mudan al número 35 de la misma calle, llamada de González Chermá desde octubre de 1896 hasta el final de la guerra civil de 1936, circunstancia que permite seguir la evolución de sus primeras actividades profesionales según la leyenda de las cartulinas sobre las que presentaba al público sus trabajos, en las que suele figurar su dirección. Así, las fotos más antiguas están hechas en la calle de Enmedio; luego, a partir del cambio toponímico, las más modernas en González Chermá, calle en la que nacerían su hijo mayor, Germán, fotógrafo también, y sus hijas Soledad, Adela y Pilar, sucesivamente.

Consciente del debate decimonónico sobre si la fotografía era arte o no, Colón Ríos se anunciaba también como pintor, detalle que puede hoy parecer insignificante, pero que le daba entonces a sus fotografías el prestigio de haber sido hechas por manos capaces de hacer lo mismo que la mecánica de la cámara, un valor añadido. Además, Colón Ríos pintaba él mismo los telones para los fondos de sus decorados, ambientes que solía llenar con muebles de distintos estilos (segundo imperio, neoclásico, etc.) y otras piezas propias del modernismo; o sea, usuario habitual del eclecticismo propio de la época.

Germán Colón Ríos desbancó pronto a su primer maestro Ramón Gallego, anclado en el siglo xix, poseedor de una técnica arcaica con creces superada por la de su aventajado discípulo, ya maestro indiscutible de las zonas bajas (los detalles y tonos en las porciones oscuras de sus fotografías siguen siendo hoy difíciles de superar), de las luces artificiales y de los encuadres clásicos y equilibrados, muy propios del buen gusto de una clientela sobre todo de clase media que imitaba las costumbres y maneras de las clases superiores.

Una larga serie de circunstancias hizo que la demanda de retratos fotográficos menguase de manera muy considerable a principios del pasado siglo. La profusión de aficionados, el cambio de gusto del público, la prensa ilustrada, el coleccionismo de tarjetas postales y otras realidades redujeron notablemente los precios y sumieron en la pobreza a muchos fotógrafos profesionales. Así, los retratistas españoles organizaron dos congresos para estudiar su precaria situación y tratar de enmendarla mediante el cooperativismo, los economatos, etc. En Madrid, así pues, se celebró el primer congreso en 1905. Poco después, en 1908, el segundo en Valencia. Colón Ríos asistió a este congreso valenciano. De cualquier modo, poco debió sufrir Colón Ríos la crisis, pues siguió trabajando con éxito hasta pocos años antes de la guerra civil de 1936. Ya jubilado, solía retocar los negativos que producía su hijo, que le siguió en la profesión.

 

Fuentes y bibl.: Información aportada por S. Colón Doménech.

J. Ribelles Comin, Intereses económicos, agrícolas, industriales y mercantiles de Castellón con la historia del puerto del Grao y del periodismo provincial, Barcelona, Imprenta de Francisco J. Altés y Alabart, 1905; VV. AA., Historia de la Fotografía Valenciana, Valencia, Levante-El Mercantil Valenciano, 1990; VV. AA., Memoria de la Luz. Fotografía en la Comunidad Valenciana 1839-1939, Valencia, Lunwerg, 1992; X. Campos Vilanova, Història de la Fotografia a Castelló. Germán Colón, l’entranyable, catálogo de exposición, Castellón, Bancaixa- Fundación Caixa Castellón, 22 de septiembre-4 de octubre de 1998; X. Campos Vilanova (dir.), Memòria gràfica de Castelló, Valencia, Editorial Prensa Valenciana, 2002.

 

Xavier Campos Vilanova

 

 

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