Belligenus. Hispania, m. s. III a. C. – Murgantia (Sicilia), p. m. s. II a. C. Mercenario hispano.
Cuando en el año 212 a. C. el cónsul romano Claudius Marcellus puso cerco a Siracusa, el hispano Moericus, que gobernaba la ciudad en nombre de los cartagineses, fue convencido por su compatriota Belligenus —recién llegado de Hispania— para que entregara la ciudad en vista de los derroteros que tomaba el conflicto entre Roma y Cartago en Hispania (Tito Livio, Historia de Roma [ab urbe condita], 25, 30); Moericus envió a Belligenus a parlamentar con Marcellus para pactar en secreto la entrega de la ciudad, permitiendo la entrada de las tropas romanas. El general romano desembarcó y se apoderó de Siracusa.
Los romanos premiaron a Belligenus regalándole cuatrocientas yugadas de terreno por haber convencido a Moericus (Tito Livio, 27, 21, 12 y 17).
Bibl.: A. Schulten, Fontes Hispaniae Antiquae III. Las guerras del 232 a 154 a. C., Barcelona, Universidad, 1935, pág. 88; A. García y Bellido, Fenicios y Carthagineses en Occidente, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1942, págs. 162 y ss.; “Moericus, Belligenus y los mercenarios españoles en Siracusa”, en Boletín de la Real Academia de la Historia, 150 (1962), págs. 7-23; J. M. Blázquez, “La expansión celtíbera en Bética, Carpetania, Levante y sus causas (siglos iii-ii a. C.)”, en Celticum 3. Actes du Second Colloque International d’Études Gauloises, Celtiques et Protoceltiques. Mediolanum Biturigum MCMLXI, Châteaumeillant (Cher) 28-31 Juillet 1961, Rennes, Supplément à Ogam-Tradition Celtique 79-81, 1962, pág. 416; M.ª L. Albertos, La onomástica personal primitiva de Hispania. Tarraconense y Bética, Salamanca, CSIC, 1966, pág. 52; A. García y Bellido, La Península Ibérica en los comienzos de su historia, Madrid, Ediciones Itsmo, 1985, págs. 321-322.
José María Blázquez